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LA MEMORIA DE LAS ARPILLERAS

Guillermo Correa Camiroaga, 18 de diciembre 2017

El rescate de los Sitios de la Memoria tiene múltiples y diversas formas de  expresión y acción, realizadas en forma autónoma o vinculada con instituciones, pero todas ellas orientadas a la construcción de la Memoria Histórica y,  a mi modo de ver , estas diferentes acciones se complementan unas con otras.
El objetivo de esta crónica es dar a conocer el trabajo realizado por el Taller de Arpilleras de la Memoria, quienes desarrollaron un proceso colectivo durante un año y medio, destinado a plasmar sobre Arpilleras imágenes “fotográficas” que permanecen latentes en la memoria de las y los protagonistas.
Estas imágenes se van haciendo cada vez más nítidas en el transcurso de las jornadas de trabajo,   a través de los relatos e intercambios de experiencias, transformándose las sesiones en verdaderas experiencias pedagógicas populares.
 Este enriquecedor proceso de construcción de memoria es el que se estampa sobre la tela. Los diferentes elementos que componen la imagen de la Arpillera representan, de esta manera, un trozo de memoria viva.
 El grupo funcionó algunos meses en el recinto de la ex cárcel de Valparaíso, pero durante todo el  año  2017, gracias a la muy buena disposición de los funcionarios y funcionarias del PRAIS Valparaíso San Antonio, han desarrollado el Taller en el local ubicado en Tomás Ramos, y continuaran un nuevo ciclo el mes de marzo del 2018, con el objetivo de trabajar en nuevos Sitios de Memoria. Este año se determinaron dos Sitios de Memoria, ellos son el Cuartel Silva Palma y la cárcel del Buen Pastor.
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 Distintas integrantes del Taller de Arpilleras de la Memoria nos contaron las motivaciones, la historia y el contenido de los trabajos realizados











NORA Y SU  ARPILLERA:
“El título de la arpillera es “Embarazo en Gestación” y está ambientado en el dormitorio de las Prisioneras Políticas. Lo que he querido graficar en esta arpillera es un punto de encuentro de la Prisioneras Políticas, resaltando, sobretodo, el tema del embarazo. Como ustedes pueden observar, hay una mujer embarazada en primer plano, y además hay otro bebé en brazos de su madre. O sea, el conjunto representa un grupo grande de compañeras metidas dentro de un dormitorio, con una serie de situaciones graves, como era el que estuvieran los niños prisioneros, los bebés. Entonces los protagonistas principales de esta arpillera son, en primer lugar, la mujer embarazada, enseguida la mujer con su hija y las otras mujeres realizando otras actividades, lectura una, otra un cierto trabajo de artesanía y otra mujer, inclusive de más edad, que está como reflexionando o en un estado depresivo debido a la situación en que se encuentra. El otro elemento que tengo ahí, que me pareció necesario hacerlo, es una reja, y me pareció que era necesario destacarlo y colocarle ahí abajo que era un encierro del  Buen Pastor(…) No puse soldados en los personajes que quise destacar, pero sí a la monja que custodiaba, por la historia que ocultan estas monjas en América Latina. “
ALICIA Y SU ARPILLERA:
“Esta es una arpillera colectiva de las compañeras que estuvimos juntas, en el patio donde estábamos encerradas. La motivación es porque yo estuve prisionera en el Buen Pastor. Con estas compañeras convivíamos todo el día. Una es la compañera Gioconda, que está con una guitarra, porque ella cantaba, otra compañera está tejiendo y yo estoy leyendo.           Pero la más representativa para mí es la Gioco con su guitarra. También está presente la monja, porque nos custodiaban todo el día. A mí y a la Milena nos llevan desde el Cuartel Silva Palma al Buen Pastor, nos traslada la armada en camioneta. Estuve un mes y medio en el Silva Palma y en el Buen Pastor estuve un año y medio. Yo no era mucho de tejer, entonces me gustaba leer, por eso estoy leyendo aquí en la arpillera.”

VALERIA Y SU ARPILLERA:
“Desde que empecé el Taller de Arpilleras en Valparaíso mi motivación fue porque sufrí en carne propia la dictadura militar. Se llevaron a mi Papá, y ya hice una arpillera para él, y también se llevaron a mí hermano, que tenía 18 años. Mi hermano cumple años el 28 de enero y esa fecha lo pilló en el Cuartel Silva Palma(…) en una de esas conversaciones mi hermano me dice que en el Silva Palma recibió una torta y que los marinos se la pasaron como riéndose, burlándose, porque se la pasaron toda rota(…) que aún estando prisionero haya recibido una torta como las que a él le gustan, de bizcocho, betún y manjar que le había hecho mi mamá (...) Entonces yo lo encuentro maravilloso, que en esas circunstancias, mi mamá le haya mandado una torta y eso me motivó a ponerlo como elemento central en la arpillera. Por eso yo llamé a esta arpillera “La torta rota”.

