Guillermo Correa Camiroaga, 18 de diciembre 2017
El rescate de los Sitios de la Memoria tiene múltiples y
diversas formas de expresión y acción,
realizadas en forma autónoma o vinculada con instituciones, pero todas ellas
orientadas a la construcción de la Memoria Histórica y, a mi modo de ver , estas diferentes acciones
se complementan unas con otras.
El objetivo de esta crónica es dar a conocer el trabajo
realizado por el Taller de Arpilleras de la Memoria, quienes desarrollaron un
proceso colectivo durante un año y medio, destinado a plasmar sobre Arpilleras
imágenes “fotográficas” que permanecen latentes en la memoria de las y los protagonistas.
Estas imágenes se van haciendo cada vez más nítidas en el
transcurso de las jornadas de trabajo, a través de los relatos e intercambios de
experiencias, transformándose las sesiones en verdaderas experiencias
pedagógicas populares.
Este enriquecedor
proceso de construcción de memoria es el que se estampa sobre la tela. Los
diferentes elementos que componen la imagen de la Arpillera representan, de
esta manera, un trozo de memoria viva.
.
NORA Y SU ARPILLERA:
“El título de la arpillera es “Embarazo en Gestación” y está ambientado
en el dormitorio de las Prisioneras Políticas. Lo que he querido graficar en
esta arpillera es un punto de encuentro de la Prisioneras Políticas,
resaltando, sobretodo, el tema del embarazo. Como ustedes pueden observar, hay
una mujer embarazada en primer plano, y además hay otro bebé en brazos de su
madre. O sea, el conjunto representa un grupo grande de compañeras metidas
dentro de un dormitorio, con una serie de situaciones graves, como era el que
estuvieran los niños prisioneros, los bebés. Entonces los protagonistas
principales de esta arpillera son, en primer lugar, la mujer embarazada,
enseguida la mujer con su hija y las otras mujeres realizando otras
actividades, lectura una, otra un cierto trabajo de artesanía y otra mujer,
inclusive de más edad, que está como reflexionando o en un estado depresivo
debido a la situación en que se encuentra. El otro elemento que tengo ahí, que
me pareció necesario hacerlo, es una reja, y me pareció que era necesario
destacarlo y colocarle ahí abajo que era un encierro del Buen Pastor(…) No puse soldados en los
personajes que quise destacar, pero sí a la monja que custodiaba, por la
historia que ocultan estas monjas en América Latina. “
ALICIA Y SU ARPILLERA:
“Esta es una arpillera colectiva de las compañeras que estuvimos
juntas, en el patio donde estábamos encerradas. La motivación es porque yo
estuve prisionera en el Buen Pastor. Con estas compañeras convivíamos todo el
día. Una es la compañera Gioconda, que está con una guitarra, porque ella
cantaba, otra compañera está tejiendo y yo estoy leyendo. Pero la más representativa para mí es la Gioco con su guitarra. También
está presente la monja, porque nos custodiaban todo el día. A mí y a la Milena
nos llevan desde el Cuartel Silva Palma al Buen Pastor, nos traslada la armada
en camioneta. Estuve un mes y medio en el Silva Palma y en el Buen Pastor
estuve un año y medio. Yo no era mucho de tejer, entonces me gustaba leer, por
eso estoy leyendo aquí en la arpillera.”
VALERIA Y SU ARPILLERA:
“Desde que empecé el Taller de Arpilleras en Valparaíso mi motivación
fue porque sufrí en carne propia la dictadura militar. Se llevaron a mi Papá, y
ya hice una arpillera para él, y también se llevaron a mí hermano, que tenía 18
años. Mi hermano cumple años el 28 de enero y esa fecha lo pilló en el Cuartel
Silva Palma(…) en una de esas conversaciones mi hermano me dice que en el Silva
Palma recibió una torta y que los marinos se la pasaron como riéndose,
burlándose, porque se la pasaron toda rota(…) que aún estando prisionero haya
recibido una torta como las que a él le gustan, de bizcocho, betún y manjar que
le había hecho mi mamá (...) Entonces yo lo encuentro maravilloso, que en esas
circunstancias, mi mamá le haya mandado una torta y eso me motivó a ponerlo
como elemento central en la arpillera. Por eso yo llamé a esta arpillera “La
torta rota”.
“Yo empecé trabajando en un arpillera comunitaria. María Alicia la
empezó acá con el Cuartel Silva Palma, después me la pasó y se suponía que la
íbamos a rotar, pero al final me quedé yo con ella y la fui terminando. Le fui
agregando los distintos elementos. Habíamos pensado primero en la Esmeralda,
pero finalmente salió el buque Lebu, que es un elemento que está, además, como
escondido, porque todos conocen a la Esmeralda, pero no al Lebu. En esta otra
parte le agregué un helicóptero, porque pensaba que la arpillera estaba muy brillante
y le faltaba algo más opaco. Entonces el trabajo de la arpillera es un proceso
que se va completando sesión a sesión, al intercambiar ideas entre todas.”
“Esta arpillera nace de la necesidad de plasmar en ella, y no olvidar,
el sitio donde nuestras compañeras estuvieron detenidas acá en Valparaíso, que
fue el Buen Pastor. Acá yo tengo como componente central la fachada del Buen
Pastor y he querido resaltar la calle en donde estaba ubicado este sitio, para
no olvidar esto. La calle Van Buren N° 2614, en el sector El Almedral de
Valparaíso. Además del sitio de memoria, también rescaté el nombre de Paloma y
Laura , las dos niñas que nacieron y estuvieron en prisión. Entonces, pienso
que el nombre adecuado para esta arpillera sería el de Van Buren 2614.”
PAULA Y SU ARPILLERA:
“Esta arpillera que ven aquí me demoré un año en sacarla. Es un trabajo
con un relato testimonial, que es el traslado de Alicia Oleas desde el Cuartel
Silva Palma al Buen Pastor. Cuando se la llevaron, iba acompañada de una
compañera y dos marinos vigilándolas en la parte trasera de la camioneta.
Entonces quise destacar ese relato, resaltando el edificio del Cuartel Silva Palma y una
camioneta blanca, debajo de la cual coloqué “traslado de prisioneras del Silva
Palma al Buen Pastor”
MARIA ALICIA Y SU ARPILLERA:
“La arpillera que yo hice la titulé “La Colina del Terror” y traté de
plasmar en ella todos los elementos que la hacen merecedora de ese nombre. Ahí
está la Academia de Guerra, ahí está el Silva Palma, ahí está la palmera típica
del Silva Palma. También hay una parte del Silva Palma que nosotras no la
consideramos en las otras arpilleras y es lo que está detrás del Cuartel, por
ejemplo las escaleras que llevaban a “los nichos”, que era donde castigaban a
los compañeros y compañeras. Eran como unos túneles. Después más acá está la
cancha de fútbol, que es como un punto de referencia. Este otro elemento es un
galpón donde torturaban, una especie de casa metálica. En esta otra parte hay
una conexión entre el Silva Palma y la Academia de Guerra.”
GABRIELA Y SU ARPILLERA:
“Mi arpillera tiene como tema central la niña en prisión, la hija de la
Silvia Lillo, la Laurita. Esta situación tan dramática es la que me motivó a plasmarla
en la arpillera.”
CLAUDIA Y SU ARPILLERA:
“Yo quise hacer un homenaje a las mujeres que estuvieron presas. Por la
fuerza, por la valentía, porque están aquí paradas, no las acabaron. Entonces
en esta arpillera trate de decir “aquí estamos, a pesar de todo”. Son mujeres
lindas, conversadoras. Yo soy de Santiago, entonces me costó un poco como
engancharme en estos temas de derechos humanos de Valparaíso y de los Sitios de
Memoria. Empecé a conocerlos de a poquito. También fui investigando. Para
representar puse a la Esmeralda y un cartelito que la apunta que dice
“justicia”, porque todos sabemos cómo funciona la justicia en este país
respecto de estos temas. Para mí el taller fue fenomenal. Yo siempre vengo con
mi hija y me encantó venir porque fue como una alimentación al alma. Como soy
profesora, estos temas los visualizo en mis planificaciones 2018 y esto lo
quiero traspasar a los niños, y quiero que los niños lo traspasen en sus
casas.”
DANA Y SU ARPILLERA:
“Yo aprendí con las compañeras y el compañero del taller que la memoria
no es algo que vive en el pasado y quienes participan son todas personas
activas hoy en relación con los problemas chilenos de hoy día, y por eso quise
hacer una arpillera que está un poco apartada del programa, pero que nos tocó
vivir cuando quemaron la ruka, hace muy poco tiempo atrás, en Peña Blanca. Yo
no quise hacer las rukas quemadas en la arpillera, sino intactas, como un
símbolo de reconstrucción y esperanza.”
