El domingo 12 de julio se realizó el tercer y último
encuentro virtual organizado por el Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume,
dentro del ciclo “Memorias Inquietas”.
El tema de este Conversatorio fue “Luchas
y defensas territoriales de ayer y hoy”.
La compañera Lili, moderadora de esta actividad, al dar
inicio al tercer encuentro, expresó que: ”cuando hablamos de territorio no nos
referimos al mapa que lo representa, sino al conjunto de relaciones sociales,
políticas, simbólicas, culturales, entre los habitantes, la naturaleza, los
ecosistemas que están comprendidos allí. Estos territorios están cruzados por
la forma en que las comunidades lo habitan o lo ocupan. El territorio de
Panguipulli, sobre el cual hablaremos hoy, está cruzado por diversos procesos o
formas de ocupación. En primer lugar tenemos la mapuche, que establece una
relación de respeto con la naturaleza, y la chilena que es de tipo colonial,
extractivista, que va desde la explotación forestal, con la industrialización
del territorio, los avances de proyectos hidroeléctricos y de servicios
turísticos que tenemos hoy, con las amenazas de especulación inmobiliaria.
Desde la ocupación por parte del Estado chileno, han existido diversas luchas
territoriales, junto al despojo que les mencioné. Estas luchas constituyen
experiencias de dignidad como trabajadores y de los pueblos.”
En esta ocasión los panelistas invitados fueron: ANTONIA
LÓPEZ, Presidenta de la Corporación de Pobladores Históricos de la Cordillera
de Futrono; JOSÉ BRAVO, lugareño y obrero forestal de Neltume, militante del
MIR y luchador popular; y MAURICIO DURÁN, socio fundador del Museo de Neltume,
periodista y comunicador social, creador del diario El Puelche.
Transcribo a continuación parte de las intervenciones de los
panelistas, junto con algunas preguntas formuladas por la moderadora de este
encuentro.
JOSÉ BRAVO:
“Esta historia del Complejo es una cosa como una lección de
educación política para el pueblo, para los trabajadores y para la gente que
lucha, porque ahí se dieron todas las circunstancias que hacen que un pueblo se
rebele y luche por un país mejor. Todo ese territorio, antes de que llegaran
los capitalistas, era territorio mapuche, con los Títulos de Merced que les
dejaron los españoles. Por ahí por el año treinta, los capitalistas, los
patrones, ni se enteraron que las Comunidades tenían Títulos de Merced, y ellos
llegaron y les robaron la tierra, porque las montañas tenían eso que yo llamo
un río de oro verde (…)
Los capitalistas trajeron a la montaña el sistema de las
salitreras. Allá le pagaban a los mineros con fichas para ir a comprar a la
pulpería, acá ya habían hecho la innovación de pagar con vales, para ir a las
mismas pulperías. Todos los meses las personas no alcanzaban a pagar con el
sueldo la comida que habían sacado, entonces empezaba el endeudamiento de los
trabajadores en las pulperías (…)
Cuando se producen las Tomas, nosotros nos enteramos que de
los 24 fundos que al final se expropiaron, había solo 2 fundos que tenían los
papeles al día, los otros 22 fundos los ricos no se habían ni siquiera preocupado
de legalizar sus propiedades, porque eso les permitía no pagar impuestos. Todo
eso lo hicieron los patrones con la ayuda del Estado, la policía, de la Iglesia
(…)
En Carranco, la Toma que ocurrió después de que Allende
asumió la Presidencia, esa era la tercera vez que los trabajadores de Carranco
se tomaban el fundo. La segunda vez está relatada en una película, un
documental que se llama “No nos trancarán el paso”, donde al “instigador”, como
le decían ellos, que era un inquilino que tenía un poco de tierra, pero
trabajaba en el fundo Carranco y también en Paimún, lo acusaron de “instigador”
y le quemaron la casa y los galpones delante de él, y lo amarraron a un árbol
para que viera como castigo, para que a nadie más se le ocurriera hacer Toma de
fundos.
