En la Universidad Católica de Valparaíso, lugar en donde
cursó estudios universitarios, el weichafe y werken de la Coordinadora Arauco
Malleco, Héctor Llaitul, presentó un libro en donde se explica el pensamiento
político estratégico de esta organización, pero no mediante un análisis
sociológico o académico, sino a partir de los testimonios directos de los
integrantes de los Órganos de Resistencia Territorial (ORT) y las acciones
desarrolladas por ellos a lo largo de más de veinte años de existencia.
En esta ocasión, Laura Hernández, hermana de Mauricio
Hernández Norambuena, entregó un saludo de su hermano dirigido al pueblo
mapuche en resistencia y al mismo tiempo denunció las aberrantes condiciones
especiales de aislamiento carcelario que sufre el Comandante Ramiro en la
Cárcel de Alta Seguridad, las cuales son similares a las que era sometido
cuando estaba preso en Brasil.
Jaime Castillo Petruzzi, ex combatiente internacionalista,
fue el encargado de dar por iniciado oficialmente el encuentro y conversatorio,
en una sala del tercer piso del Edificio Gimpert de la Universidad Católica de
Valparaíso, aula que se hizo pequeña para acoger a las y los asistentes a esta actividad, muchos de los
cuales debieron permanecer en las afueras del recinto sin poder ingresar a ella.
En su introducción Jaime Castillo expresó: “Para
nosotros que somos no mapuche, somos winka, y a pesar de nuestra formación
política ideológica de avanzada de izquierda revolucionaria, hay un sinfín de
aspectos de lo que es la vida, la lucha, la tradición, la cosmovisión, la
propuesta política de la lucha por su autonomía, su independencia, por
recuperar sus tierras el pueblo mapuche, que nosotros no conocemos. Estamos
ajenos a lo que es el planteamiento político que nos hacen los compañeros (…)
La CAM tiene 20 años de resistencia y en esos veinte años ha cristalizado una
cantidad enorme de acciones, de documentos en donde va plasmando su identidad,
va plasmando su propuesta. De esto nos viene a hablar el compañero, el peñi
Héctor Llaitul en la presentación de este libro.”
Héctor Llaitul hizo una extensa exposición respecto al
contenido y los objetivos del libro en donde se dan a conocer públicamente los
planteamientos de la Coordinadora Arauco Malleco.
Transcribo a continuación, parte de su intervención:
“Mi nombre es Héctor
Llaitul Carrillanca, soy mapuche, mapuche williche,
de la zona de Osorno, hacia la costa. Actualmente soy un weichafe, que es una categoría muy particular y para nosotros tiene
que ver con esto de entender la lucha mapuche en el sentido del weichan, que es la lucha de nuestro
pueblo nuevamente por la restitución de nuestros derechos fundamentales, basado
en lo que es la libertad de nuestro pueblo, en la recuperación de sus
territorios, en la defensa de nuestra Ñuke
Mapu, que es fundamental para seguir siendo un pueblo nación. Somos una
organización mapuche de tipo autonomista, nos definimos como una organización
revolucionaria, hacemos definición por el anticapitalismo, esa es nuestra
expresión concretamente en nuestra práctica política. Llevamos ya poco más de
dos décadas de resistencia al interior del Movimiento Mapuche, por eso quiero
indicar que no necesariamente represento a todo el Pueblo Nación Mapuche,
represento particularmente a esta organización y a una parte del Movimiento
Mapuche Autonomista, que hoy día ha asumido con mucha fuerza la reconstrucción
de nuestro pueblo, esta confrontación que nos toca hoy día con los Estados
opresores, el Estado chileno y el Estado argentino, y contra, principalmente
nuestro enemigo histórico hoy día basado en el sistema capitalista que opera
indiscriminadamente en el Wallmapu, y
que en el último tiempo ha ido agudizando contradicciones con nuestro pueblo.
En ese marco se ha venido desarrollando la lucha de nuestro pueblo, en
distintas expresiones. Hay muchas expresiones al interior de la lucha mapuche.