El día viernes 15 de diciembre se realizó la ceremonia de
clausura del año 2017, actividad que fue conducida por Valeria, integrante del
Taller quien dio por iniciado diciendo que “Esta es una tarea que busca reconstruir la
memoria que uno tiene dentro.”.
En seguida ofreció la palabra a la
Coordinadora del Programa PRAIS Valparaíso, María Graciela Mena, quien en parte
de su intervención manifestó que “A nombre del equipo que compone PRAIS
Valparaíso queremos darle nuestro más profundo reconocimiento a las que
participaron en este taller, quienes son sobrevivientes del Terrorismo de
Estado(…) Desde hace ya tres años, hemos venido desarrollando una línea de
trabajo enfocada a la Memoria Histórica, no para ustedes, sino con ustedes,
para continuar dando a conocer con fuerza y convicción nuestra historia de
Chile, la que cuentan estas Arpilleras que estamos viendo acá. No se puede
olvidar, haciéndose urgente contar lo que ocurrió y se ocultó.”
Posteriormente hizo
uso de la palabra María Alicia Salinas, Monitora del Taller, quien expresó que:
“ (…) Estamos finalizando un proceso que empezó hace más de un año y
que el año pasado no pudimos concluir, por diferentes razones. Lo retomamos
este año, al alero del PRAIS, porque habíamos hecho un compromiso de trabajar
buscando apoyar a las agrupaciones, o a los grupos de compañeros que estaban
tratando de que se reconocieran los Sitios de Memoria de Valparaíso (…) A nosotras nos pareció que podía ser un aporte
el que trabajáramos con estos grupos y en dos Sitios de Memoria: el Silva Palma
y el Buen Pastor. Nosotras, con las compañeras que hemos
estado trabajando esta cosa del bordado, de las arpilleras, Silvia en las
Arpilleras de la Memoria conmigo, y
Walkiria en las Bordadoras de la Memoria, somos parte de un grupo de sobrevivientes
de Tres y Cuatro Álamos y hemos tratado
permanentemente de levantar lo que fue el trabajo de los talleres laborales en
los Campos de Concentración que hubieron aquí en este país. Nosotras
terminamos hoy día con el Silva Palma y con el Buen Pastor. Hemos aprendido
muchísimo. Hemos conocido a dos niñas que se han vuelto súper importantes para
nosotras, la Pamela y la Laura, hemos sabido cosas que hacían cuando eran
chicas, nos hemos reído de cosas que pasaron.
Allí hay una Arpillera donde hay una compañera que esta gordita,
embarazada, y la guagua que está en la guatita es la Pamela; la guagua que está con un pañal es la Laura.
Este homenaje a las compañeras que sobrevivieron a esos lugares es muy
importante para nosotras.”
Más allá hay otra Arpillera que es muy linda que relata que cuando las
compañeras estaban encerradas en el patio del Buen Pastor, y ellas cantaban para
entretenerse, para distraerse.
Una compañera que se integró este año, que es hija de un ex preso
político, eso lo tradujo allí en esa Arpillera en donde van las compañeras
cantando como tomadas de las notas musicales. Eso produce mucha emoción. “
María Alicia Salinas, puntualizó también algunos aspectos
fundamentales en relación con la definición del trabajo que realizan,
manifestando:
“A mí me gustaría insistir en algunas ideas. Las Arpilleras surgen en el
año 1974, cuando estando nosotras detenidas, nuestras madres, nuestras
compañeras, las esposas que andaban buscando a sus maridos, tuvieron necesidad
de resolver algunos problemas económicos, ya que muchas eran jefes de hogar, y también tuvieron la necesidad de contar lo
que estaba pasando y ellas empezaron a hacer las Arpilleras y les llamaban “Las
Fotos”.
Eran fotos de la realidad, por
eso hay arpilleras donde aparece una fábrica y dice “fábrica cerrada”, otra de
un comedor popular, comprando juntos, olla común, o de lo que estaba pasando.
