LANZAMIENTO DEL LIBRO “REVOLUCIONARIAS. HISTORIA Y NARRATIVAS DE MUJERES RODRIGUISTAS” EN LA FERIA DEL LIBRO DE VIÑA DEL MAR
En el marco de la edición N°40 de la Feria
del Libro de Viña del Mar este domingo 23 de enero se realizó el lanzamiento
presencial del libro “Revolucionarias.
Historia y Narrativas de Mujeres Rodriguistas”, de la antropóloga Tamara Hernández, publicado por la
Editorial Escaparate. En el mes de junio del año 2021, debido a las
restricciones derivadas de la situación sanitaria, se había efectuado su
presentación de manera virtual.
En esta oportunidad más de cien personas
asistieron a esta actividad que contó con la presencia de Tamara Hernández, la
autora del libro, y de las compañeras Fabiola y Pola, combatientes, resistentes
y sobrevivientes rodriguistas. El moderador de este evento fue Danilo Ahumada,
Presidente del Colegio de Periodistas.
La lucha armada en contra de la dictadura ha sido invisibilizada por los medios de comunicación institucionales y la historia oficial, más aún cuando las protagonistas, las luchadoras populares, las combatientes, son mujeres. Este libro de Tamara Hernández tiene precisamente como objetivo rescatar esta memoria combatiente con una perspectiva de género de estas compañeras militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).
La primera intervención en esta actividad estuvo a cargo de Tamara Hernández, quien en parte de su intervención manifestó:
“Las dos
temáticas fundamentales que cruzan las distintas biografías, pero también mis
reflexiones que fui intercalando en el texto entre lo testimonial y lo
interpretativo, son las relacionadas con la memoria, reflexionar cómo escribir,
cómo leer el pasado a partir de los hechos del presente, recojo acá el trabajo
que se ha hecho en distintos territorios, contextos y temáticas, me coloco
sobre ese trabajo ya hecho, en particular de la memoria política como un tema
que discute a la memoria oficial. La historia del Frente ha sido no solo
ninguneada, sino que no ha tenido lugar en el relato de la transición. Se nos
ha trasmitido una idea de la transición a la democracia en donde la lucha
armada o el enfrentamiento abierto a la dictadura no ha tenido el
reconocimiento histórico que en los hechos se merece.
La segunda temática, que es fundamental en el texto
por tratarse de mujeres, ya que la mirada que le fuimos dando a los temas es la
temática de género. Esto se mezcla con lo anterior porque es una memoria
doblemente negada, no solo en lo que se refiere al Frente como estructura, sino
al lugar que ocupan las mujeres en esta orgánica.
Quiero aprovechar esta oportunidad para hablar del
caso de Mauricio Hernández Norambuena, soy su sobrina. Me permito hacer una
breve nota al pie para quienes no estén al tanto de su situación actual.
Mauricio está hoy en día en situación de presidio, de aislamiento total, casi
completo.
Mi tío Mauricio durante 17 años estuvo preso en
condiciones inhumanas de aislamiento en distintos lugares de Brasil y desde
agosto del 2019 está preso aquí en Chile, hoy en día en la Cárcel de Rancagua,
en condiciones también de total aislamiento con respecto a los otros reclusos y
también a las posibles visitas; se le controla el ingreso de material de
lectura y un largo etcétera que ustedes pueden acceder a conocer en las
distintas redes donde se han articulado distintas campañas de solidaridad para
con su caso y los invito a visitarlos y apoyar las distintas acciones que se
realizan en torno a, en primer lugar, mejorar las condiciones de su presidio y
en última instancia su libertad, que es lo que nosotros como familia estamos
esperando
Él está al tanto de este libro y fue quien plantó la idea. Yo le conté que estaba trabajando temas de memoria y entonces me dijo “por qué no trabajas sobre la compañera Cecilia Magni”. Esta idea, que partió como un homenaje a una compañera en particular, a la Comandanta Tamara, se amplió hacia las mujeres y el rol que tuvieron en el Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Me fui dando cuenta que había muchas más historias en torno a las mujeres del Frente y me pareció mucho más provechoso entregar este relato como un coro, con muchas voces (…) Este libro no es una historia del Frente, se recogen ciertos episodios, ciertos hitos, a propósito de las historias de la mujeres combatientes, de las biografías y los temas que van levantando…”
Después de la intervención de Tamara,
Danilo Ahumada, el conductor de este conversatorio, planteó a las compañeras Fabiola
y Pola la pregunta “cómo se genera este ingreso al Frente Patriótico y cuáles fueron sus
motivaciones para ser parte de esta lucha”.