Yo represento una de las tantas expresiones que se ha vuelto legítima en el último
tiempo y que tiene que ver con esto de asumir con el rol histórico que le toca
a nuestro pueblo, cada vez que somos objeto de la invasión, de la ocupación y
de las injusticias (…) Hoy me toca un rol particular, dentro de la vocería de
la CAM, vocería en tanto cuanto los planteamientos políticos de lo que dice
relación principalmente de lo que son
nuestras expresiones concretas en la confrontación con el Estado. De un tiempo
a la fecha, a raíz del avance sustantivo que han tenido las políticas
extractivistas del capitalismo en nuestro
Wallmapu, se han desarrollado una agudización de los conflictos con
nuestras comunidades, con nuestro pueblo, y en eso ha habido expresiones de las
que ustedes tienen seguramente conocimiento. Lo que me toca a mí es dar respuesta,
ser el portavoz de la gente, hombres y mujeres mapuche, que estamos luchando en
la territorialidad ancestral. Nosotros
como CAM se nos conoce en lo que es el ámbito de la recuperación de las
tierras, esta situación muy particular y muy generalizada a la vez, de lo que
es la lucha por nuestros derechos, derechos en todos los sentidos. Seguimos
siendo conocidos por estar involucrados en ese ámbito, ya que nosotros
definimos la lucha por el territorio como nuestro norte y uno de los objetivos
estratégicos, ahí estamos involucrados, en conjunto con otros mapuche (…)
No soy Héctor Llaitul
no más, sino que represento a una organización mapuche, y con mucho orgullo lo
digo, a la Coordinadora Arauco Malleco, a la CAM, organización autonomista,
revolucionaria, mapuche, que estamos involucrados muy fuertemente en este
proceso de la reconstrucción nacional de nuestro pueblo, el Pueblo Nación
Mapuche. Tenemos una propuesta política que vamos trabajando y luchando en ese
sentido. Ya van más de dos décadas de nuestra resistencia. Podemos hablar de
que ha habido un camino, hemos hecho un camino y nos hemos situado en esto del
quehacer político. Para mi hoy día es una emoción, porque traigo la voz de los weichafe, hombres y mujeres que luchan
de forma decidida, muy valiente, de mucho compromiso y sacrificio, en el Wallmapu. Nos hemos proyectado en esta
lucha tan significativa que es la defensa de nuestros territorios, la defensa
de nuestros recursos y de formas de vida que parecía que ya estaban agotadas,
estaban exterminadas, pero que hoy día tienen plena vigencia y que tienen que
ver con esa relación con la tierra, con la naturaleza, con nuestra madre
tierra, Ñuke Mapu, de la que nosotros
como mapuche nos identificamos plenamente.
En ese plano
circulaba entre nosotros algunos documentos, escritos, en donde íbamos
compilando algunos de nuestros pensamientos, nuestra experiencia. Con el
tiempo, apareció un texto que se manejó internamente, pero que hoy día nos
vemos un poco en la obligación de sacarlo a la luz pública, porque también
entendemos que la lucha de nuestro pueblo nación no va a caminar
sustancialmente si no tiene el acompañamiento de los diversos sectores, o de
las distintas expresiones de lucha también, que tienen definido un enemigo
histórico que es el mismo. Que es la oligarquía, el poder de dominación que
estaba basado en el sistema capitalista. En ese plano hay un pensamiento que
fue madurando al calor de la lucha, desarrollado, y en esto también quiero dar
a entender que si andamos presentando el texto de este libro, tiene que ver con
que este es uno de los libros que no está escrito por especialistas, ni
académicos, ni historiadores, sino que está escrito por gente que lucha. Yo les
traigo el agradecimiento de esa gente. No es un texto cualquiera, es un texto
escrito con mucha dificultad, de gente que tiene la experiencia al rigor de la
lucha como se está dando hoy día en el Wallmapu.
Una lucha de tipo muy desproporcionada, muy injusta, en todo lo que significa
el aparataje estatal, todo el sistema de dominación, entonces ha habido mucho
esfuerzo para construir este pensamiento. Un pensamiento que ha ido decantando
y el valor que tiene es que ha sido construido por los propios actores de esta
lucha.