Esto surge el 74 cuando surge el Comité Pro Paz, que fue la primera
organización que se preocupó en este país de poner abogados y apoyar a los
familiares que andaban buscando a sus familiares detenidos. Esto es muy importante
que nosotras lo tengamos siempre presente, porqué después hay una serie de
variaciones (…)
Las arpilleras que hicieron las
familiares tienen un elemento en común y es que las figuras son todas planas y
por eso nosotros hacemos la figura plana y yo he insistido mucho en eso, porque
de repente hay algunas que quieren hacer las monitas que se hacían en los años
80, que las hacían las compañeras que estaban detenidas en San Miguel y en las
distintas cárceles, ellas usaban la monitas en relieve, con volumen. Los
familiares, fuera de la cárcel, siempre hicieron la figura humana plana,
pegada. El trabajo nuestro tiene más que ver con un homenaje a las que
iniciaron esto, a las que primero tuvieron que empezar a buscar a sus
familiares.”
La ceremonia de cierre del taller continuó desarrollándose
con la exhibición de un video elaborado por el Colectivo Cine Forum con la
colaboración del Taller Arpilleras de la Memoria, en donde se muestra el proceso de trabajo destinado a la
confección de las arpilleras, con relatos y testimonios entregados por las
integrantes del mismo.
El Taller de arpilleras de la Memoria está compuesto por:
María Alicia, Dana, Alicia, Gabriela, Claudia, Cecilia, Luis, Nora, Marisa,
Paula, Silvia y Valeria.
Luis Vildósola, al dar a conocer su experiencia en el
trabajo realizado en el taller, en parte de su intervención manifestó que:” Estos
encuentros son líneas de pedagogía de la memoria que vienen muy desde la base
social, vienen muy desde los movimientos sociales(…) Entonces es una maravilla
encontrarse con talleres como este que propuso María Alicia. Con lo que hemos
avanzado ya hemos reconstruido una parte de la historia de Valparaíso, casi a
pura memoria social, a puro testimonio(…) En esa línea hay mucho futuro, hay
posibilidad de trabajar en investigación, en cine, audiovisual y, además, en
las maravillas que son estas Arpilleras con la historia política que retratan y
que es tremendamente importante de conocer , especialmente porque es la
historia política de nuestras compañeras Presas Políticas.”
Una delegación del Colectivo Bordadoras de la Memoria, que
funciona en la ex cárcel de Valparaíso, estuvo también presente es este acto y
una de sus integrantes, Cecilia Martínez, leyó un saludo en parte del cual
expresan:
“(…) Saludamos a las compañeras del Taller de Arpilleras. Ambas
instancias trabajamos con los recuerdos trasmitidos en imágenes que tienen un
sentido histórico. Es la Memoria Histórica, entendida esta como un recuerdo
colectivo. Una evocación volcada hacia el presente que nos muestra las acciones
colectivas realizadas en Chile durante la lucha de Resistencia a la dictadura
militar. Por más difícil que sea, la Memoria Histórica siempre está consagrada
a quienes por mucho tiempo fueron las y los sin nombre. No se consagra a ellos
sólo porque rescata del olvido sus nombres, sus trayectorias y sus datos, sino
porque pone en tiempo presente efectivamente sus acciones de lucha (…) Así como
la lucha contra la dictadura fue patrimonio de un pueblo resistente, queremos
que la Memoria Histórica se convierta en Cultura de la Memoria, sin dueños ni
apellidos. Que las compañeras y los compañeros caídos, las y los luchadores
sociales, sean patrimonio de Chile
actual y futuro.”
Durante la parte final de la ceremonia, se hicieron entrega
de algunas de las Arpilleras confeccionadas al Colectivo de ex Presas políticas del Buen
Pastor, a la Asociación Cultural Sitio de Memoria Cuartel Silva Palma, al PRAIS
Valparaíso San Antonio y al Centro de Medicina Mapuche Ruka Lawen.
Arpillera donada al Colectivo ex Presas Políticas del Buen Pastor
Arpillera donada a la Asociación Cultural Sitio de Memoria Cuartel
Silva Palma
Arpillera donada al PRAIS Valparaíso San Antonio
Una vez finalizada la ceremonia de cierre del Taller De
Sitios de Memoria Cuartel Silva Palma y
Cárcel del Buen Pastor, las y los asistentes al acto pudieron observar de cerca
estos maravillosos trabajos de memoria latente, estampados sobre las
Arpilleras.
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