Como dijo Carlos Marx, la burguesía, el capitalismo, es la
única clase que prepara a su propio enterrador. Ahí los patrones estaban
preparando a sus enterradores, que eran los trabajadores. También el Carlos Marx dijo “la historia de
la humanidad es la historia de la lucha de clases”. Entonces ahí se transforma
la lucha de los trabajadores en una cosa política. Después de tantos intentos
los trabajadores en Neltume forman Sindicatos y ahí viene a incorporarse una
cosa nueva que es la vanguardia (…) Había un compañero que venía de Concepción,
llega a Valdivia, y es el encargado del MIR de Valdivia, y él manda a los
compañeros en el principio del año 69 y toman contacto con la gente de los
fundos de allá de Carranco, Paimún, Trafún. Los compañeros descubren que los
trabajadores tenían una altísima disposición a organizarse y a cambiar la
situación (…)
Cuando llegan los
compañeros y les empiezan a explicar esto, la gente entiende rápidamente,
porque ya mucha gente había votado por Allende en la elección cuando salió
Presidente, y después cuando estaba Allende asumido como Presidente, los
trabajadores de Carrán deciden, ahí ya estaba el Pepe con otros compañeros,
tomarse Carranco. Eso fue como el inicio, la llama que enciende la pradera (…)
Desde más o menos los 8 años yo escuché a mi padre hablarnos
de Luis Emilio Recabarren, del Elías Lafferte, del Marmaduque Grove, las luchas
que habían hecho, entonces junto con eso había otra cantidad de gente que
también sabían eso, y cuando llega toda esta otra situación, el Pepe con los
otros compañeros van a Neltume, y les proponen a los dirigentes que nos tomemos
Neltume - y eso se decide en una Asamblea tremendamente grande - nos tomamos
Neltume. Ahí aparece esto que yo le digo de la vanguardia (…) De ahí, desde
fines de noviembre del 70 hasta los primeros días de febrero, nos tomamos 16
fundos.
Por qué les digo yo esto de la vanguardia, porque los
trabajadores de los otros fundos iban a buscar a los dirigentes de Neltume del
MIR para que vayan a tomarse esos fundos, cuando ellos ya lo habían decidido
(…)
Los trabajadores se organizaban, y venían reuniones
sindicales donde ya se les empezó a explicar el asunto de la lucha política,
porque el “pelao” Krauss, que era el dirigente del MIR en Valdivia, más o menos
como a los días que habíamos tomado Neltume, dijo que había que organizares y
formar Bases del Partido, y trajo a un compañero de Valdivia que nos enseñó de
política. Nosotros íbamos a la reunión en las tardes, todas las tardes (…) Salíamos de la reunión y nos íbamos a las
guardias que había y les contábamos a los trabajadores lo que estábamos
aprendiendo. Entonces su instinto de clase que tenían, se fue transformando en
conciencia política (…)
El 15 de enero vinieron los Ministros, Pepe Toha y Jacques
Chonchol, y ellos vieron la actitud de los Dirigentes, porque ningún Dirigente
iba y decía yo soy fulano de tal y punto, él decía soy fulano de tal y vengo en
representación de 80 obreros del fundo tanto, o vengo en representación de 70
del otro fundo, entonces los Ministros vieron que la actitud de la gente era
distinta. Y como el Jacques Chonchol era una persona que a él le gustaba
recuperar tierra para los trabajadores y para los campesinos, en menos de tres
meses - el 15 de marzo del año 71 llegaron los Ministros a Neltume a declarar
que se habían expropiado los primeros 16 fundos - se armó el Complejo, que fue una cosa de
otros compañeros miristas que eran Ingenieros Forestales, que dijeron aquí hay
que formar un Complejo donde esté toda la gente unida.
De ahí nace el Complejo y de ahí nace también la formación
política, porque los trabajadores que no sabían leer, como tenían tantas ganas
de participar, iban a las Escuelas en la tarde después del trabajo a aprender a
leer, porque querían opinar y que su opinión valiera (…) Después de eso la gente
sigue participando en reuniones de conversación política, y después ya se
organizan más los Partidos Políticos, el gobierno nombra Concejeros que eran
quienes dirigían la Administración, con Concejeros de los trabajadores que iban
de los distintos fundos, y se echa a andar el Complejo, pero esta gente, los Administradores
del Complejo, se empiezan a transformar como en nuevas personas privilegiadas.
Y a la gente no le gustaba eso, porque veían al Pepe, veían a los otros
compañeros que no tenían ningún interés en ser jefes de predio ni en ser jefes
de nada, ni en tener dinero, nada, y porque ellos sabían que nosotros lo que
hacíamos era voluntario, nosotros no teníamos sueldo, no teníamos ninguna cosa
de esas. Entonces ellos veían la diferencia (…) El Pepe que era un tipo al que
los trabajadores más querían en todo el Complejo, porque era un tipo simple,
cariñoso, valiente y que hablaba con ellos directamente, y los escuchaba, y
discutía con ellos, porque muchas de las cosas que se aprobaban en las Asambleas,
se discutían en la calle, casi a grito pelado a veces, la gente de ahí se iba
para las Asambleas, y ahí se aprobaban las cosas (…)”
Lili: José, tengo una
pregunta, hoy en día el territorio, la población, además de haber sido
expulsada, aún está privada de varios derechos sociales, como son la vivienda,
la educación, la salud. Si nos puedes contar, en la línea de lo que estás
hablando, cuáles fueron los avances que tuvo en esta materia el Complejo.
“Yo era encargado del MIR arriba y fui el encargado de
convencer al “pelao” Krauss de que había que llevar más gente, más compañeros,
que se hicieran cargo de tres fundos por lo menos, en los distintos sectores,
porque yo me di dos vueltas en el Complejo conversando con los compañeros, me
demoraba un mes en dar una vuelta y hacer reuniones con la gente, con el
Sindicato y los compañeros que eran del Partido, entonces era una cosa de
locos.
Ahí el “pelao”
consiguió muchos compañeros que vinieron, y algunos eran profesores de las
Escuelas Normales de Valdivia, y llegaron a las Escuelas (…) Por ejemplo antes,
en el tiempo de los patrones, los niños de Fuy y de Remeco tenían que venir a
Neltume, venían tres o cuatro horas caminando en la mañana para venir a la
escuela y caminando en la tarde para regresar. Después no. Donde había 10
niños, había un profesor.
En la cosa de la salud se pusieron Postas en todos los
fundos. También el Complejo pagaba avioneta cuando había alguna persona grave,
por algún accidente o alguna enfermedad grave, para llevarlo a Panguipulli, a
Temuco o a Valdivia, donde hiciera falta. Ya nadie se moría por una enfermedad
grave o por algún accidente grave.
La cosa de las casas. En todo los fundos se hicieron listas de
casas, y todo el mundo sabía en qué lugar estaba en la construcción de casa (…)
Todos esos fueron avances. A los trabajadores de todo el
Complejo se le mejoraron los sueldos, se mejoró la seguridad en el trabajo, con
zapatos y botas con punta de fierro, guantes y mascarillas (…) Todas esas
medidas, aparte de que los adultos habían aprendido a leer también, y como en
ese tiempo la lectura en Chile era una cosa donde Chile era líder en América
Latina. Un libro valía menos que un paquete de cigarros. Todo el mundo leía,
todo el mundo participaba y opinaba. Eso hacía que la gente, en ese Congreso
que íbamos a hacer el 9 de septiembre, los trabajadores habían decidido que el
primer punto era que nosotros íbamos al Socialismo a través del Poder Popular
(…)
También se decía que todos los elegidos tienen que ir
caminando en el camino que hemos elegido, si se salen de ese camino, tienen que
presentar su renuncia, porque o si no les pedimos la renuncia, porque nada de
usar en ese tiempo eufemismos, como pasos al costado y esas cosas. Todos los cargos eran revocables y todas las
personas, por muchos estudios que tuvieran, no podían ganar más de cuatro veces
del sueldo de un trabajador del Complejo. Los trabajadores decían: nosotros
estamos creando una sociedad nueva, distinta, donde no hay privilegios,
entonces no podemos tener aquí gente que gane mucha plata, porque eso no
corresponde (…)
Los trabajadores habían aprendido todo eso que ellos tenían
poder y que tenían posibilidades de hacer lo que sea, y que nadie los iba a
cambiar de eso. Eso fue lo que le produjo tanto susto a la derecha con todo su
aparataje de información, de radios, de diarios (…)”
Lili: ¿Cómo era la
relación que tenían ustedes en el Complejo, tanto la organización de los
trabajadores, o la organización política del MIR en tu caso, con la población
mapuche en el territorio?
“Antes del Complejo había mucha gente que trataba mal a los
mapuche, pero después, como mucha gente de las Comunidades fueron a trabajar a
los distintos fundos, pasaron a ser inmediatamente compañeros. Creció la
relación, el trato con ellos, aunque en ese tiempo no había nadie en la
izquierda que tuviera un plan o un programa para la recuperación de tierras del
pueblo mapuche, y si bien nosotros nos encargábamos, porque ya funcionaba el
MCR (Movimiento Campesino Revolucionario) de Lanco hacia el norte, los
compañeros mapuche en el Complejo eran reconocidos por su historia de lucha y
se les trataba como a cualquier otro compañero. Eso fue lo que cambió de la
relación, ya no se les trataba mal ni se les miraba en menos, porque ellos
trabajaban igual o tan bien como cualquier trabajador del Complejo. El Estado,
todavía no quiere reconocer que el pueblo mapuche existe, tiene derecho a sus
tierras que le fueron robadas y que ahora los empresarios usan para producir
eucaliptus o pino.”
INTERVENCIÓN DE ANTONIA
LÓPEZ:
“En primer lugar quiero presentarme: soy la Presidenta de la
Corporación de Pobladores Históricos de la Cordillera De Futrono. Somos
alrededor 1300 personas que, como decía don José que ellos trabajaban en la
parte industrial, nosotros representamos a la parte bruta del trabajo que se
hacía en el Complejo Forestal y Maderero de Panguipulli, porque nuestra gente,
mi abuelo, mis padres mis tíos que pertenecían a este lugar, trabajaban dentro
de la montaña.
Nosotros pertenecemos a la cordillera de Futrono, muchos se
recordaran de Arquilhue, y representamos a distintos sectores como Río Chico,
Los Baños, Chihuio, Las Quemas, por eso tenemos este nombre que es como largo y
complica mucho aprenderlo a la gran mayoría de las personas. Como representamos
a tantos sectores nos llamamos así.
Retomando lo que decía don José, ellos representaban
Neltume, donde estaba la parte industrial, pero la gente de la cordillera, la
que tumbaba esos tremendos árboles, son de este lado. Ellos tenían que meterse
entremedio de los cerros para poder bajar un tronco grandote.
Nosotros somos como los olvidados en realidad, creo que
tenemos una gran deuda y ahora nosotros lo vamos a hacer visible dentro de la
historia de Chile y dentro de la historia del Complejo Maderero Panguipulli. En
el Museo de Neltume hay muchas cosas, lo visitamos, y nos dimos cuenta que
nosotros no estamos, los de Arquilhue, Río Chico, toda esta gente de ahí no
está, no están representándonos , esto no es un reproche, pero es la parte
olvidada y nosotros estamos acá ahora para que nos recuerden y sepan cómo se
formaron los pueblos de Futrono, Nontuelá y Llifén, que ahí está la gran
cantidad de gente que salió de las montañas cuando les empezaron a prohibir
todo lo que era la crianza de animales, sus huertas, sus cosas, todo,
absolutamente todo.
Ahora, viendo la pregunta que hace Lili: ¿qué es el
territorio? de acuerdo al significado del diccionario significa “porción de
superficie terrestre que pertenece a un país”. Para nosotros el territorio
representa un tema muy complicado, muy complejo, porque yo nací en Río Chico,
pero era muy chica cuando viví allí, entonces las vivencias la gente me las ha
dicho en cada entrevista que hemos hecho, en cada persona que se fue a
inscribir a la Agrupación. Nos dicen, saben por qué yo vengo acá, porque yo
tengo una pena.
La gente llora cada vez que recuerda lo que significa el
territorio para ellos, porque la represión, la injusticia y la vulneración de
todos los derechos que hicieron en esa
zona, fue en demasía, porque allí había personas que ni siquiera sabían leer,
no sabían lo que significaba estar metido en el tema político y a través de
imponer este sistema nuevo, neoliberal, que vino a destruir todo lo que
construyó el COFOMAP en la zona, con todos los trabajadores. Hicieron toda una
cantidad de triquiñuelas para poder quedarse con todas esas tierras, que son
los dueños de Chile en este sentido, porque el señor Paulmann es dueño de parte
de Chile, el señor Víctor Petermann, que a través de la historia bonita que
muestran de Huilo-Huilo, no muestran cómo fue que sacaron a toda la gente y
cómo destruyeron la vida de todas las personas que yo represento, porque ellos
amaban su tierra, ellos amaban la forma en que vivían, a pesar de lo difícil y
lo caótico que era.
Ellos para trabajar salían en la mañana muy temprano, arriba
de los camiones, arriba del coloso del tractor, donde muchas veces se daban
vueltas y la gente caía, porque llevaba demasiada gente, porque los caminos no
eran buenos. Es importante saber todas esas cosas y queremos nosotros mostrar y
que nos conozcan, para que cada vez que digan cómo se formaron estos otros
pueblos, primero que se sepa cómo destruyeron el pueblo de la gente que vivían
ahí. Si uno le pregunta hoy en día a alguien, ¿si tú tuvieras un terreno ahí,
qué harías, volverías? Todos dicen volverían, a pesar de la distancia y a pesar
de todo lo difícil que sería para ellos.
A partir de todo el trabajo que nosotros estamos haciendo
queremos visibilizar la historia, que se cuente la historia de Chile tal como
es, no como nos la contaron a nosotras, sino que se sepa lo que es el “capitalismo
popular”, cómo hicieron todo este proceso destruyendo formas de vida, que
aunque eran difíciles, era su forma de vivir, porque ellos vivían en una forma
de Comunidad y se ayudaban entre ellos, tenían una vida que amaban y que se la
destruyeron. Ese es el sentir de nuestra gente en base a lo que significa el
territorio.”
INTERVENCIÓN DE MAURICIO
DURÁN:
“Aún cuando nací en Santiago, tiene que ver con la perspectiva
que uno tiene al ir conociendo la historia del territorio en primer lugar; de
conocer la memoria de los compañeros y compañeras; acercarse en un primer
momento a la historia del Complejo, a través de lo que habían sido la
violaciones sistemáticas a los derechos humanos. Luego conocer, de una u otra
manera el esfuerzo de los compañeros del 81, por ese ejercicio de cojones, de
útero, que estuvo ahí presente, de darle cara a una dictadura y establecer una Resistencia.
Desde esos elementos uno se configura como un cierto
imaginario respecto a lo qué es este territorio de Panguipulli.
Luego, al tener un acercamiento en esos años cuando venía
llegando a Pangui, por ahí por el 2000, 2001, con el proceso de movilización de
los peñi y de las lamngen, que hicieron procesos de recuperación en ese momento.