El libro dice “Chem ka Rakiduam”. Nosotros pensamos
mucho en lo que es la portada del libro y, seguramente, los amigos que nos
sacaron la impresión del libro trataron de que pasara medianamente
desapercibido, pero se ve, si lo miramos con detención es un grupo de weichafe que hoy día combate en la
territorialidad ancestral mapuche. Son miembros de un Órgano de Resistencia
Territorial, un ORT, y es la portada del libro, por lo tanto hay una
responsabilidad política de entregar este tipo de imagen, porque tiene que ver
con lo que está sucediendo en el Wallmapu.
Hay una confrontación, hay un estado de beligerancia, la que nuestro pueblo ha
ido asumiendo con mucha responsabilidad y compromiso.
“Chem ka Radikuam”, los que estaban en la lucha concreta, en la
acción, sabían perfectamente lo que significaba el “chem”, que da a entender esta suerte de acción en la que nos vemos
involucrados, en el que hacer, en algún acto que tiene que ver con lo
propiamente mapuche. “Chem” es cuando
se hace una acción directa y es uno de los elementos fundamentales de nuestra
práctica política. “Ka Rakiduam”
explica pensamiento, nosotros hablamos del pensamiento mapuche. Cuando nosotros
planificamos la lucha por la autonomía, no solamente nos referimos al
proyecto o a un tipo de sociedad a
reconstruir, a conquistar, sino que también hablamos de un tipo de vida, una
forma, una lógica ancestral en nuestro actuar que tiene que ver con
reconstruirnos como mapuche y reconstruir la nación mapuche (…) La autonomía la
entendemos como la lucha permanente, cotidiana, necesaria, en el día a día, en el
metro a metro, por nuestros territorios, por nuestros recursos, por nuestra
reconstrucción y formas mapuche. Eso constituye una política orgánica
independiente en todo sentido. La descolonización, en ese marco, tiene mucho
significado. Entonces, hablamos de la reconstrucción mapuche, pero entendiendo
la autonomía en esa dimensión de independencia política. También lo entendemos
en lo que es la autoafirmación propiamente mapuche, o la resignificación que
nos toca a nosotros como mapuche y como pueblo, y ahí tiene importancia todo
este mundo antiguo que nos legaron antepasados, de cómo vivir y cómo entender
el mundo, cómo asumir esta relación con la naturaleza (…) Pero lo más
importante, es llevar adelante la descolonización, lo que ustedes hablan de
deconstrucción o búsqueda de una alternativa distinta a un sistema que nos
oprime y que nos mantiene dominados en general. Nosotros hablamos de la
descolonización ideológica y del fortalecimiento de un pensamiento
eminentemente propio. Todo esto se conjuga, todos estos elementos de la
autonomía y en el fondo se construye un pensamiento político ideológico
propiamente mapuche, y ese es el Rekiduam.
En la mitad de este texto está plasmado este pensamiento, plasmado en cómo
entendemos la liberación, cómo entendemos la autonomía, cómo entendemos el
proceso de acumulación para sentar las bases de nuestra propuesta política. La
otra parte del libro tiene que ver con la acción política.
Ciertamente a la CAM
se nos conoce por estar involucrados, como decía a anteriormente, en proceso de
recuperación de tierras, pero a nosotros también se nos conoció en cómo
nosotros nos presentamos frente a la sociedad en general y frente a todo el
sistema que nos oprimía y a todo el inmovilismo que ocurría en la sociedad en
su conjunto, y tiene que ver con esto de la acción directa, que tiene que ver
con un tipo de reclamación, plasmado en la rabia, en la ira, y hay un devenir
en lo que es la acción directa propiamente tal. Lo que se conoce por los medios
y las han tildados como acciones terroristas, delincuenciales o violentistas.
En el texto hacemos reivindicación de la lucha, de las acciones que llevan
adelante los distintos ORT.
En una entrevista a
“Le Monde Diplomatique” referí respecto de la necesidad incluso de utilizar la
violencia política para la defensa de nuestros derechos políticos,
territoriales y ancestrales. Este es el sostenimiento del pensamiento mapuche.
