Al cumplirse un mes desde que se produjo el megaincendio en la región de Valparaíso realicé un nuevo recorrido por el sector de la Población Argentina en la comuna de Quilpué, pudiendo observar que las pobladoras y pobladores -luego de terminar con el proceso de remoción de escombros y limpieza de los sitios, situación que todavía sigue en curso dada la magnitud de la catástrofe- han iniciado con celeridad, esfuerzo y, principalmente, con sus propios recursos el proceso de autocostrucción de sus viviendas de emergencia, puesto que las casas de emergencia prometidas por el gobierno tardan mucho en ser entregadas y hasta esta fecha solo se ha concretado la entrega de solo algunas decenas de viviendas.
Como plantean los vecinos y vecinas afectadas por el siniestro “no creemos mucho en las promesas que nos hacen ya que no vemos que se cumplan. En los puntos de prensa dicen con bombos y platillos que están entregando casas prefabricadas, pero por acá todavía no ha llegado ninguna. Todas las casas que se están levantando en este sector lo están haciendo los vecinos y como usted puede ver, estamos bien solos, no hay voluntarios ni nada de eso, nos vienen a ayudar algunos familiares, algunos amigos y algunos compañeros de trabajo, pero eso no más. Lo que sí nos han entregado varias veces ya es mercadería y eso se agradece, pero lo principal para nosotros es contar con un techo y por eso no nos podemos quedar sentados esperando, hay que seguir adelante no más y tratar de construir por nuestros propios medios una casita de emergencia.”
En esta ocasión la presencia de uniformados era prácticamente inexistente, puesto que solo pude ver una patrulla de carabineros a la entrada de la población. A medida que pasan los días “vamos quedando más solos”, agregan los vecinos y al preguntarle por la presencia de estudiantes universitarios dicen que “no hemos visto estudiantes aquí en la población, a lo mejor ahora que van a empezar las clases se aparecen por acá, pero para sacar los escombros y limpiar no vimos estudiantes por acá. Hay algunos muchachos que vienen a repartir comida todos los días, pero vienen de la olla común que funciona aquí en la sede vecinal y también vienen familias particulares que reparten almuerzo todos los días, eso no nos ha faltado nunca, también en la tarde pasan repartiendo colaciones, pero como le digo, son particulares. Del municipio nos han repartido harta mercadería, eso no se puede negar”.
Durante las horas que permanezco en el lugar soy testigo de la llegada de un camión de la Municipalidad de Quilpué con cajas de mercadería y útiles de aseo que reparten a las familias del sector; también presencio la labor de un camión especializado que llega a limpiar e higienizar los baños públicos de emergencia distribuidos en diferentes sitios de la población. Al comentar lo positivo de esta labor me relatan que “los baños funcionan muy bien, los vienen a limpiar todos los días y usted mismo ha podido comprobarlo, eso ha sido una gran ayuda, uno no puede andar quejándose de todo, porque hay cosas buenas que se han hecho, pero como le decía antes lo más importante para nosotros son las casas, es tener un techo, eso es lo más importante para nosotros y ahí está puesto todo nuestro empeño. Usted ha podido ver como ya hay muchas casitas que se están construyendo por los propios vecinos. Hay que ponerle el hombro no más. Yo sigo limpiando y preparando el sitio para poner una casita prefabricada que encargué. He juntado la plata de las ayudas que me han dado y otros dineros que me han aportado en forma directa algunos compañeros de trabajo, amigos, amigos de los amigos, la solidaridad siempre está presente y eso nos levanta el ánimo porque si nos quedamos esperando las soluciones que prometen desde el gobierno quizás cuándo vamos a solucionar el problema de tener un techo, que para todos nosotros es lo principal. Mire ahí va un vecino que es de la tercera edad, él vive solo y se le quemó su casita, pero un particular supo de su caso y le regaló una casa prefabricada. Eso es un gesto muy bonito y a todos nos pone muy contentos, nos da fuerzas, porque hay que seguir adelante no más, hay que seguir viviendo”
Como manifesté en una crónica anterior, estas observaciones en terreno corresponden a un sector acotado del vasto territorio afectado por el megaincendio, en este caso en particular a la Población Argentina ubicada en la parte alta del paradero 32 del troncal urbano, a unas diez cuadras en dirección hacia el sur, por lo tanto, es una visión parcial, que si bien es bastante similar a lo que ocurre en otros lugares siniestrados, no puede generalizarse, ya que cada territorio tiene características y realidades diferentes.
Guillermo Correa Camiroaga, Quilpué 02 marzo 2024
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