La Brigada por la Memoria y Derechos Humanos convocó para el
día domingo 28 de enero a una jornada de
conmemoración, homenaje y diálogo, relacionado con la detención y
desaparición del denominado “Grupo de los 8 del MIR” a comienzos
del año 1975: Sonia Díaz Pacheco y Fabián Ibarra Córdova, detenidos el 17 de
enero ; Carlos Rioseco Espinoza y Alfredo García Vega, detenidos el 18 de
enero; Horacio Carabantes Olivares,
detenido el 21 de enero; María Isabel Gutiérrez Martínez, detenida el 24 de
enero; Abel Vilches Figueroa, detenido el 25 de enero; y Elías Villar Quijón,
detenido el 27 de enero.
En el Memorial de los Detenidos Desaparecidos y Ejecutados
Políticos de la V Región, ubicado en Avenida Brasil, se realizó esta actividad,
la que comenzó a las 11 de la mañana y convocó a decenas de representantes de
diferentes organizaciones de Derechos Humanos.
El Memorial se transformó así en un espacio de Memoria Viva,
que es precisamente lo que buscan concretar en torno a este sitio los y las
integrantes de la Brigada.
Durante esta actividad el compañero Igor Goicovic realizó
una reflexión que abarcó fundamentalmente tres cuestiones: el contexto político
general de la época, la actitud militante de las compañeras y los compañeros y
el aspecto ético y moral del comportamiento político de los mismos. Por otro
lado llevó este comportamiento militante al momento político actual, para
plantear la necesidad de construcción de
una organización revolucionaria en el actual escenario de la lucha de clases en
Chile.
En parte de su intervención manifestó:
“Primero hay que situar la caída de estos compañeros en el contexto
histórico en que se produce, y eso no solamente tiene que ver con la política
brutal que adoptó la dictadura desde el punto de vista represivo contra la
izquierda en general y contra el MIR en particular, sino que tiene que ver, a
su vez, con las políticas que adoptó el MIR en ese período. Estos compañeros no
caen porque iban pasando por la vida, indiferentes a los acontecimientos que
estaban ocurriendo en nuestro país. Los compañeros eran militantes de una Organización
Revolucionaria, que tenía un Proyecto Revolucionario para enfrentar en ese
momento la dictadura.
Una política que en este caso
adoptó el MIR en especial a partir de diciembre de 1973, la que de una u otra
manera orienta el quehacer, el actuar, y por lo tanto, a mi juicio, la actitud
coherente, consistente, que estos compañeros en un momento determinado
adoptaron
(…) El MIR, a pesar de todas las circunstancias que se están viviendo en
el contexto represivo, sigue siendo, hacia diciembre de 1973, la organización
con una mayor capacidad de intervención y de acción… Es un Partido que está
funcionando con en un cierto marco de regularidad, y eso le va a permitir,
entre abril, mayo de 1974, desplegar una Campaña de Agitación y Propaganda que
coloca en el centro la Política de la Resistencia Popular, a partir de la
conmemoración del 1° de Mayo. El MIR coloca todo su esfuerzo en
demostrarle al Movimiento Popular, fuertemente golpeado por la represión en ese
momento, que la Resistencia existe y que el MIR conduce la Resistencia Popular
frente a la dictadura
(…) Esto, evidentemente, coloca al MIR como objetivo preferente del
accionar represivo de la dictadura. Ya está organizada la Dirección de
inteligencia Nacional ( DINA), desde marzo de 1974, la SIFA, el Servicio de
Inteligencia de la Fuerza Aérea viene operando, con una cierta regularidad,
desde octubre de 1973, y ambos organismos van a colocar al MIR en el centro de
sus accionar de contrainsurgencia.
(…) Los ocho compañeros a los
cuales conmemoramos son los 8 compañeros Detenidos Desaparecidos, y hay un
noveno, al cual todos ustedes conocen bastante bien, que es Alejandro
Villalobos Díaz, el comandante Mickey, como le denominaba la prensa burguesa, que
había sido dirigente del Campamento Nueva La Habana en Santiago, y era uno de
los dirigentes más importantes del Movimiento de Pobladores Revolucionarios
hacia 1973(…) Los compañeros que van a ser Detenidos Desaparecidos en la zona o
que como el Mickey van a ser ejecutados, van a experimentar la represión como
consecuencia de la responsabilidad política que asumieron , de la coherencia,
integridad y su conducta desde el punto de vista personal, y la consistencia
con que intentaron establecer una relación entre esa actitud militante ante la
vida y la línea política que el Partido impulsaba. Estos nueve compañeros, y el
conjunto de compañeros que fueron detenidos y torturados y lograron sobrevivir
durante ese período, reitero, experimentaron las condiciones de la represión,
como consecuencia de una coherencia, de una responsabilidad y la actitud
política con que enfrentaron la lucha contra la dictadura.”
