Con una extensa y variada programación se realizó en el Sitio de Memoria ex Cárcel de Valparaíso el IV Encuentro Nacional de Sitios de Memoria, bajo el lema “Las Artes de las Memorias por el Derecho de vivir en Paz”.
Más de un centenar de compañeras y compañeros pertenecientes a distintas organizaciones de derechos humanos, la mayoría de las cuales gestionan diferentes sitios de memoria a lo largo del territorio nacional, participaron los días viernes 3 y sábado 4 de octubre de este importante e interesante encuentro, aportando diversos tipos de materiales como libros, afiches, trípticos, adhesivos, arpilleras, maquetas, registros fotográficos, que fueron exhibidos en distintas exposiciones instaladas en la galería de reos. Por otro lado, en diferentes espacios y salas del Parque Cultura Ex Cárcel, se realizaron conversatorios, proyección de audiovisuales e intervenciones artísticas que permitieron no solo intercambiar experiencias y dar a conocer lo que se realiza en los distintos sitios de memoria, sino que también tejer redes solidarias, lo que permite sumar fuerzas en este trabajo de rescate, conservación y promoción de la memoria histórica popular reciente de nuestro país.
Cabe destacar que esta es la primera ocasión en que este encuentro nacional de sitios de memoria se realiza fuera de la región metropolitana, lo que sin duda es una interesante iniciativa que debiese ser replicada en otras regiones para los próximos encuentros, ya que es una forma de romper con el centralismo tan propio de nuestro país.
Una de las actividades centrales de este IV Encuentro Nacional de Sitios de Memoria fue la realización del Seminario Internacional “A 50 años del Plan Cóndor: Aprendizajes y Desafíos para América del Sur”, donde participaron como panelistas Sandra Raggio, Directora General de Áreas de Comisión Provincial por la Memoria, de Argentina; Roberto Cipriano, Secretario de Comisión Provincial por la Memoria, de Argentina; Lilian Celiberti, Sobreviviente del Plan Cóndor y Activista de Derechos Humanos de Uruguay; Rogelio Goiburú, Director de Dirección de Memoria Histórica y Reparación del Ministerio de Justicia de Paraguay; Karinna Fernández, Abogada Defensora de Derechos Humanos, del Equipo del Proyecto Colaborativo Plancondor.org; Francesca Lessa, Profesora Asociada en la Universidad UCL en Londres y Coordinadora del Proyecto Colaborativo Plancondor.org. La moderadora de este seminario fue Francia Jammet, Encargada Nacional de la Unidad de Cultura, Memoria y Derechos Humanos.
Conversando con diferentes personas pertenecientes a distintos sitios de memoria, prácticamente todas coincidían en lo enriquecedor que había sido este encuentro, ya que, a través de las distintas ponencias, conversatorios, exhibiciones audiovisuales y exposiciones, habían podido conocer las realidades de los numerosos sitios de memoria existentes a lo largo del territorio nacional. También coincidían en resaltar la calidad de la información que fue entregada por las distintas expositoras y expositores durante el desarrollo del Seminario Internacional referente al Plan Cóndor.
De lo observado durante estas dos jornadas me pareció que es en torno a las instalaciones y exposiciones presentes en la ex galería de reos junto a las conversaciones informales que se realizan fuera de las salas de proyecciones o de los conversatorios programados, donde se producen los encuentros más enriquecedores, ya que las y los propios integrantes de los distintos sitios de memoria pueden dar a conocer de manera directa, didáctica y fraternal las experiencias vividas en los diferentes territorios, intercambiando valiosas informaciones.
