Una poderosa marea antipatriarcal inundó
las calles de Valparaíso este 8 de Marzo, día de la Huelga Feminista que se
transformó en una potente Jornada de Lucha orientada no solo a exigir derechos
y levantar reivindicaciones específicas como la paridad de género, aborto
seguro, libre y gratuito, terminar con los femicidios, etcétera, sino para
seguir desarrollando el camino de liberación que busca terminar con el
patriarcado, un sistema de dominación, opresión y abuso que está presente en
todos los ámbitos de la vida y la sociedad, independiente del modelo o régimen
político existente.
En la Convocatoria a la Huelga General
Feminista realizada por la Coordinadora 8M manifiestan, entre otras cosas: “Nos
declaramos en huelga desde todos los espacios que habitamos y actividades que
realizamos día a día. Irrumpimos desde las casas, desde los trabajos, desde el
transporte público, desde los barrios, desde las escuelas, en los campos,
pueblo y ciudades. La Huelga General Feminista es proceso que no empieza ni
acaba el 8 de Marzo, pero llamamos a construir juntas una jornada potente de
múltiples formas de expresión, protestas y movilización de las diversas mujeres
trabajadoras, disidentes y sus comunidades.”
En Valparaíso la Jornada comenzó alrededor de las 10 de la mañana, cuando un grupo de mujeres provenientes de los cerros Esperanza y Placeres se juntaron a la altura de Caleta Portales para marchar por Avenida España, la principal arteria que une Viña y Valparaíso, hacia la Plaza Sotomayor, lugar de encuentro general hasta donde llegaron miles de mujeres porteñas para luego marchar por las calles del Puerto hacia la Plaza del Pueblo Salvador Allende, ubicada en la Avenida Pedro Montt, a la altura del Parque Italia.
Distintas Colectivas y Organizaciones
Feministas realizaron numerosas y variadas intervenciones artísticas,
culturales y políticas, en diferentes lugares de la ciudad puerto, como también
lo fueron haciendo a lo largo de todo el recorrido de la movilización.
Los bailes, cánticos, consignas, lienzos
y pancartas llenaron los espacios
públicos de Valparaíso y miles de mujeres rebeldes rompieron los marcos limitados de la emergencia sanitaria en
curso, para mostrar en las calles su fuerza arrolladora. Algunas de las
consignas y cánticos coreados en esta ocasión fueron: “¡Piñera, Piñera, afírmate la pera, que ya salió a la calle la hija de
la obrera!” “Somos diosas, todas poderosas, bajamos la montaña como el agua
entre las rocas”; “¡Morir luchando, sumisas ni cagando!”; “Aborto sí, aborto
no, eso lo decido yo”;”Qué muera Piñera y no mi compañera”; “Puta, maraca, pero
nunca paca”.
Sobre el escenario de la Plaza del Pueblo Salvador Allende se llevó a cabo un acto artístico cultural, incluyendo lecturas poéticas. Transcribo parcialmente el siguiente poema dedicado a Macarena Vladés: (…)”Dicen que a Macarena le temían porque respiraba como los árboles/ y nunca aprendió el oficio de callar/Su voz se mesclaba con la de las ausentes/ y resonaba en las tardes junto a las bandadas migratorias/El agua se le escurría de las manos/levantó los brazos al sol y en perspectiva parecía que lo sostenía/Dicen que sus vástagos la vieron mecerse levemente/permanecía en su estado de reposo suspendida en el aire/los pájaros no migraron ese invierno/se transformaron en huérfanos mirando a la madre/colgando lánguida del techo de la casa.”
Durante varias horas las olas feministas
golpearon con fuerza en distintos lugares del plan de Valparaíso, en este largo
camino de organización y lucha
emprendido para erosionar los cimientos patriarcales sobre los cuales descansa
el sistema de dominación, enfrentándose sin temor, con dignidad y coraje, a un
exagerado contingente policial, que con su aparataje militarizado forma parte
del brazo armado y represivo del patriarcado y el capitalismo.
Numerosas barricadas fueron encendidas por las manifestantes, como una manera de defenderse de las Fuerzas Especiales de Carabineros, del avance de los vehículos policiales, del “guanaco” y del “zorrillo”, que una vez más inundaron el ambiente porteño con agua y gases tóxicos.
En las movilizaciones que vienen
desarrollándose desde hace muchos años, que se masificaron, multiplicaron e
irrumpieron con fuerza volcánica con la Rebelión Popular iniciada el 18 de
Octubre del 2019, cada vez va quedando más claro que la lucha de liberación del
pueblo y la puebla chilena para terminar con el sistema de dominación,
necesariamente tiene que ser de carácter antipatriarcal y anticapitalista.
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