Silvio Cuneo Nash Sin desmerecer los dotes de Alfredo Castro, su interpretación en esta película está lejos de representar una brillante actuación. Con todo, lo más destacable en ‘Tengo miedo torero’ es la presencia de Castro, aunque el personaje deja gusto a poco. La historia no parece ayudarlo y el guión resulta pobre y aburrido. Asimismo, la teatralidad de Castro no sintoniza con el resto de la obra, la que es demasiado fría para la sensibilidad de Lemebel. Por otra parte, la lejanía con la realidad poco ayuda. Resulta muy poco creíble que los miembros del FPMR, preparando un atentado contra el tirano, se arriesguen a guardar las armas en la casa de un desconocido que está recién descubriendo algún tipo de sensibilidad política. Esta falsedad recuerda irremediablemente a otra película chilena que cuenta la historia del plebiscito en el que a un publicista fantasioso se le ocurre cómo hacer la campaña para derrotar a Pinochet. La relación romántica homosexual entre los dos...
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