Comparto a continuación uno de estos encuentros informales que se produjo en torno a las exposiciones de la galería de reos, donde tres muchachas de la localidad de Punta Arenas se acercaron a conversar con integrantes del Colectivo Lebu-Colliguay, ya que les llamó poderosamente la atención las maquetas del barco Lebu y la del Campo de Concentración de Colliguay, puesto que sus familiares habían estado detenidos en el Campo de Prisioneros de Río Chico, ubicado al interior de Isla Dawson y Río Chico, al igual que Colliguay, fue construido con el trabajo forzado de los propios prisioneros políticos
Los compañeros y compañeras del Colectivo Lebu-Colliguay les explicaron el sentido y objetivo de la exposición, reforzando y respaldando sus relatos con las maquetas y las diferentes estructuras y personajes representadas en ellas.
En este mismo sector de la galería de reos una arpillera gigante reproducía distintos sitios de memoria de nuestro país emplazados entre Arica y Punta Arenas. Uno de ellos, ubicado en el extremo sur, denominado “Campo de Prisioneros COMPINGIM”, había llamado la atención de los integrantes del Colectivo Lebu Colliguay, ya que desconocían la existencia de dicho lugar de detención. Las compañeras de Punta Arenas Patricia Ojeda, Mónica Ojeda y Ana Marlen Guerra, perteneciente a la agrupación Hijos y Nietos por la Memoria y a la Colectiva Cueca Sola Punta Arenas manifestaron conocer perfectamente dicha información y se acercaron a la arpillera para relatar lo que transcribo a continuación.
Patricia Ojeda explicó lo siguiente:
“Esta es Isla Dawson que queda entre medio del Estrecho de Magallanes, por este lado está la provincia de Magallanes donde esta Punta Arenas y por este otro lado de Isla Dawson está la provincia Tierra del Fuego, donde está Porvenir. Frente a Isla Dawson hay algo que se llama la Bahía Inútil. Para llegar a Isla Dawson se entra por acá (señala en la arpillera), COMPINGIM estaba ubicado más o menos a mitad de Isla Dawson. En la parte superior de la isla está Puerto Harris, un pueblito donde los reos restauraron la iglesia e hicieron otras construcciones. El día 11 de septiembre llegaron con prisioneros provenientes desde Punta Arenas en torpederas, en embarcaciones hasta este lugar, como a mitad de Isla Dawson, los hicieron desembarcar como en una pequeña bahía, los llevaron hasta donde estaban las barracas o los caserones donde los infantes de marina dormían y hacían sus ejercicios. Esto lo ocuparon el día 11 los prisioneros magallánicos, los 70 magallánicos que llegaron. El día 12 llegan a este mismo lugar, que no es un puerto, es una especie de bahía, que fue como lo mismo que el desembarco de Normandía me decía mi papá. El día 12 llegan acá las personas que venían de Santiago, entonces empiezan a sacar gente de los magallánicos para que ellos ocupen los caserones. Estas personas que vienen de Santiago les informan a los magallánicos que el presidente Salvador Allende había muerto, y ese mismo día 12 los magallánicos hacen un pequeño homenaje. Después empiezan a construir lo que sería el Campo de Concentración de Río Chico, al estilo nazi, y ese campo de concentración queda por acá, más abajo. Los que quedan de Santiago y los magallánicos en el COMPINGIM son trasladados al Campo de Concentración. Me parece que es el día 21 de diciembre cuando llega la gran mayoría de magallánicos a las diferentes barracas construidas y se dice que en el momento que estaba más lleno Río Chico, llegaron a ser 400 los magallánicos que están ahí. También desde este lugar los llevan a la ciudad, a Punta Arenas, para torturarlos y luego los traen de vuelta a la isla. Igual acá en el Campo Río Chico los torturaban, los tiraban encima de las plantas de calafates, que tiene espinas, los tiraban desnudos a las aguas del estrecho. En Punta Arenas los torturaban en el Regimiento Cochrane y en lo que le llamaban el “palacio de la sonrisa”. El Campo de Concentración de Río Chico se construyó con trabajo forzado de los mismos prisioneros, que también es un tipo de apremio o tortura. Otro detalle importante es que a los prisioneros los denominaban con letras y números. Mi padre, por ejemplo, era “E-3” en COMPINGIM y en el Campo de Concentración Río Chico era “Alfa 76””
El campo de prisioneros COMPINGIM se refiere a las instalaciones de la Compañía de Ingenieros de Infantería de Marina.
