Muchos de los barrios consolidados que existen en distintos
sectores de Valparaíso y Viña del Mar tienen su origen en la lucha llevada a
delante por pobladoras y pobladores sin casa, quienes con el objetivo de
construir una vivienda digna para sus familias, accedieron a dichos sectores
mediante la acción directa de la toma de terrenos. Hoy son zonas urbanas,
poblaciones y villas que forman parte de las distintas localidades del gran
Valparaíso. Este es el caso, por ejemplo, de la población Loma Linda Sur,
ubicada en el sector de Nueva Aurora de Viña del Mar.
Uno de sus actuales vecinos, Antonio, quien se radicó acá a
su regreso del exilio, quiso rescatar esta historia barrial realizando un mural
en el frontis de su hogar, tomando como referencia el propio nombre de la calle
en donde está ubicada su casa, Elías Lafertte, un destacado luchador obrero,
trabajador de las salitreras que impulsó activamente la organización de los
trabajadores, conoció en el norte a Luis
Emilio Recabarren en el año 1911, participando junto a él en la
formación del Partido Obrero Socialista, precursor del Partido Comunista de
Chile.
Profundizando en el proyecto de este Mural, Antonio
manifiesta:
“El mural lo concebí en mis diarias propuestas de sociedad. Siempre
entendí que el mural es una pizarra educacional. Entonces no es casualidad que
esté la imagen de Elías Lafertte, que es el nombre de esta calle, junto a un
martillo, palas, informativo. Quise también relacionarlo con Chile, montañas,
cerros y lugares con tránsitos de culturas ancestrales sabias. También pensé en
relacionarlo con Valparaíso, por eso hay una escala por donde baja la cultura a
encontrarse con quien necesita un sustento diario, como la vendedora ambulante,
niños jugando al volantín y un personaje popular típico de Valparaíso: el
chinchinero. Por último no quise dejar de lado las luchas actuales y por eso
hay un saludo a los hermanos Mapuche. Mi quehacer, en este proyecto parte desde
un aula-colegio-sindicato expresado en el mural en una pluma y un cuaderno.
La historia de este mural parte hace como dos años y medio. Hice
algunos intentos con algunos muralistas conocidos de Valparaíso, pero no
resultó. Se me ocurrió acudir a la Escuela de Bellas Artes de Viña, los
contacté, pero me dijeron que ellos no tenían esa especialidad. Entonces partí
a la Escuela de Bellas Artes de Valparaíso donde tuve la suerte de encontrar a
un profesor, Francisco Olivares, quien fue súper acogedor, le encantó la idea,
me sugirió algunos nombres y tres días después estaba él acá con una de sus
alumnas. Yo les mostré un croquis con la idea que tenía para el mural. Camila
se llamaba la muchacha, está en tercer años de la Escuela, es de La Serena y
posteriormente vino acompañada de un egresado, Marcial, de San Antonio.
Era primera vez que trabajaban junto y se llevaron muy bien. Trabajaron
tres días en la realización de este mural y lo interesante fue que la gente del
barrio cuando los vio trabajando se acercaron muy interesados en saber que
estaban pintando. Los nombres de ellos no aparecen en el mural, porque a
Marcial no le gusta poner su nombre. Camila tiene un nombre artístico: Trévol
de Vida, pero con “v” corta. Los muchachos fueron muy respetuosos y
establecimos una muy buena relación.”
El día domingo 16 de diciembre de 2018 se realizó la
“inauguración formal” del Mural en el sector de Villa Linda Sur, en Nueva
Aurora, Viña del Mar. Antonio junto a algunos dirigentes vecinales, vecinos y
vecinas del barrio se reunieron frente a esta obra de arte popular,
intercambiando ideas y relatando sus propias impresiones.
Uno de
estos antiguos habitantes del barrio comentó que “Yo pasé por acá y me llamó la
atención el retrato que estaba pintado. No estaba seguro si era Recabarren o
Lafertte. Yo a ellos no los conocí personalmente, pero sabía quiénes eran y conocí
a gente que había estado con ellos en el norte y me contaron un poco de la
historia de ellos. Ahí supe cómo se reunían a escondidas en la pampa, usando
una velita en las noches para escribir en unos diarios artesanales que hacían.”
Otra vecina, Victoria Jeria, se acerca y relata: “Mi
hermano se llama Enrique Jeria Silva. Él vivía en Valparaíso, por allá por
Laguna verde. Era político, estaba metido en la política y lleva más de
cuarenta años desaparecido. Estaba estudiando para profesor. También lo
mandaron a Rusia a estudiar. Era militante comunista y por eso lo persiguieron,
porque desaparecieron varios juntos. Yo llevo viviendo acá más de 50 años, así
es que conozco la historia de la toma.”