Transcribo a continuación las respuestas entregadas por las compañeras:
FABIOLA:
“Quisiera salirme un poco del contexto, porque nos
llegó una noticia de que murió Beatriz Levi, ella era la madre de José Joaquín
Valenzuela Levi, nuestro querido compañero, amigo y jefe de la Operación Siglo
XX, más conocida como El Atentado. Él fue asesinado en la Operación Albania el
año 87. Su madre murió ayer en Estocolmo, a los 91 años. Ella es la primera
Ingeniera en Minas que se graduó en Chile (...)
Volviendo a la pregunta, creo que las decisiones que
una toma tiene que ver con la historia previa personal. No me cabe la menor
duda que la mayoría de las personas, independiente de si son hombres o si son
mujeres, que llegaron al Frente lo hicieron porque tenían una historia de
crianza, de una familia con valores, con principios que estaban muy reñidos con
lo que fue el golpe de Estado. En mi caso tuve la fortuna de entrar a la
universidad, relacionarme, conocer a otros jóvenes universitarios de la época,
intercambiar ideas políticas y para mí, en lo personal, fue como un paso muy
natural, no había otra posibilidad, me habría sido imposible quedarme en mi
casa viendo tele, viendo las noticias, enterándome por la prensa de lo poco y
nada que salía de lo que sucedía en este país, y no haber sido partícipe de
luchar por un cambio. Para mí fue eso, fue la crianza, lo que se me entregó en
mi casa, de manera natural tenía que llegar a algo así. No sé cuál será la
experiencia de otras u otros, pero la mía fue esa.”
Por su parte, POLA respondió:
“Mi
nombre es Sandra Trafilaf, soy ex prisionera política de la dictadura,
combatiente del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Para nosotras, nosotros,
porque no tenía que ver con el género en la época, ni tampoco hoy día, sino que
tiene que ver como decía Fabiola con las convicciones, con la crianza, pero
igual que hoy día los medios de comunicación masivo había hecho una apuesta
mediática para tener a un pueblo dormido, un pueblo sedado por una programación
que no entregaba ningún tipo de información que diera cuenta de la realidad, de
lo que estaba ocurriendo en los distintos territorios. Provengo de una familia
que tiene una impronta de clase muy definida, mi madre obrera textil, mi padre
obrero panificador y además él fue un dirigente sindical, militante del Partido
Comunista, así es que en nuestra casa siempre hubo una discusión constante
respecto de lo que pasaba en los distintos territorios. La realidad era parte
de nuestra propia familia y los golpes que la dictadura asestaba a las
luchadoras y a los luchadores; en esos momentos también nos tocaron de manera
directa. Desde muy pequeña tuve que ver la represión directamente, pero también
verla en las calles, porque era cosa de tener los ojos abiertos para poder
mirar lo que estaba sucediendo.
Eso
generó que ingresara muy pequeña a militar a una estructura política y eso
generó un paso natural al Frente Patriótico Manuel Rodríguez. A asumir una
lucha a través de lo que fue la lucha armada. Una lucha muy digna, porque se da
con las hijas y los hijos de estos territorios, y se da para enfrentar a una
dictadura bestial, a un Estado terrorista, cuyas bases y pilares se mantienen
hasta hoy día. Este Estado terrorista que tenía todo el blindaje para sembrar
la impunidad y que tuvo además la fuerza para poder generar que la impunidad se
mantenga hasta hoy.
Esta
lucha fue de muchas vicisitudes, no estuvo exenta de desafíos, no estuvo exenta
de problemas y, además, en condiciones de mucha precariedad. Hay que decir que
la lucha armada, si bien tiene antecedentes con otras estructuras, con otros
partidos, con otras organizaciones, para lo que fue el FPMR, fue recoger estos
legados de resistencia y también recoger el legado de resistencia del pueblo
mapuche. Cada paso era aprender y desarrollar distintas formas de lucha que nos
permitía poder darle algunos golpes a este enemigo poderoso. Eso obviamente
dejó compañeras, compañeros, que fueron hechos desaparecer, torturados, torturadas,
prisioneros, prisioneras, y muchos de nuestros hermanos, de nuestras hermanas,
fueron asesinadas en esta larga lucha.
Esa convicción de que teníamos la justicia de nuestro lado, la necesidad además de que un pueblo tenía que defenderse, fue lo que nos permitió incorporarnos en la lucha armada.”