Por su parte, Ana Marlen Guerra expresó:
“Mi abuelo Atilio Encina estuvo en Isla Dawson y en otros centros de detención y tortura de Magallanes. No recuerdo cuanto tiempo estuvo en Dawson, pero sé que pasó una navidad ahí. Él trabajaba en ese tiempo como administrador subrogante, en EMPORCHI. Había llegado hacía poco a Magallanes. Él era amigo de Allende, era de Valparaíso, yo nací en Valparaíso, pero vivo en Punta Arenas. Mi abuelo había tenido problemas en Valparaíso, él era como un justiciero y se habían producido unas injusticias con Vialidad, donde trabajaba, porque él no era como de resolver las injusticias que veía o lo que le parecía mal tan calmadamente, él en ese tiempo se iba a las manos y en las marchas y en la calle las luchas eran también con el cuerpo. En esos momentos él trabajaba en Vialidad. Entonces él hablo con Allende y le dijo si lo podría ayudar a salir de ahí y lo mandaron a Punta Arenas. Mi abuelo primero estuvo detenido en el Regimiento Cochrane, que igual es un sitio de memoria, solo que es un regimiento. También lo llevaban a tortura a esta casa ubicada en Colón 636, que sufrió un atentado incendiario el 20 de febrero del 2020 y todavía no se determina quiénes fueron. Nosotros creemos que quienes hicieron este atentado son de la extrema derecha y fue un atentado porque sí encontraron en las pericias que se hicieron, material acelerante, que fue el que produjo el incendio. También supe que en una oportunidad a uno de los prisioneros que llevaban en el barco hacia la isla lo colgaron en el mástil como si fuera una bandera y así atravesaron el Estrecho de Magallanes, con él prisionero colgado como una bandera”.
Por último, Mónica Ojeda manifestó:
“Soy hija de Eduardo Ojeda, que actualmente está vivo. Él estuvo preso en Isla Dawson, pero antes de llegar a Isla Dawson estuvo en el Regimiento Cochrane, estuvo también en el “palacio de la sonrisa”, actual Sitio de Memoria que se llama Punta Arenas Colón 636. Lo tomaron preso el día 11 de septiembre, que era el día de su cumpleaños. Pasó primero por COMPINGIM en la Isla Dawson. Estaba viendo en la arpillera que COMPINGIM lo pusieron separado de Isla Dawson, allá arriba de la arpillera, pero como decía Patricia, estaba ubicado en la mitad de la isla. Mi papá estuvo preso un año y tres meses. Mi papá siempre nos cuenta que como él es flaco, parece como débil muscularmente, entonces a él lo mandaron a trabajar en todo el tema de sembradío, él se preocupaba de todo lo que era la huerta en el Campo de Concentración Río Chico. Para el 73 era funcionario público, trabajaba en INDAP, obviamente lo exoneraron, no volvió al mismo trabajo. Era técnico agrícola y era Secretario General del MAPU, eso es súper importante y por eso lo tenían en la lista. Esa es la historia que te puedo contar.”
Luego de este interesante intercambio de testimonios e información que se produjo en el espacio destinado a las exposiciones de la galería de reos entre las y los integrantes de ambas organizaciones de derechos humanos, se intercambiaron los respectivos contactos y direcciones para poder estar conectados y, de esta manera, seguir enriqueciendo la red de solidaridad que se fue tejiendo entre los múltiples sitios de memoria que estuvieron presentes en estas dos jornadas del IV Encuentro Nacional de Sitios de Memoria que se realizó en el Sitio de Memoria Ex Cárcel de Valparaíso.
Guillermo Correa Camiroaga,
Comentarios
Publicar un comentario