Respecto de Enrique Jeria Silva, resumidamente puedo
expresar que era obrero de la construcción, dirigente comunista y se encuentra
como Detenido Desaparecido desde el 18 de agosto de 1976, fecha en que fue
secuestrado en Santiago por la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional). Su
caso puede ser conocido en el sitio web memoriaviva.com.
Volviendo a conversar con la señora Victoria, le pregunto,
si conocía al personaje del mural: “Sí, a don Elías Lafertte lo conocía de
nombre y el otro día cuando vi el dibujo que estaban haciendo en el muro no lo
reconocí altiro, pero después vi el letrero de la calle y pensé que sería él.
La Rosa fue al final quien me confirmó que era Lafertte.”
Antonio me agrega “Elías
Lafertte fue impulsor de las luchas sociales en Chile a principios del siglo
pasado. Él educó mucho en norte y el nombre está ahí en el cartel de la calle.
Por eso no quise ponerle el nombre, para que la gente se pueda preguntar quién
es el personaje del retrato.”
Le consulto a la señora Victoria, tomando en cuenta lo que
ha dicho Antonio, si ella está de acuerdo en que se pusiera el nombre en el
mural, y ella me responde que “No se me había ocurrido, pero ahora que
usted lo dice pienso que sería muy bueno, porque así los jóvenes sabrían quién
es. Se podría poner el nombre y su historia ahí en el cuaderno pintado en el
mural y sería como en una escuela, una especie de pizarra educativa.”
Junto al mural, aprovecho de entrevistar a la “Mamma Rosa”.
Compañera, me puede contar un poco de su vida. Tengo
entendido que usted es de origen
italiano.
“Mi nombre es Rosa Magnata Díaz, pero el apellido de mi Mamá era
Macchiavello. Mis Papás eran italianos y se vinieron a pasar la luna de miel a
Chile, y como mi Papá era Ingeniero de Minas se quedó en el norte, en Vallenar.
Esto fue en el año 20 más o menos, porque yo nací en el 23. Mi Papá se quedó a
trabajar en Vallenar para adentro, en “Las Porotas” que le llaman allá. Yo nací
allá en las minas. La señora que me crió
me dio el segundo apellido, sacándome el de mi Mamá. Después me fui a trabajar
como empleada puertas adentro. A la señora le gustó como era yo y me adoptó. A
mí me gustaba en esa época ir al Teatro Alameda a ver películas de Jorge
Negrete y de Cantinflas. Yo llegué por acá el año 45, venía del norte, llegué
con mi hermana y mi hermano y nos adoptaron unas familias.”
¿Qué me puede contar respeto de la toma y el origen de este
barrio?
“Cuando se formó la primera Junta de Vecinos éramos 8 o 9 personas. En este
sector había pocas casas, una por aquí, otra por allá, en el año 57, entonces
decidimos ponerle nombre a las calles y ahí salieron los nombres de Lis Emilio
Recabarren, Pedro Aguirre Cerda, Elías Lafertte, Rogelio Astudillo. La Toma acá
empezó el año 57. Varias veces llegaron los Carabineros a desalojarnos, pero
nos volvíamos a tomar el terreno. A la cuarta vez nos tomamos la radio, no sé
cómo nos abrieron la puerta, pero ahí nos pusimos serios y nos tomó en cuenta
el SERVIU y nos dio las escrituras. La Toma se llamaba Luis Emilio Recabarren.
De a poco empezamos a regularizar el terreno. El agua la pusimos nosotros y la
luz también. Para el cemento que se puso mucho más adelante, se hizo a medias
con la Municipalidad de Viña. Ahora la población acá se llama Villa Linda Sur.
¿Cómo llega a involucrarse en la política, Mamma Rosa?
“En Vallenar, en Copiapó y en Potrerillos, los comunistas nos pedían que
limpiáramos las mesas, laváramos los platos, entonces con mi hermano mayor y
ahí fui poco a poco conociendo de que se trataba la política y mire usted mi
dedo , hasta el día de hoy tengo puesto este anillo. Yo tenía alrededor de 20
años entonces.”
El anillo al que hace mención la compañera Rosa y que
orgullosamente me muestra, tiene grabado en sobre relieve la hoz y el martillo, símbolos del Partido
Comunista. Los vecinos y vecinas que escuchan el relato, coinciden al comentar
la larga e importante trayectoria de Mamma Rosa como luchadora popular y
manifiestan que su avanzada edad no ha hecho disminuir su ímpetu y no constituye impedimento para que ella siga
con fuerza defendiendo los derechos de los pobladores y pobladoras.
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 21 de enero 2019
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