 CECILIA Y SU ARPILLERA:
“Yo empecé trabajando en un arpillera comunitaria. María Alicia la empezó acá con el Cuartel Silva Palma, después me la pasó y se suponía que la íbamos a rotar, pero al final me quedé yo con ella y la fui terminando. Le fui agregando los distintos elementos. Habíamos pensado primero en la Esmeralda, pero finalmente salió el buque Lebu, que es un elemento que está, además, como escondido, porque todos conocen a la Esmeralda, pero no al Lebu. En esta otra parte le agregué un helicóptero, porque pensaba que la arpillera estaba muy brillante y le faltaba algo más opaco. Entonces el trabajo de la arpillera es un proceso que se va completando sesión a sesión, al intercambiar ideas entre todas.”


 MARISA Y SU ARPILLERA:
“Esta arpillera nace de la necesidad de plasmar en ella, y no olvidar, el sitio donde nuestras compañeras estuvieron detenidas acá en Valparaíso, que fue el Buen Pastor. Acá yo tengo como componente central la fachada del Buen Pastor y he querido resaltar la calle en donde estaba ubicado este sitio, para no olvidar esto. La calle Van Buren N° 2614, en el sector El Almedral de Valparaíso. Además del sitio de memoria, también rescaté el nombre de Paloma y Laura , las dos niñas que nacieron y estuvieron en prisión. Entonces, pienso que el nombre adecuado para esta arpillera sería el de Van Buren 2614.”

PAULA Y SU ARPILLERA:
“Esta arpillera que ven aquí me demoré un año en sacarla. Es un trabajo con un relato testimonial, que es el traslado de Alicia Oleas desde el Cuartel Silva Palma al Buen Pastor. Cuando se la llevaron, iba acompañada de una compañera y dos marinos vigilándolas en la parte trasera de la camioneta. Entonces quise destacar ese relato, resaltando el  edificio del Cuartel Silva Palma y una camioneta blanca, debajo de la cual coloqué “traslado de prisioneras del Silva Palma al Buen Pastor”



MARIA ALICIA Y SU ARPILLERA:
“La arpillera que yo hice la titulé “La Colina del Terror” y traté de plasmar en ella todos los elementos que la hacen merecedora de ese nombre. Ahí está la Academia de Guerra, ahí está el Silva Palma, ahí está la palmera típica del Silva Palma. También hay una parte del Silva Palma que nosotras no la consideramos en las otras arpilleras y es lo que está detrás del Cuartel, por ejemplo las escaleras que llevaban a “los nichos”, que era donde castigaban a los compañeros y compañeras. Eran como unos túneles. Después más acá está la cancha de fútbol, que es como un punto de referencia. Este otro elemento es un galpón donde torturaban, una especie de casa metálica. En esta otra parte hay una conexión entre el Silva Palma y la Academia de Guerra.”

GABRIELA Y SU ARPILLERA:
“Mi arpillera tiene como tema central la niña en prisión, la hija de la Silvia Lillo, la Laurita. Esta situación tan dramática es la que me motivó a plasmarla en la arpillera.”









CLAUDIA Y SU ARPILLERA:
“Yo quise hacer un homenaje a las mujeres que estuvieron presas. Por la fuerza, por la valentía, porque están aquí paradas, no las acabaron. Entonces en esta arpillera trate de decir “aquí estamos, a pesar de todo”. Son mujeres lindas, conversadoras. Yo soy de Santiago, entonces me costó un poco como engancharme en estos temas de derechos humanos de Valparaíso y de los Sitios de Memoria. Empecé a conocerlos de a poquito. También fui investigando. Para representar puse a la Esmeralda y un cartelito que la apunta que dice “justicia”, porque todos sabemos cómo funciona la justicia en este país respecto de estos temas. Para mí el taller fue fenomenal. Yo siempre vengo con mi hija y me encantó venir porque fue como una alimentación al alma. Como soy profesora, estos temas los visualizo en mis planificaciones 2018 y esto lo quiero traspasar a los niños, y quiero que los niños lo traspasen en sus casas.”

 DANA Y SU ARPILLERA:
“Yo aprendí con las compañeras y el compañero del taller que la memoria no es algo que vive en el pasado y quienes participan son todas personas activas hoy en relación con los problemas chilenos de hoy día, y por eso quise hacer una arpillera que está un poco apartada del programa, pero que nos tocó vivir cuando quemaron la ruka, hace muy poco tiempo atrás, en Peña Blanca. Yo no quise hacer las rukas quemadas en la arpillera, sino intactas, como un símbolo de reconstrucción y esperanza.”


