No pude estar presente cuando se inauguró, en la Ex Cárcel de Valparaíso, la exposición en homenaje a Violeta Parra realizada por el Colectivo Bordadoras de la Memoria. Siempre es interesante recoger los testimonios directos de las protagonistas para poder entender las motivaciones y objetivos, y así poder consignarlos en una crónica. Por esta razón, en esta ocasión, me limitaré a entregar una visión como un observador más de esta muestra.
En la página oficial del Parque cultural de Valparaíso se presenta esta exposición explicando que:
“13 bordados basados cada uno de ellos en una canción de Violeta Parra componen esta sentida muestra confeccionada por un grupo de mujeres que están vinculadas al Parque desde hace más de un año. Gracias al trabajo de este grupo de mujeres, se ha podido ir sustentando la labor de la Unidad de Memoria y Derechos Humanos al interior del Parque Cultural, toda vez que, la gran mayoría de ellas está vinculada a este tipo de materias y casi todas ellas estuvieron recluidas durante la dictadura en distintos penales y centros de detención, como Tres y Cuatro Álamos y el Buen Pastor. (…)Con toda esta carga emotiva, el Parque Cultural ha querido inaugurar esta exposición en dependencias de la Cafetería de la institución justo este miércoles 4 de octubre, cuando Violeta cumpliría 100 años de vida y dedicándole cada uno de los 13 bordados a una canción de la más recordada del clan Parra (...) demostrando a través del Arte del Bordado que ningún preso, torturado, ni desaparecido por la Dictadura está olvidado.”
En la página oficial del Parque cultural de Valparaíso se presenta esta exposición explicando que:
“13 bordados basados cada uno de ellos en una canción de Violeta Parra componen esta sentida muestra confeccionada por un grupo de mujeres que están vinculadas al Parque desde hace más de un año. Gracias al trabajo de este grupo de mujeres, se ha podido ir sustentando la labor de la Unidad de Memoria y Derechos Humanos al interior del Parque Cultural, toda vez que, la gran mayoría de ellas está vinculada a este tipo de materias y casi todas ellas estuvieron recluidas durante la dictadura en distintos penales y centros de detención, como Tres y Cuatro Álamos y el Buen Pastor. (…)Con toda esta carga emotiva, el Parque Cultural ha querido inaugurar esta exposición en dependencias de la Cafetería de la institución justo este miércoles 4 de octubre, cuando Violeta cumpliría 100 años de vida y dedicándole cada uno de los 13 bordados a una canción de la más recordada del clan Parra (...) demostrando a través del Arte del Bordado que ningún preso, torturado, ni desaparecido por la Dictadura está olvidado.”
Sin duda alguna se trata de una invitación motivadora y que a uno no lo deja indiferente, razón suficiente para ir a visitarla. Sin embargo, al entrar a la sala de la Cafetería, sorprende negativamente la forma poco digna en que se encuentran instalados los bordados, con una distribución espacial pobre, dando la impresión de haber sido colocados sin un estudio adecuado que buscara dar un realce efectivo a la muestra, dada las notables características de la misma. Se esperaría un mayor grado de profesionalismo de parte de los integrantes de esta institución, puesto que sus miembros deben poseer los conocimientos y contactos necesarios, como también los recursos, para realizar un montaje acorde con el significado de este valioso trabajo.
Sería mucho más grave aún si los funcionarios del Parque Cultural no hubiesen entregado el apoyo necesario para el montaje de la muestra y fueran las mismas autoras de los trabajos quienes se vieron obligadas a realizar la instalación de la exposición para poder inaugurarla en la fecha estipulada.
Las Bordadoras de la Memoria, explicando el sentido de su trabajo, expresaron:
“Aun construimos nuestra historia, bordamos como una herramienta de resistencia al olvido y recuperación de la memoria. Una memoria de lucha y organización popular buscando construir un mundo mejor. Bordando nos unimos cada lunes, esta vez en torno a las canciones de Violeta Parra, quien le canta con su guitarra a la vida, al amor, a los trabajadores, al pueblo mapuche, a las luchas sociales”
Las compañeras Bordadoras de la Memoria cumplieron una tarea de extraordinario valor, plasmando las ideas de las canciones elegidas de manera noble y hermosa. Es posible deducir en cada una de las arpilleras un trabajo de análisis, reflexión, creatividad y estética, en donde la emoción está plasmada en cada puntada de sus bordados. La magia de Violeta Parra, junto a la potencia de la letra de sus creaciones, hizo volar los dedos de las Bordadoras, pero los funcionarios del Parque no supieron estar a la altura para enaltecer este homenaje.
La Memoria, no sólo de Violeta Parra, sino de quienes desarrollaron esta tarea, merecía una forma más adecuada y digna para ser expuesta en los recintos de la Ex Cárcel.
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 16 de octubre 2017
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar