Alejandro Wall
En una multitudinaria marcha, mas de 20000 personas, el pueblo de Valparaíso se sumó a otras manifestaciones a nivel nacional en contra de una de las herencias de la dictadura, refrendada por los sucesivos gobiernos del duopolio político- Concertación, hoy Nueva Mayoría y la derecha pinochetista; UDI y RN- que, nada han hecho para desmantelar este oprobioso sistema que lleva a la mayoría de nuestros jubilados a pensiones de miseria.
Ancianos, jóvenes, padres con sus hijos, pusieron color-con batucadas, chispeantes carteles, e a un gris mediodía porteño. Los indignados, los maltratados por este modelo construido a sangre y fuego, poco a poco pierden el miedo y comienzan a recuperar la dignidad, y se ponen al servicio de un sueño, un país más justo y solidario. Es el comienzo del despertar, ante un sistema político colapsado por los sucesivos escándalos de corrupción, que salpican transversalmente a la élite política, religiosa, empresarial y militar; que impone y defiende con dientes y uñas este sistema agotado, poco a poco se levanta la ciudadanía, que comienza a tomar conciencia que sólo la lucha en la unidad podrá, a mediano o largo plazo, torcer el rumbo, y finalmente acabar este sistema neoliberal, economía de mercado, o como quieran llamarlo sus cocineros y defensores, y que ha logrado a través de los años, el de acrecentar la injusticia y la segregación.
En una multitudinaria marcha, mas de 20000 personas, el pueblo de Valparaíso se sumó a otras manifestaciones a nivel nacional en contra de una de las herencias de la dictadura, refrendada por los sucesivos gobiernos del duopolio político- Concertación, hoy Nueva Mayoría y la derecha pinochetista; UDI y RN- que, nada han hecho para desmantelar este oprobioso sistema que lleva a la mayoría de nuestros jubilados a pensiones de miseria.
Ancianos, jóvenes, padres con sus hijos, pusieron color-con batucadas, chispeantes carteles, e a un gris mediodía porteño. Los indignados, los maltratados por este modelo construido a sangre y fuego, poco a poco pierden el miedo y comienzan a recuperar la dignidad, y se ponen al servicio de un sueño, un país más justo y solidario. Es el comienzo del despertar, ante un sistema político colapsado por los sucesivos escándalos de corrupción, que salpican transversalmente a la élite política, religiosa, empresarial y militar; que impone y defiende con dientes y uñas este sistema agotado, poco a poco se levanta la ciudadanía, que comienza a tomar conciencia que sólo la lucha en la unidad podrá, a mediano o largo plazo, torcer el rumbo, y finalmente acabar este sistema neoliberal, economía de mercado, o como quieran llamarlo sus cocineros y defensores, y que ha logrado a través de los años, el de acrecentar la injusticia y la segregación.
En la marcha, alegre y pacífica, empañada al final por la represión policial, vieja táctica a fin de empañar la masiva movilización, brillaron por su ausencia candidatos a alcaldes, diputados o senadores del ilustre y desprestigiado parlamento. Por el contrario, fue muy aplaudida la presencia, anónima en medio de la multitud, y al ser reconocido, del joven aspirante a la alcaldía de Valparaíso, Jorge Sharp, representante del Pacto Ciudadano La Matriz, vencedor de la primera primaria ciudadana, un evento inédito en el país, y que marca un nuevo camino por recorrer al pueblo de Chile.
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