El día viernes 15 de diciembre se realizó la ceremonia de clausura del año 2017, actividad que fue conducida por Valeria, integrante del Taller quien dio por iniciado diciendo que “Esta es una tarea que busca reconstruir la memoria que uno tiene dentro.”.
En seguida ofreció la palabra a la Coordinadora del Programa PRAIS Valparaíso, María Graciela Mena, quien en parte de su intervención manifestó que “A nombre del equipo que compone PRAIS Valparaíso queremos darle nuestro más profundo reconocimiento a las que participaron en este taller, quienes son sobrevivientes del Terrorismo de Estado(…) Desde hace ya tres años, hemos venido desarrollando una línea de trabajo enfocada a la Memoria Histórica, no para ustedes, sino con ustedes, para continuar dando a conocer con fuerza y convicción nuestra historia de Chile, la que cuentan estas Arpilleras que estamos viendo acá. No se puede olvidar, haciéndose urgente contar lo que ocurrió y se ocultó.”

Posteriormente  hizo uso de la palabra María Alicia Salinas, Monitora del Taller, quien expresó que:
“ (…) Estamos finalizando un proceso que empezó hace más de un año y que el año pasado no pudimos concluir, por diferentes razones. Lo retomamos este año, al alero del PRAIS, porque habíamos hecho un compromiso de trabajar buscando apoyar a las agrupaciones, o a los grupos de compañeros que estaban tratando de que se reconocieran los Sitios de Memoria de Valparaíso (…)  A nosotras nos pareció que podía ser un aporte el que trabajáramos con estos grupos y en dos Sitios de Memoria: el Silva Palma y el Buen Pastor. Nosotras, con las compañeras que hemos estado trabajando esta cosa del bordado, de las arpilleras, Silvia en las Arpilleras  de la Memoria conmigo, y Walkiria en las Bordadoras de la Memoria, somos parte de un grupo de sobrevivientes de Tres  y Cuatro Álamos y hemos tratado permanentemente de levantar lo que fue el trabajo de los talleres laborales en los Campos de Concentración que hubieron aquí en este país.  Nosotras terminamos hoy día con el Silva Palma y con el Buen Pastor. Hemos aprendido muchísimo. Hemos conocido a dos niñas que se han vuelto súper importantes para nosotras, la Pamela y la Laura, hemos sabido cosas que hacían cuando eran chicas, nos hemos reído de cosas que pasaron. 

Allí hay una Arpillera donde hay una compañera que esta gordita, embarazada, y la guagua que está en la guatita es la Pamela;  la guagua que está con un pañal es la Laura. Este homenaje a las compañeras que sobrevivieron a esos lugares es muy importante para nosotras.”
Más allá hay otra Arpillera que es muy linda que relata que cuando las compañeras estaban encerradas en el patio del Buen Pastor, y ellas cantaban para entretenerse, para distraerse.           Una compañera que se integró este año, que es hija de un ex preso político, eso lo tradujo allí en esa Arpillera en donde van las compañeras cantando como tomadas de las notas musicales. Eso produce mucha emoción. “
María Alicia Salinas, puntualizó también algunos aspectos fundamentales en relación con la definición del trabajo que realizan, manifestando:
“A mí me gustaría insistir en algunas ideas. Las Arpilleras surgen en el año 1974, cuando estando nosotras detenidas, nuestras madres, nuestras compañeras, las esposas que andaban buscando a sus maridos, tuvieron necesidad de resolver algunos problemas económicos, ya que muchas eran jefes de hogar,  y también tuvieron la necesidad de contar lo que estaba pasando y ellas empezaron a hacer las Arpilleras y les llamaban “Las Fotos”.

 Eran fotos de la realidad, por eso hay arpilleras donde aparece una fábrica y dice “fábrica cerrada”, otra de un comedor popular, comprando juntos, olla común, o de lo que estaba pasando. Esto surge el 74 cuando surge el Comité Pro Paz, que fue la primera organización que se preocupó en este país de poner abogados y apoyar a los familiares que andaban buscando a sus familiares detenidos. Esto es muy importante que nosotras lo tengamos siempre presente, porqué después hay una serie de variaciones (…)
 Las arpilleras que hicieron las familiares tienen un elemento en común y es que las figuras son todas planas y por eso nosotros hacemos la figura plana y yo he insistido mucho en eso, porque de repente hay algunas que quieren hacer las monitas que se hacían en los años 80, que las hacían las compañeras que estaban detenidas en San Miguel y en las distintas cárceles, ellas usaban la monitas en relieve, con volumen. Los familiares, fuera de la cárcel, siempre hicieron la figura humana plana, pegada. El trabajo nuestro tiene más que ver con un homenaje a las que iniciaron esto, a las que primero tuvieron que empezar a buscar a sus familiares.”