Así uno conoce esta perspectiva de que no había tan solo el
despojo hacia los trabajadores, sino que también había algo previo. Ahí uno
reconfigura que esto venía desde hace mucho tiempo.
Siempre ha estado presente la pregunta de cómo vinculamos
estas usurpaciones, estas imposiciones dentro del territorio, con la llegada
del modelo neoliberal y esta seudo democracia, con las luchas territoriales que
se han dado en el pasado y las luchas que tienen que darse en el presente.
Ahí está el tema de
un primer acercamiento que tiene que ver con el Museo. Eso fue súper importante
porque me permite vincularme con la gente de mi tierra y poner a disposición lo
que uno es como persona, como ser humano.
Luego viene, en ese mismo tema, de cómo vamos vinculando la
memoria de estas luchas, porque la memoria no es una foto pegada ahí en el
Museo, sino cómo esas fotografías, esas memorias, lo que escuchamos recién de
José o los testimonios de Antonia, por ejemplo, cómo podemos esos elementos colocarlos aquí en el
presente para construir un nuevo futuro.
Uno se da cuenta que es vieja la historia de las
vulneraciones, de la injusticia hacia las personas, y que tenemos todo el
derecho a rebelarnos frente a eso.
Más que transformarse uno en una figura, se trata de apoyar
a las Comunidades, a las personas, a través del ejercicio del periodismo
principalmente; de ponerse a disposición de la gente, siguiendo el ejemplo de
los compañeros y compañeras; es una
trayectoria histórica.
Desde esa instancia, uno sabe que el territorio es más que
el mapa que lo representa, son los sentires, son las luchas, son las historias,
y esta historia de tratar de revertir esta situación de injusticia.
También, por otro carril, uno se da cuenta que hay una
historia, que es una historia también no contada, que es el tema de la
destrucción del territorio por el modelo capitalista, en términos de la
expoliación que hizo de los cerros y de las montañas, lo qué significó para las
Comunidades mapuche haber perdido la tierra, que la manejaba y la entendía
desde otra manera, desde el respeto. Uno ha aprendido muchas cosas acá en el
territorio. De ahí está ese salto de hacer una defensa de los bienes comunes o
de la naturaleza (…)
El territorio ha dado ejemplos claros de ir superando, de
una u otra manera esa falsa dicotomía, de que tú eres peñi y tú eres chileno, y entenderse en función de estar unidos en
la lucha, y de ir defendiendo el territorio. Ahí está la lucha que se hizo
durante mucho rato contra las centrales hidroeléctricas, lo que ha levantado
también el Parlamento de Coz-Coz, que es muy importante el trabajo que ellos
desarrollan continuamente en defensa del territorio (...)
Como gente de izquierda, de sectores populares, como gente
del pueblo, debemos entender la cultura mapuche, ahí hay varios elementos que
uno podría tomar para construir no un Estado monolítico, un Estado Socialista a
la antigua de esos que se cayeron con el muro, sino otro tipo de sociedad. Los peñis hablan de la “multiversidad”, de
los distintos mundos, de las distintas diferencias, donde todos podamos ser
como somos no más.
Que no haya alguien
arriba que te diga cómo tienes que ser. El trabajo en la comunidad, en las
comunidades mapuche sobre todo, a uno le ha dado como otra forma de entender la
realidad y otra forma de sentir también.
Creo que tiene que ver con una lucha contra el racismo, un
apoyo en términos de solidaridad constante con los peñi y lamgnen. Ir
unidos en defensa de la naturaleza y del territorio. Tenemos que plantearnos en
cómo vamos a vivir de aquí en adelante. En algún momento se acabará este
capitalismo salvaje, tenemos que ver cómo lo cambiamos. Esto tiene que ver con
recuperar el territorio no para explotarlo como se hace ahora, sino cómo
pensamos el territorio para reconstruir la naturaleza, para construir otro tipo
de relaciones humanas en esos espacios…”
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 16 julio 2020
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