MEMORIA:BASE AERONAVAL EL BELLOTO, OTRO IMPORTANTE CENTRO DE DETENCIÓN Y TORTURA DE LA ARMADA EN LA V REGIÓN
El Colectivo Lebu-Colliguay ha iniciado otro proceso de rescate de la dolorosa memoria histórica popular relacionada con centros de detención y tortura implementados por la Armada de Chile en la V Región. Se trata, en esta ocasión, de la Base Aeronaval El Belloto y sus instalaciones que -como en los casos del Buque Prisión Lebu y el Campo de Concentración Isla Riesco en Colliguay- fue completamente destruida y en dicho sector se construyó un gran centro comercial.
Se trata de recintos que fueron hechos desaparecer para que no quedaran vestigios materiales de los mismos, como una forma de borrar y negar la historia represiva llevada adelante por agentes del Estado, en este caso integrantes de la Armada de Chile, en contra de chilenos y chilenas después del golpe de Estado de 1973.
Por eso, el recuperar la historia de dichos recintos de prisión y tortura, es un trabajo que permite mantener viva la memoria y, al mismo tiempo, se transforma en un instrumento pedagógico para que las nuevas generaciones puedan conocer lo que allí sucedió.
Conversé con dos integrantes del Colectivo Lebu-Colliguay, Antonio y Carlos, para que dieran a conocer algunos aspectos de este nuevo proyecto que han iniciado:
Antonio:
“Nos hemos dado la tarea de intentar cerrar esta etapa, que ya tiene alrededor de tres años y ocho meses. Iniciamos con el Proyecto Lebu, pensamos que tenía que continuar y por eso levantamos la investigación y el trabajo de Colliguay. Ambos finalizaron con unas publicaciones, unos libros: “Lebu, Prisión Flotante” e “Historias Ocultas de Colliguay”. Ahora nos propusimos terminar este proceso con la Base Aeronaval El Belloto, porque consideramos que está pasando muy desapercibida. Esa es la razón por la que iniciamos esta actividad como colectivo, para rescatar memoria. En un período corto hemos recopilado bastante material y no puedo dejar de mencionar a nuestro editor, que trabajó los dos libros anteriores y ahora está con mucho trabajo por este nuevo proyecto, él es Gilberto Hernández. Este compañero es un elemento fundamental en lo que nosotros estamos levantando.”
Construcción de centros comerciales donde estaba la Base Aeronaval El Belloto
Tengo entendido que también está incluida en este proyecto la realización de una maqueta de la base aeronaval…
Carlos:
“Si. En el colectivo, por alguna virtud o coincidencia, coincidimos tres arquitectos, dos jóvenes recién egresados, cuyo trabajo de titulación tiene que ver con los campos de concentración en Chile, en esa época. Trabajaron con nosotros en el tema Colliguay y, dada esa experiencia e interés que ellos tienen, desde un punto de vista académico por la memoria, de una investigación con otra mirada, se incorporan para realizar, en la etapa de recolección de información, una maqueta virtual, tridimensional en lo que es El Belloto, la Base. Pasa, al igual que el Lebu y Colliguay, estos tres lugares o recintos, tienen similitudes en cuanto a la falta de información respecto de ellos. Es cada vez más difícil encontrar en la web fotografías de eventos que acaecían en El Belloto. El Belloto era un lugar público para Quilpué, de hecho, funcionaba un Club Aéreo, funcionaba un Club de Aeromodelismo y en algún momento, también, la gente de la Universidad Santa María tenía un tema de cohetería, que hicieron ahí también. Un día del año se abría al público y había un Festival Aéreo y prácticamente toda la ciudad de Quilpué iba allá. Entonces, haber pasado de un recinto abierto al público y ver en lo que termina después del golpe, en un campo de detenidos, un campo de concentración, de alguna manera, porque eso es lo que creo que fue y finalmente termina borrado, convirtiéndose en un mall, con sectores sin construir a los que no se puede acceder, entonces toda esa investigación se está sistematizando y va a concretarse en la reconstrucción virtual del recinto.”
Pero, además de lo virtual, ¿van a realizar una maqueta material como la del buque Lebu o Colliguay?
Carlos:
“Si, también va a haber una maqueta. Eso también se está trabajando. Son caminos distintos los de la maqueta virtual y la maqueta material, pero confluyentes. Esto constituiría la trilogía de lugares de detención de la Armada en la región, que han sido desaparecidos, sin que queden restos de ellos. Asimismo, estamos en la recopilación de relatos. Estamos buscando a gente que estuvo ahí, en los distintos niveles de detención que hubo ahí, porque son distintos los niveles, de hecho, hay asesinados, desaparecidos y torturados brutalmente, hasta personas que estuvieron de tránsito porque estaban cruzando el campo, cosa que se dio, porque como decía anteriormente, la base era un espacio más bien público antes del golpe, la ciudadanía la tenía incorporada como parte de ella y cruzaban la base como tránsito, para acortar camino.”
