“La libertá non é star sopra un albero
Non é neanche il volo di un moscone
La libertá non é uno spazio libero
Libertá é partecipazione”(…)
Giorgio Gaber “ La libertá”
“La libertad no es estar sobre un árbol
no es tampoco el vuelo de un moscardón
la libertad no es un espacio libre
Libertad es participación” (…)
Un nuevo 21 de mayo en Valparaíso bajo un verdadero “Estado de Sitio”. El plan de la ciudad fue nuevamente “parcelado” con tres anillos de seguridad entre la Avenida Argentina y la Plaza Sotomayor. Dos mil efectivos policiales (1.200 traídos desde Santiago), según cifras entregadas por las propias autoridades, son los guardianes de “orden y seguridad pública”.
Dentro de estos tres anillos, el espacio facilitado para que las Fuerzas Sociales se “manifiesten libremente” quedó limitado a 5 cuadras, ubicadas entre la Plaza Victoria y el Parque Italia. Porque las protestas y manifestaciones en esta “democracia en la medida de lo posible” deben ser efectuadas con la autorización respectiva de las autoridades de turno, por los espacios y tiempos definidos por ellas. Esto nos demuestra que los gobiernos civiles que sucedieron a la tiranía se diferencian muy poco de esta, no sólo por las restricciones que se colocan a la libre expresión ciudadana, sino además por ser fieles continuadores del modelo de libre mercado implementado por civiles y militares durante la dictadura. Manifestarse “libremente” se convierte así en una gran falacia, más aún, cuando para darle un “toque democrático” a esta decisión, hacen participar a los convocantes a reuniones en donde se define, además del recorrido y horario autorizado, la forma en cómo debe desarrollarse la manifestación. Se trata de que todo sea lo más ordenado posible, con un gran “espíritu cívico y republicano”, para evitar caer en excesos que “obliguen” a las Fuerzas Policiales a “restablecer y proteger el orden público”. Pobre de aquellos manifestantes que no acaten estas normas de comportamiento, ya que en ese caso el benévolo gobierno democrático se verá impulsado a usar la fuerza…y sabemos lo que eso significa.
La reflexión que tenemos que hacer es por qué debemos acatar normas que ni siquiera en plena dictadura se respetaron. Para manifestar el descontento a nadie se le pasaba por la mente el pedir permiso a la tiranía y los mítines, marchas y acciones relámpagos se multiplicaban ocupando los distintos lugares de la ciudad, tomando por sorpresa y obligando a las fuerzas represivas a dispersarse. Hoy en cambio las movilizaciones no sólo están restringidas a un determinado espacio, sino además totalmente rodeadas por la policía y todo su aparataje represivo pronto a actuar cuando les venga en gana. Así ocurrió hoy día, en donde antes de que se iniciaría el acto en la Plaza del Pueblo, intervinieron con el guanaco y el zorrillo llenando de agua pestilente y gases tóxicos el ambiente. Y en esta acción represiva actuaron en forma brutal, sin siquiera tener consideración con Compañeros Ex Presos Políticos que están en Huelga de Hambre, con sus condiciones físicas debilitadas por el ayuno que llevan adelante y viajaron desde Concepción para denunciar la insensibilidad del gobierno ante sus demandas, ya que fueron atacados con gases lacrimógenos lanzados directamente a sus caras. Debido a esto tuvieron que ser trasladados de urgencia al Hospital Van Buren, descompensados, con síntomas de asfixia y vómitos.
En estas movilizaciones resulta paradojal observar la participación de militantes de Partidos Populares que hasta hace muy poco eran detractores acérrimos del modelo neoliberal y hoy se encuentran formando parte de un Gobierno que lo perfecciona y profundiza. Aún cuando utilizan discursos encendidos y grandilocuentes y en sus consignas mencionen a Fidel y el Che, levantan como estandarte de lucha un Programa de Gobierno deslavado y difuso junto a una serie de reformas poco claras, ambiguas y que en nada afectaran al modelo implementado, reformas que terminan “cocinándose” entre cuatro paredes y que finalmente en nada benefician a los sectores populares.
Así, este 21 de mayo, alrededor de diez mil personas se manifestaron dentro del espacio permitido para tal efecto, acorraladas por las Fuerzas Policiales, mientras al interior del Congreso Nacional - totalmente aislado por vallas papales y policías - las “elites” se reunían a escuchar la Cuenta Pública entregada por Michelle Bachelet, quien ajena a la protesta popular, partió después a rendir honores a la Plaza Sotomayor, rodeada de los altos mandos uniformados, ignorando que a escasos metros de allí, en el zócalo del Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes, se encuentran desde hace 31 días los Ex Presos Políticos en Huelga de Hambre.
En esta democracia en la medida de lo posible, vivimos bajo un régimen de libertad obligatoria
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 21 de mayo 2015
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