Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 8 de octubre 2018
Pese a todas las maniobras confusas y las dificultades con
las que se encontró este año la expresión popular de los “Mil Tambores”, la actividad se realizó con la fuerza rebelde
de la autogestión popular y barrial. Los Pasacalles en distintos sectores de
los cerros de Valparaíso se desarrollaron sin ningún problema, cuidando
prolijamente el entorno y llenando de sonidos, colores y alegría las empinadas
y sinuosas calles de los barrios populares.
En el cerro Las Cañas el Pasacalles, además de su expresión
cultural, agregó un contenido de lucha y de denuncia, transformándose en una
colorida y musical actividad de protesta por una salud digna, pero al mismo
tiempo incluyó la exigencia de esclarecer el “suicidio” de Alejandro Castro,
luchador ambientalista del Cabildo Quintero-Puchuncavi.
En un volante repartido a la multitud de asistentes,
exigiendo “Justicia par Amelia” se expresaba:
“Amelia era la única hija de Camila Jorquera y Mauricio Salazar,
dirigentes del Centro Comunitario Las Cañas (…) murió el 04 de julio de 2018 en
el Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso. Murió porque el hospital bloqueó y
negó la hospitalización de Amelia en su Unidad de Pacientes Críticos (UCI), a
pesar de que contaba con una cama disponible en dicha unidad. Murió porque a
pesar de ser llevada a seis Médicos diferentes, ninguno fue capaz de dar un
diagnóstico certero, señalando que padecía resfrío, rinofaringitis y
bronquitis.
La pequeña Amelia murió por influenza tipo A, en medio de
procedimientos erráticos y malos tratos. Murió porque a 4 años del megaincendio
de 2014, el cerro Las Cañas aún no cuenta con un Cesfam definitivo. Pero la
verdad es que nuestra querida Amelia murió, como muchxs en nuestro país, a
consecuencia de la gran desigualdad socioeconómica que enfrenta nuestra
sociedad, la que perpetúa un injusto acceso a la salud y otros derechos…”
También se repartieron volantes denunciando las distintas
sustancias tóxicas que respiran los ciudadanos de Quintero, Ventanas y
Puchuncavi, indicando los efectos dañinos que provocan en la salud de las
personas, constituyéndose en verdaderos venenos crónicos causantes de numerosas
enfermedades, incluyendo el cáncer.
Comparsas, agrupaciones y bandas de distintas partes del
país y la V región se congregaron a partir del mediodía en la parte alta del
cerro Las Cañas este sábado 6 de octubre, para recorrer los recovecos de este
sector que hace 4 años atrás sufrió la destrucción de miles de viviendas y la
muerte de 15 habitantes como consecuencia de un horroroso incendio. Fue muy
reconfortante ver el rostro nuevo de la reconstrucción, la que se debe en gran
medida a la decidida movilización de los vecinos y vecinas que exigieron
solución a las autoridades, y que con la misma fuerza con que se desplegaron
para limpiar los escombros y las cenizas en que se convirtieron, producto de un
verdadero terremoto de fuego, sus esfuerzos y recuerdos de toda una vida, se
abocaron a levantar sus viviendas y fueron capaces de sobreponerse a la
adversidad.
En medio de este remozado barrio miles de personas
participaron activa y alegremente en este hermoso carnaval popular,
desplazándose al ritmo de danzas hasta el Centro Comunitario Las Cañas, pasando
bajo el balcón en donde Mauricio y Camila saludaban y agradecían a las
agrupaciones participantes, resaltando el valor de una actividad
multitudinaria, autogestionada por los propios participantes, las
organizaciones comunitaria y barriales, junto a los vecinos y vecinas.
Amelia Salazar Jorquera
y Alejandro Castro desfilaron por las calles del cerro Las Cañas,
presentes en las sonrisas de las participantes y flotando en el aire junto a
las notas musicales.
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