Si se calla el cantor calla la vida
porque,la vida misma es todo un canto
si se calla el cantor,muere de espanto
la esperanza ,la luz y la alegría
(Horacio Guarany)
La música, junto a otras expresiones de arte popular, como el teatro o las arpilleras por ejemplo, fueron elementos importantes en la lucha de resistencia desarrollada a partir de los primeros años de la dictadura cívico-militar. Las peñas y los encuentros musicales permitieron a hombres y mujeres - golpeados brutalmente por la represión desatada y por la violenta interrupción del profundo proceso de cambios económicos, sociales y culturales representado por el gobierno de la Unidad Popular - comenzar a encontrarse, reconocerse y lentamente romper las desconfianzas y los traumas, para emprender juntos el camino de la sobrevivencia y de la lenta reconstrucción colectiva e identidad partidaria.
En nuestra región numerosos hombres y mujeres participaron
de esta tarea de resistencia cultural en los limitados espacios de expresión
musical, y entre ellos estaba el cantautor popular Carlos Zamora Varas, quien
falleció el pasado martes 17 de septiembre a la edad de 70 años.
Su cuerpo fue trasladado para ser velado hasta la Casa de la
Memoria de Valparaíso, ubicada en el cerro Yungay, lugar hasta donde llegaron
sus familiares, compañeros y compañeros de lucha, amigos y amigas, para
despedirlo y homenajearlo de una manera alegre, pese al dolor de su partida, en
donde el canto popular fue el protagonista, siendo mudo testigo de este merecido
y hermoso homenaje su féretro cubierto por diferentes banderas de lucha y su
guitarra enlutada y silenciosa colocada sobre una banca.
El Colectivo 19 de Noviembre, del cual Carlos Zamora fue
fundador e integrante, junto al Colectivo Peña el Brasero, grupo con el que
compartió escenarios y tertulias
musicales, organizaron, el día jueves 19 de septiembre a mediodía, la ceremonia
de despedida del artista popular en la plaza Yungay, frente a la Casa de la
Memoria, transformando su funeral en una verdadera peña vecinal, un acto
político-cultural al aire libre.
Fueron numerosos los
y las cantantes que con su arte popular rindieron homenaje a Carlos Zamora, al
mismo tiempo que familiares, amigos, amigas, compañeras y compañeros, entregaron
testimonios que permitieron conocer su vida y compromiso político.
Uno de los momentos más emotivos durante la realización de
esta ceremonia se vivió durante la participación de Inti Zamora, uno de los
hijos de Carlos, quien acompañó con su guitarra a su pequeña hija Gabriela en la interpretación de la canción “Run Run se fue
pal norte”.
Mabel Zúñiga, a nombre del Colectivo 19 de Noviembre, al
hacer uso de la palabra expresó:
“Carlos nació un primero de mayo y decíamos casi como una determinación
del destino. Nació el día en que los trabajadores del mundo conmemoran su
fecha, es su día, y él abrazó, durante toda su vida, la causa del
internacionalismo proletario, la causa de los pobres del mundo. Y las hizo
acción desde muy joven, durante los procesos de la Unidad Popular. Fue
militante de la Juventud Comunista, luego del Partido Comunista; abrazó esa
causa durante toda su vida, aún cuando dejara de militar en ese partido, sin
embargo se declaró comunista hasta el último minuto, porque creía en la
posibilidad de un mundo para los pobres, para los explotados y para los
humillados. Eso lo convirtió en canto y lo llevó, como decía, en acción, y
durante los procesos más terribles de este país Carlos fue determinante para
Valparaíso, para Viña, para esta región y para este país. Junto a muchos de los
compañeros que hoy día están acá cantando, convirtieron la guitarra en fusil y
se fueron a organizar la resistencia recorriendo cerros, organizando a
pobladores, a trabajadores, a estudiantes, convirtiendo su voz en la
propaganda, en la educación popular. Si ellos, habría sido mucho más difícil
organizar resistencia. Obviamente eso le significó también la cárcel, la
represión, y en un minuto determinado quisieron llevárselo lejos e esta región
y lo relegaron a Futrono, pensando que allí podrían acallar al cantor. No
pudieron, allá en Futrono también organizó, allá en Futrono también activó,
allá en Futrono llevó las causas que él abrazaba. Él así lo hizo siempre, los
viajes de Carlos por Chile, y los viajes de Carlos al extranjero, nunca eran
para hacer turismo, siempre eran para aprender y llegaba cantando y hablando de
las culturas, de los otros pueblos, de los otros lugares, y lo trasmitía, en
trasnochadas tertulias, en esa magnífica forma que tenía de decir “hay que
seguir, tenemos que avanzar, hay que aprender de las derrotas, de las
traiciones, de las caídas, para volverse a levantar, volver a cantar, volver a
organizar”. Así abrazó la música, el canto, la poesía, la memoria y la defensa
de los derechos humanos. Para nuestro Colectivo Carlos es tremendamente
importante también, porque fue fundador del Colectivo 19 de Noviembre; porque
quiso convertir la memoria en una acción; porque quiso decir que aquellos que
cayeron lo hicieron combatiendo y lo hicieron por una causa, y esa causa había
que volver a reivindicarla, y había que trasmitirla a las nuevas generaciones.
No bastaba solo con llorar a los caídos, había que reivindicarlos; había que
convertirlos en un espacio, un espacio público. Esta casa, la Casa Memoria,
también es parte y un pedazo de la creación de este gran compañero. Hasta el
último segundo, sus amigas, sus amigos, sus compañeros, nadie le dice solo
amigo, todos le decimos hermano, porque en eso se convirtió, en el hermano de
las causas, en el hermano en la lucha, el hermano en la necesidad de volver a
levantarnos, reconstruirnos. Allí están todas las banderas sobre su féretro y
eso no es casual, porque además entendía que no importaban las formas de lucha,
todas eran válidas, siempre y cuando actuaran todas unidas. Compañero, hermano,
maestro, aquí te quedas por siempre, porque los hombres como tú no mueren. A
sus hijos, a su compañera, decirles que la luminosidad de Carlos Zamora no
muere, se queda. Hombres como él nunca mueren. A sus compañeros, a sus amigos,
del Brasero, del Francés, darles las gracias, porque también fueron parte de
esa tremenda cadena humana que junto a este hombre construyeron tanto, hicieron
tanto, por los jóvenes, los niños, por las futuras generaciones y lo siguen
haciendo. Carlos Zamora, compañero ¡Hasta la victoria siempre!”
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 19 de noviembre 2019
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