Danilo, el conductor, plantea que “para bien o para mal hoy la historia ha ido cambiando, ha habido mucha impunidad, se ha instalado la idea de la reconciliación más que de justicia, hoy día aún estamos con presos políticos, entonces la pregunta es cómo se va re interpretando esta vía de lucha, puesto que ha pasado harto tiempo del retorno a esta democracia entre comillas, en que hoy día tenemos una opción de cambio con este proceso constitucional, cómo ha sido este proceso, cómo se resignifica esa historia, cómo se interpreta esa historia y hoy día se trae al presente.”
Fabiola responde manifestando:
“Durante mucho tiempo después que dejó de existir el
Frente para mí, después de los años noventa dejó de tener condiciones
históricas y como orgánica tampoco cumplimos los objetivos por los cuales había
surgido el Frente. A partir de eso, que debe ser a mediados de los noventa,
hasta hace un par de años, yo sentí que todo lo que había sucedido, los muertos
los detenidos, los desaparecidos, todo eso había sido en vano. Toda esa sangre
derramada no había tenido mayor sentido porque este era un país un poco
indolente, un poco amnésico, había seguido adelante con una visión un poco
frívola de lo que debe ser la vida, de lo que son los valores, de lo que es
importante, la valoración de acumular y acumular objetos más que crecer como
personas, pero en algún momento, para el 18 de Octubre, por supuesto, sentí, y
fue algo muy hermoso para mí, sentí que nada había sido en vano.
Ese 18 de Octubre, nosotros, los combatientes del
Frente de la época de los ochenta, también pusimos nuestro granito de arena,
que nosotros aportamos, que los muertos, que la sangre que cayó en esa época,
no solamente de la gente del Frente, sino de otros partidos políticos, de gente
que ni siquiera tenía militancia, de mucho poblador comprometido en la lucha
contra la dictadura, nada de eso había sido en vano. Para mí eso es lo más
rescatable.
Todo lo que hoy día vemos es gracias a todas las personas
que alguna vez pusieron su granito de arena. El 18 de Octubre siento que es la
culminación, no el término, pero sí la cresta de la ola de un proceso que era
inevitable, pero nadie lo esperaba que fuera ahora, ya que se suponía que
vivíamos en un país de la abundancia, porque todo el mundo quería venir para
acá, con migrantes que venían con un sueño de esperanza y se estrellaban contra
este país lleno de problemas, entonces creo que lo que sucedió,
independientemente de los detalles, construyó este presente. No hay presente si
no entendemos el pasado. No podemos pensar que esto fue por generación
espontánea, son cientos de años, no solamente la historia de la dictadura,
tenemos la historia de nuestros pueblos originarios que también están
aportando. Es la valoración y es conocer nuestro pasado, está todo concatenado,
este es el tiempo que estamos viviendo y lo que hoy día estamos empezando a
cosechar y para mí el fruto más bello de todo lo que ha sucedido en estos
últimos cuarenta, cincuenta años es la Convención Constitucional, para mí, en
lo personal, muchas esperanzas en lo que será la próxima Constitución. Tengo
claro que no va a ser al cien por ciento de lo que a mí me gustaría, lo tengo
súper claro, pero creo que por algo se empieza…”
Sandra Trafilaf por su parte expresó:
“La
lucha del FPMR respondió a la convicción muy clara de que todos los pueblos
tienen el legítimo derecho a rebelarse, y en el contexto dictatorial que
vivíamos había la necesidad de defenderse también. La autodefensa se dio en la
dictadura y por lo tanto toda esta impronta que han querido darle de que la
democracia se conquistó con un lápiz y un papel, evidentemente no tiene que ver
con eso, sino que hubo luchas en los distintos territorios, con distintas
organizaciones, que empezamos a construir esta posibilidad de terminar con la
dictadura, cosa que no logramos porque la dictadura siguió vigente en sus siete
pilares centrales, en el sistema económico, en el sistema político, en el
sistema cultural, durante todos los gobiernos post dictatoriales, los que
además los últimos treinta años se dedicaron a profundizar este modelo
neoliberal, a perfeccionarlo, y eso, evidentemente, generó resistencia, generó
lucha callejera y generó organización de autodefensa, que hoy día tiene no solo
a nuestros lamnien mapuche encarcelados en distintas cárceles en el sur, que
son cerca de58 lamnien; también tiene a nuestros compañeros anarquistas, desde
el 2005, 2007 en adelante presos; y también dejó el saldo post Revuelta de más
de cinco mil formalizados solo en el primer año. Eso da cuenta que mientras hay
resistencia va a haber prisión política y va a haber una respuesta de un Estado
Terrorista que sigue vigente hasta hoy.