Siguiendo con su intervención, el compañero Igor se refirió
al escenario actual en que se desenvuelve la lucha de clases en Chile,
planteando algunos puntos para la discusión y reflexión colectiva, manifestando:
“Hoy día las circunstancias políticas son muy diferentes. El Proyecto
Revolucionario que ellos representaron, que ellos encarnaron, de una u otra
manera tiene que ser adecuado y oxigenado de acuerdo a las condiciones
específicas en que se desenvuelve la lucha de clases, por una parte, pero
también las condiciones subjetivas sobre las cuales todos y cada uno de
nosotros construye, y, por lo tanto, desarrolla, sus conductas militantes. En
el escenario histórico actual, los
adversarios y enemigos aparentemente son los mismos, pero las condiciones sobre
las cuales se construye el escenario de la lucha de clases son evidentemente
muy diferentes. Esto nos lleva a plantearnos a lo menos tres cosas que a mi
juicio son relevantes. Uno
es el tema de la Organización. El MIR fue, sin lugar a dudas, la Organización
Revolucionaria que Chile requería para el contexto histórico específico de la
lucha de clases que vivimos en nuestro país entre mediados de los sesenta y
hasta fines de la década de los ochenta.
Y esa Organización, a mi juicio,
hoy día, no solamente es válida en términos como emblema, no solamente en
términos de la viabilidad de su Proyecto Político, no solamente por la conducta
de sus herederos históricos, como por ejemplo el Movimiento Guevarista en Chile, sino que
está vivo fundamentalmente porque las condiciones históricas de la lucha de
clases no han desaparecido, sino que, por el contrario, siguen siendo
tremendamente evidentes. La inequidad, la injusticia, la exclusión, la
segregación, la represión, son elementos que, de una u otra manera, han seguido
acompañando al Sistema de Dominación, y , por lo tanto, el instrumento
revolucionario, llámese MIR o de otra manera, es, a mi juicio, fundamental en
las condiciones históricas en que se desenvuelve la lucha de clases hoy.
En segundo lugar, habría que preguntarse sobre la centralidad histórica
de lo que fue quizás el principal aporte del mirismo en la década del sesenta y
hasta la década del ochenta que era la Lucha Armada. La Lucha Armada era un
componente de la política, pero no era un componente accesorio, era la
estrategia a través de la cual se construía el proceso de acumulación de
fuerzas que luego nos conducía a la conquista del poder. Habría que
reflexionar, en relación con ese tema, que es un tema político, no es un tema
ético, es un tema político, respecto de la viabilidad, respecto de las
características, respecto de la necesidad y oportunidad histórica de revalidar,
o eventualmente sustraerse y eso se plantea naturalmente desde una perspectiva
política.
Y un tercer elemento tiene que ver con lo que podríamos denominar en
sentido genérico, la ética, la moral de la conducta revolucionaria. Si hay un
rasgo que hoy día arrastra la crisis de las organizaciones políticas que
administraron el aparato del Estado desde el noventa hasta el día de hoy, es
precisamente la crisis moral, la corrupción, la prebenda, el negocio estrecho,
la desvinculación con el mundo popular, todos elementos que, de una u otra
manera, estos compañeros que hoy recordamos, en un momento de la historia de
Chile, fueron capaces de refutar, de cuestionar, de discutir y demostrar que
había una conducta y una forma de ser y actuar en la vida política que es
totalmente diferente.
El
mejor homenaje que les podemos rendir es precisamente discutir, revalidar y
eventualmente acondicionar la Organización Revolucionaria, el Proyecto
Histórico y la Moral Revolucionaria.”
Durante su intervención expresaron:
“Consideramos estos espacios muy
importantes, porque es efectivamente acá donde nosotros encontramos la Memoria,
esa Memoria que hoy la derecha más reaccionaria nos quiere quitar, quieren
desconocer(…)Lo que planteó el compañero Igor no es algo que esté en abstracto,
sino que son banderas que hoy están más que vigentes, son banderas por las
cuales nosotros estamos también dispuestos a luchar y entregar lo que los
compañeros entregaron(…)Tenemos que seguir alimentando estos espacios, tenemos
que seguir juntándonos, tenemos que seguir militando, porque hoy día sigue
siendo válida la lucha por la que cayeron estos compañeros.”
“Desde la voz de la juventud
actual queremos recalcar que aquí la lucha no se ha terminado, el Proyecto
Socialista sigue vigente en Chile(...) El Imperialismo arremete en nuestro país
quitándonos los recursos, matando a nuestra gente en el sur de Chile, con sus
empresas contaminantes, con su salud de mierda, con sus viviendas. Las
condiciones en las cuales vivimos son de
opresión, de explotación, y mientras sigan existiendo esas condiciones la vigencia del Proyecto Revolucionario es actual
y nosotros debemos construirlo. Ese es el mejor homenaje que nosotros podemos
dar a nuestros muertos, a nuestros combatientes en la historia.”
Con actividades como esta, los Sitios de Memoria adquieren
vida, transformando el homenaje a las Luchadoras y Luchadores Populares caídos
en acciones que permiten ir rescatando sus opciones militantes. De esta manera la Memoria nos
ayuda a construir el presente.
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 29 de Enero 2018
Comentarios
Publicar un comentario