La práctica política ha sido llevada adelante por Comunidades, por distintas
organizaciones y expresiones de lucha, pero hoy día los que han asumido un rol
protagónico han sido los weichafe.
Esta nueva generación de hombres y mujeres mapuche que ha tomado la
decisión de organizarse de tal forma y
llevar adelante acciones en defensa de los territorios y de la libertad, como era
antaño.
Hay aquí relatos,
incluso, de acciones, que es lo inédito del libro. Esa es la parte compleja y
polémica de este libro, por lo cual podrá ser perseguido. Hay relatos de
acciones llevadas adelante y que están narradas aquí de primera mano por weichafe. Nunca antes, ningún texto,
ningún registro lo había hecho, y para nosotros significó una discusión al
interior del Movimiento Mapuche de la CAM, el poder desarrollar este tipo de
expresión. Sentimos y pensamos que teníamos la necesidad de hacerlo, porque el
actuar de los weichafe se ha vuelto
protagónico en el conflicto con el Estado Nación chilena. Es una de las formas
que nos obligó el Estado de dominación, toda vez que ha militarizado zonas de
conflicto, toda vez que la posición es la constante criminalización, la
persecución y la negación de todos nuestros derechos. Hay por lo tanto un
agotamiento de las vías políticas o de este caminar por la institucionalidad
opresora y, por lo tanto, la resistencia y la autodefensa se ha vuelto
absolutamente necesaria.
Acompañando la lucha
del pueblo mapuche ya hicimos transversal una consigna que es “AMULEPE TAIÑ WEICHAM”, que significa la
lucha de la nación mapuche continúa.
Con posterioridad a la presentación del libro se realizó un
conversatorio en donde se plantearon numerosas preguntas, las que fueron
respondidas por el weichafe Héctor Llaitul, reiterando y profundizando todos
los planteamientos anteriormente expresados. A manera de ejemplo, transcribo
parte de una de las respuestas entregadas por Héctor Llaitul:
“Lo que existe hoy
día efectivamente es un ámbito, un escenario prácticamente de guerra contra la
nación mapuche, impuesta desde el Estado, desde los Estados, el Estado chileno
y el Estado argentino. Nosotros hablamos prácticamente de un escenario de
guerra en contra del Movimiento Autonomista Mapuche, el que reivindica estos
dos grandes pilares que nosotros sostenemos con fuerza y que tratamos de que
así sea, la lucha por el territorio y la lucha por la autonomía, cuestiones
centrales en nuestro proyecto político y del Movimiento Mapuche Autonomista.
Esto lo digo, porque hacemos una diferencia con respecto a los otros
Movimientos que están luchando por integración, un tipo de inclusión, o
derechamente por políticas sociales que le beneficien como sector, otro tipo de
concesiones a conseguir.
La lucha del pueblo
mapuche, en estricto rigor, debiera ser por territorio y autonomía, para la
reconstrucción de la Nación Mapuche, por ahí nosotros estamos, por ahí nos
tienen que ubicar. Como la lucha ha avanzado en ese plano, se han agudizado
estas contradicciones, porque la reivindicación de tipo territorial que
nosotros vamos desarrollando, tanto como CAM y otros Movimientos, ha chocado de
frente con este muro que es el sistema capitalista, es decir, con los intereses
que están del otro lado. Nosotros planteamos la reconstrucción de la Nación
Mapuche, los derechos mapuche, la justicia, la dignidad y todo lo que está relacionado
a la condición de nuestro pueblo nación, pero en una propuesta política de
reivindicación territorial y política, y en esa reivindicación territorial para
reconstruirnos, nos toca pelear o confrontar con los capitalistas
principalmente. Por eso nuestras definiciones son de un anticapitalismo tal,
que no transamos, al menos de la CAM. Una, porque esa es la realidad, es decir,
lo que existe hoy día en el Wallmapu
es la invasión, la permanente ocupación del capital respecto de los recursos y
nuestra territorialidad ancestral. La confrontación de nuestro pueblo no es con
la sociedad chilena, la confrontación del Pueblo Nación Mapuche es en contra de
los intereses y las inversiones capitalistas que están operando
indiscriminadamente en la territorialidad ancestral…”
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 08 octubre 2019
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