Si
bien es cierto que esta Revuelta logró generar abrir los ojos, despertar a un pueblo
que había sido dormido mediante una maquinaria ideológica que controla los
medios de comunicación, hemos podido visibilizar que hay demandas que los
pueblos tienen y que siguen vigentes. Y esta lucha, además, ha tenido la
impronta de tener la participación activa de las mujeres y creo que eso también
tiene que ver con la lucha que dimos en dictadura, de poder incorporarnos a
estos grupos armados, de poder ser parte dela resistencia, pese a las trabas
que tuvimos internamente, porque hay que decirlo, con mucho cariño, nuestros
compañeros no están exentos de esta ideologización patriarcal y por supuesto
hubo muchas dificultades. Había que demostrarles que éramos capaces de estar
ahí y de hecho la mayoría de las mujeres que participaron en esta estructura
armada cumplían los típicos roles que cumplen las mujeres, sanidad, logística,
exploración. Éramos muy pocas las combatientes, muy pocas las mujeres
operativas en los grupos, pero no porque no tuviéramos las capacidades, sino
que tenía que ver con esta impronta cultural, con este patriarcado que dominaba
y que, por supuesto, nuestros compañeros han hecho la reflexión al pasar de los
años y han ido evolucionando y hemos ido creciendo juntas y juntos. Eso también
ha permitido que hoy día las mujeres también sean pate de las Primeras Líneas
de defensa callejera, que hoy día estén ocupando todos los espacios. Eso
también hay que reconocerlo en las luchas de antes de nosotras, las que han
venido y en las que seguiremos construyendo un mundo que permita que hombres y
mujeres podamos transitar en todos los espacios de igual forma.
Quedan
grandes desafíos, tenemos además un prisionero político de la dictadura, como
se dijo cuando se abrió este panel, que es nuestro hermano Mauricio Hernández
Norambuena. Esta es la mejor muestra de que la dictadura sigue tan vigente como
en aquellos años. Va a cumplir pronto 20 años en condiciones de máximo
aislamiento y si existe realmente una voluntad política de las nuevas
autoridades de escuchar las demandas que están hoy día en la calle,
evidentemente que la primera medida tendría que ser liberar a todas y todos los
prisioneros políticos de forma inmediata, sin condiciones, sin ingeniería
leguleya que ponen en el Congreso. Nuestras hermanas y nuestros hermanos
deberían salir inmediatamente en libertad, porque su prisión es parte de la
resistencia y de las luchas que se han dado por liberar a estos pueblos.
Pienso
que la lucha, la resistencia y la organización son las que provocan los grandes
cambios que estos territorios necesitan. Además, creo que una de las cosas
importantes del 18 de Octubre fue dejar muy claro que no existe una unidad
nacional, que lo que aquí habitan son distintos pueblo, y estos pueblos tienen
demandas propias como el pueblo mapuche que tiene una lucha por la autonomía
del pueblo mapuche, y además tiene una lucha anticapitalista que está librando
hoy día y que está generando prisión política. No basta con un cambio de
gobierno, tenemos que cambiar el sistema.
Pienso
que la lucha es bastante extensa, que no va a terminar hoy día, que va a
seguir, que va a continuar, y necesitamos también conocer estas historias,
rescatar estas historias, este legado que han hecho las distintas
organizaciones, de lucha y resistencia en el pasado dictatorial, tenemos que
recogerla con toda claridad y poder trasmitirla las nuevas generaciones, porque
el vacío histórico no ha sido casual, también ha sido producto de un sistema
cultural que ha creado los vacíos y esta desconexión con el pasado.
Es
importante avanzar en temas de memoria, en temas de impunidad, porque la
impunidad se volvió a instalar después del 18 de Octubre. Se volvieron a
legislar nuevas leyes por un Parlamento que además ha sido cómplice. El único
que aparece como denunciado ante la comunidad internacional ha sido Piñera,
pero hay que decir con mucha claridad y mucha fuerza que Piñera no aplicó
medidas represivas solo, contó con la complicidad del Parlamento, generando
leyes represivas como la Ley Anti capuchas, que está hoy día en última
tramitación, como la Ley Anti saqueos y la Ley Anti barricadas, que fueron
aprobadas rápidamente, como también mayor presupuesto para las policías, lo que
ha generado tener una cantidad de compañeras, compañeros, hermanas y hermanos
asesinados, mutilados, mutiladas, y también muchos torturados y torturadas, y
eso sigue ocurriendo hasta ahora.
El
mejor legado que podemos recoger y la tarea que debemos darnos es la
organización y la resistencia, porque nada se consigue por regalos o por
dádivas, sino por la lucha”
Guillermo
Correa Camiroaga, Viña del Mar 23 enero 2022
Comentarios
Publicar un comentario