La actual Avenida Argentina fue en un comienzo un ancho
estero, denominado de Las Delicias, que recogía y canalizaba las aguas
provenientes de los distintos cerros y quebradas del sector, pero a inicios del
siglo veinte fue abovedado y cubierto, transformándose en una gran avenida con
un amplio bandejón central. Precisamente en este último lugar fue donde se
instaló la Feria Hortofrutícola transformándose en un importante centro de
abastecimiento de productos alimenticios para Valparaíso Y hasta el día de
hoy continúa siendo un importante centro
comercial funcionando los días miércoles y viernes.
Pero hay otra feria que ha venido a instalarse los días
domingo en dicho sector: la denominada “Feria de los Cachureos o de las Pulgas”.
Conversando con distintos personajes porteños, originarios y avecindados, entre
los cuales el viejo anarquista español Segundo Tello ha sido de gran ayuda, me
he enterado que los orígenes de este particular comercio se remontan a los
primeros meses y años de la dictadura
militar el año 73. Esto fue consecuencia de la forma de tratar de encontrar
soluciones de sobrevivencia por parte de los trabajadores y profesionales
partidarios de la Unidad Popular que fueron expulsados de sus trabajos.
Como la necesidad “tiene cara de hereje”, la presencia de
estos diletantes vendedores eventuales se fue incrementando y transformando en
permanente, dando origen así a y una categoría de “vendedores ambulantes
estables” en dicho lugar. Debido al incremento en el número de los mismos con
el pasar de los años, las autoridades municipales decidieron regularizar dicha
situación, utilizando para ello una Ordenanza Municipal de Ferias Libres,
extendiéndola al comercio ambulante, para el otorgamiento de los permisos para
poder utilizar puestos en lugares de uso público.
Poco a poco se fue normando el funcionamiento de la “Feria
de los Cachureos” y quienes tenían más recursos fueron arrendando estos sitios,
transformándose en pequeños comerciantes estables, la mayoría de ellos con
puestos de ropa.
Como planteaba anteriormente, la Feria de los Cachureos de
la Avenida Argentina se fue convirtiendo en una serie de pequeños comercios
dominicales estables, perdiendo el espíritu original y dando paso a una serie
de puestos administrados por “pequeños emprendedores”, pero -como un síntoma
potente de las dificultades económicas que actualmente atraviesa un porcentaje
importante de la población, más allá de las ilusiones publicitarias de un
modelo exitoso- una “Feria Paralela” de nuevos “cachureos”, mucho más grande
que la que existe en el bandejón central de la Avenida argentina, se ha
instalado en las vecindades y calles aledañas a la Avenida Argentina, incluyendo
las veredas del propio Congreso Nacional y extendiéndose por varias cuadras a
la redonda, llegando prácticamente hasta la Avenida Uruguay.
Este impresionante espectáculo dominical representa una trágica puesta en escena de la
cruda realidad económica social de Valparaíso, pero al mismo tiempo representa
lo que sucede a lo largo de todo nuestro país.
El fantasioso engaño del consumo y el endeudamiento, tan
bien logrado por una extraordinaria maquinaria publicitaria al servicio del
capital, tiene su contraparte objetiva a la vista en estos “nuevos
coleros” de Valparaíso que han dado un
“salto cuantitativo”, transformándose en
la “Feria de los Cachureos 2.0”, aquella de la “alegría ya viene y los tiempos
mejores”.
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 15 octubre 2018
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