 Alrededor de setenta personas, incluyendo niños y niñas, estaban presentes en este acto de finalización del Taller de Arpilleras. Valeria continuó la conducción del acto rindiéndole un homenaje a la compañera Alicia Tapia, fundadora de la Agrupación de Detenidos Desaparecidos, leyendo un poema escrito por Juan Arancibia, titulado ¿Dóndes Están?, que en algunos versos dice:   “Algún día, tal vez, algún día me abandone esta pena mía. ¿Dónde están mi hombre, mi compañera, mi padre, mi madre, mi hijo, mi hija, mi hermano, mi hermana, mi abuelo, mi abuela, mi amigo, mi amiga? Buscando, seguiré buscando…buscando, seguiré buscando…buscando, seguiré buscando”.

La ceremonia de cierre del taller continuó desarrollándose con la exhibición de un video elaborado por el Colectivo Cine Forum con la colaboración del Taller Arpilleras de la Memoria, en donde se  muestra el proceso de trabajo destinado a la confección de las arpilleras, con relatos y testimonios entregados por las integrantes del mismo.
El Taller de arpilleras de la Memoria está compuesto por: María Alicia, Dana, Alicia, Gabriela, Claudia, Cecilia, Luis, Nora, Marisa, Paula, Silvia y Valeria.

Luis Vildósola, al dar a conocer su experiencia en el trabajo realizado en el taller, en parte de su intervención manifestó que:” Estos encuentros son líneas de pedagogía de la memoria que vienen muy desde la base social, vienen muy desde los movimientos sociales(…) Entonces es una maravilla encontrarse con talleres como este que propuso María Alicia. Con lo que hemos avanzado ya hemos reconstruido una parte de la historia de Valparaíso, casi a pura memoria social, a puro testimonio(…) En esa línea hay mucho futuro, hay posibilidad de trabajar en investigación, en cine, audiovisual y, además, en las maravillas que son estas Arpilleras con la historia política que retratan y que es tremendamente importante de conocer , especialmente porque es la historia política de nuestras compañeras Presas Políticas.”

Una delegación del Colectivo Bordadoras de la Memoria, que funciona en la ex cárcel de Valparaíso, estuvo también presente es este acto y una de sus integrantes, Cecilia Martínez, leyó un saludo en parte del cual expresan:
“(…) Saludamos a las compañeras del Taller de Arpilleras. Ambas instancias trabajamos con los recuerdos trasmitidos en imágenes que tienen un sentido histórico. Es la Memoria Histórica, entendida esta como un recuerdo colectivo. Una evocación volcada hacia el presente que nos muestra las acciones colectivas realizadas en Chile durante la lucha de Resistencia a la dictadura militar. Por más difícil que sea, la Memoria Histórica siempre está consagrada a quienes por mucho tiempo fueron las y los sin nombre. No se consagra a ellos sólo porque rescata del olvido sus nombres, sus trayectorias y sus datos, sino porque pone en tiempo presente efectivamente sus acciones de lucha (…) Así como la lucha contra la dictadura fue patrimonio de un pueblo resistente, queremos que la Memoria Histórica se convierta en Cultura de la Memoria, sin dueños ni apellidos. Que las compañeras y los compañeros caídos, las y los luchadores sociales,  sean patrimonio de Chile actual y futuro.”

 Un momento muy especial y emotivo se vivió cuando Valeria nos cuenta que : “hay una arpillera donde aparecen dos guagüitas que nacieron en la cárcel Buen Pastor y una de ellas, Laura está aquí con nosotras. Es un honor y un placer mirarte, porque todas nosotras conversábamos y hablábamos de ti, pero no te conocíamos y aquí estás y es muy emocionante conocerte.”




















Durante la parte final de la ceremonia, se hicieron entrega de algunas de las Arpilleras confeccionadas  al Colectivo de ex Presas políticas del Buen Pastor, a la Asociación Cultural Sitio de Memoria Cuartel Silva Palma, al PRAIS Valparaíso San Antonio y al Centro de Medicina Mapuche Ruka Lawen.

Arpillera donada al Colectivo ex Presas Políticas del Buen Pastor





Arpillera donada a la Asociación Cultural Sitio de Memoria Cuartel Silva Palma













Arpillera donada al PRAIS Valparaíso San Antonio












Una vez finalizada la ceremonia de cierre del Taller De Sitios de Memoria  Cuartel Silva Palma y Cárcel del Buen Pastor, las y los asistentes al acto pudieron observar de cerca estos maravillosos trabajos de memoria latente, estampados sobre las Arpilleras.















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