¿Qué importancia han visto o han podido rescatar en relación con la construcción de maquetas, en cuanto a la materialidad de ellas ya su importancia como un instrumento pedagógico?
Antonio:
“Quiero agregar dos cosas. Primero rescatar el entusiasmo y el aporte incondicional que nos brinda Mario Puelche Zamora, el constructor de las maquetas, quien es un factor importantísimo en nuestra herramienta de aporte a la memoria histórica. Con las maquetas hemos ido a diferentes lugares, a centros educativos y las respuestas que hemos tenido han sido muy productivas y en ocasiones nos han sobrepasado, ya que hemos encontrado gente que se ha acercado y nos ha dicho: nuestra familia o algún pariente estuvo en ese lugar. Por ejemplo, el doctor Velasco, que era jefe del Hospital Siquiátrico, estuvo detenido en una bodega del Lebu y en la maqueta del Lebu está caracterizado en una figura con su delantal blanco. En relación a Colliguay, se nos acercó una persona mientras estábamos dando una charla en un liceo nocturno de Quilpué y nos dice que ella estuvo en el campo de Colliguay.”
Pero, más específicamente, más allá de los libros y testimonios, la materialidad, o sea, la maqueta en sí misma, ¿ha sido un instrumento valioso para la pedagogía de la memoria?
Antonio:
“Claro que sí. Días pasado estuvimos en el aniversario del Liceo Eduardo de la Barra y se acercó gente que nos reconoce en primer lugar diciéndonos “ustedes son los de la maqueta del Lebu”, por ejemplo, y comienzan a hacer relatos de sus vivencias, de lo que ellos vivieron ahí en el barco y me dicen “nosotros hemos llevado a nuestros parientes a la ex cárcel de Valparaíso para mostrarles la maqueta del Lebu e indicarles en que bodega o lugar estuvimos detenidos”. Otros nos dicen que vieron la maqueta cuando la exhibimos en la Municipalidad de Valparaíso y les hicieron relatos a sus nietos de lo vivido ahí. Ese solo hecho nos da cuenta de que la tarea que hemos hecho ha valido la pena. En relación a la maqueta de Colliguay ha pasado exactamente lo mismo. Hemos sentido mucha cercanía de la gente, que observa con mucha atención las maquetas cuando las hemos exhibido, y lo hemos hecho en muchos lugares, incluyendo el Museo de la Memoria en Santiago, y las personas aprecian el rescate de la historia, de la memoria, con esos dos objetos, las maquetas, con la materialidad como dices tú.”
Carlos:
“Creo que es muy interesante el tema de las maquetas del maestro Puelche, aunque no son construcciones técnicamente fidedignas, por decirlo de alguna manera, entonces, tienen un lenguaje que es más cercano a quien no conoce la situación, por eso me atrevería a decir que tiene algo como un dibujo, ya que su construcción sintetiza lo importante. En el caso del Lebu están las figuras de los marinos, está la figura del Dr. Velasco, de las compañeras que estaban en los camarotes y eso es muy sensible al verlo, emociona. Con Colliguay pasa lo mismo, ahí está la figura del perrito, que yo lo encuentro icónico, y esa historia del perrito que matan los marinos no me la puedo sacar de la memoria. Ese lenguaje que tiene esa forma de hacer maquetas, que no es lo de la maqueta digital ni es tampoco la maqueta de reconstrucción histórica profesional, o el barco de exhibición hecho a escala, este es otro lenguaje que es muy potente. La gente que ve esto, los niños que ven esto les produce preguntas y me parece que eso es fundamental, el haber podido lograr eso.”
Podríamos concluir, por lo tanto, que las maquetas constituyen un material didáctico, pedagógico, que permite trasmitir la memoria de mejor manera, al estar ahí, físicamente, materialmente, frente a las personas…
“Exacto, definitivamente eso es así.”
Antonio:
“Nosotros no nos imaginamos nunca dónde estamos ahora y eso también ha sido gracias a las maquetas, gracias al maestro Mario Puelche, a Mario, desde su condición de artista autodidacta. Por otro lado, es interesante ver como su trabajo converge con lo que hace la academia, los arquitectos con las maquetas virtuales en tres D. Ambas formas, ambas propuestas, se complementan entre sí. Eso ha sido muy interesante.
Guillermo Correa Camir
oaga, Valparaíso 11 de junio 2025
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