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RECUPERANDO Y REIVINDICANDO LA MEMORIA HISTÓRICA DEL MOVIMIENTO POPULAR

Continuando con las Jornadas sobre  Memoria Histórica relacionados con el territorio de Neltume, Radio Comunitaria Los Placeres, con la colaboración del Centro Cultural Roberto Matta,  realizó el pasado lunes 15 de Marzo la tercera actividad online, destinada en esta ocasión a conocer la formación y funcionamiento del Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume, organización comunitaria y popular que desde hace  17 años lleva adelante el rescate, recuperación y reivindicación de la memoria del territorio, de sus habitantes y las luchas que han desarrollado, en una dinámica de continuidad histórica, pese a los brutales episodios de abuso y represión que se han desatado en contra de sus habitantes, especialmente con el golpe de Estado de 1973 y la detección del Destacamento Guerrillero Toqui Lautaro en el año 1981.

Transcribo a continuación parcialmente las intervenciones de Angélica Navarrete y Liliana Valdivia, integrantes del Centro Cultural Museo y Memoria de Neltume.

ANGÉLICA:

“Nosotros nos conformamos el año 2004 como espacio. En un comienzo parte siendo un proyecto FONDART que se adjudica un grupo de jóvenes que vienen a hacer este rescate de la Memoria a Neltume. Este trabajo estuvo a cargo en sus inicios de Marcela González, antropóloga, y Mauricio Durán, periodista. El trabajo también estuvo integrado por Beatriz Chocori y otras personas más que lo apoyaron, como Bernardo Toledo. Parte siendo un proyecto FONDART que se instala por 6 meses en la localidad, específicamente en la sede de la Junta de Vecinos, que antiguamente había sido el lugar donde operaba la Pulpería en tiempos de los patrones y del Complejo Forestal después. Este proyecto quedó muy bonito, la gente se entusiasmó mucho, nosotros fuimos con mi esposo a conocer la exposición, que se llamó “Muestra de la Madera”, ese fue el primer nombre que tuvo. Era una exposición que tocaba varios puntos de la vida de Neltume, y yo me cautivé con la historia.

Después cuando el proyecto se termina estos mismos chiquillos convocan a la comunidad, se hace una invitación abierta para formar una agrupación que pudiese conservar todo este trabajo que habían  realizado y que de alguna manera esta agrupación cultural pudiese seguir  gestionando diferentes cosas que se venían para adelante, como por ejemplo conseguir un espacio propio.

(…) Posteriormente se gestiona la entrega de una propiedad y la cualidad que esta casa tenía era que se trataba de una ex casa patronal, que es donde se instala el Museo actualmente. Había sido una casa de huéspedes en la que se había alojado el Presidente Allende en su visita a Neltume en el año 1972, cuando existía el Complejo Forestal y Maderero. Por eso se elije esta casa para montar este Museo.

(…) Después de eso se sigue trabajando y en el año 2005 se nos hace entrega de la propiedad en Comodato por parte de  Bienes Nacionales, renovable cada tres años. Nos instalamos y en un comienzo la situación era bien precaria para nosotros, porque no teníamos mayores conocimientos de museografía, trabajábamos con el guión que nos habían dejado los chiquillos que habían montado la primera exposición. Como organización teníamos que ver de qué manera  manteníamos esta propiedad. Bienes Nacionales cuando nos entrega la casa esta no tenía luz, no tenía agua y no tenía cerco; el pasto llegaba hasta las ventanas arriba y nosotros no teníamos recursos y en realidad no hallábamos cómo hacerla funcionar. Una de las sensaciones fue que nos íbamos a ir para la casa, con todas estas dificultades que teníamos, pero no, aquí estamos todavía y creciendo todos los días.”

 LILIANA:

“Llegué el año 2013 al espacio, me invitó Angélica a participar, en ese entonces yo era estudiante de Artes Visuales, y ella me convocó a mí y a un grupo de compañeros de Neltume a participar en la renovación museográfica, que era un fondo que se había adjudicado el espacio. Precisamente a través de esta renovación museográfica pude darme cuenta de la historia del territorio en el cual yo habitaba. Nací en Neltume, me crié en Neltume, pero nunca me contaron esta historia, que ha estado sumamente silenciada y que el Museo, de manera autogestionada, fue poco a poco difundiéndola, dándola a conocer.

La renovación museográfica consistió en tomar toda la colección del espacio. A todo esto, la museografía que menciona la Angélica tiene una colección que fue donada en su totalidad por la comunidad y a través de los años se fueron sumando otras donaciones de distinto tipo, de diferentes actores de otros territorios. Las fotografías, las herramientas, los objetos que tiene la colección museográfica del Museo, son objetos que donaron vecinas y vecinos de la localidad de Neltume, que tienen una carga simbólica súper importante, porque son sus propias memorias.

Hay mencionar que el Museo es una construcción comunitaria.

Se van creando, a través de los años, varias áreas de trabajo. Parte como un Museo con esta muestra que relata la historia y las memorias del territorio; la pre existencia de los pueblos originarios en este territorio, el territorio ancestral mapuche y toda esta historia asociada a la explotación forestal  y a las luchas populares que son el capítulo obrero dentro de este territorio mapuche, abarca desde ese entonces. Después el proceso de colonización y despojo, la llegada de los primeros empresarios, las primeras rutas comerciales para la extracción de la materia prima del bosque y su exportación;  desde ahí cómo se comienzan a organizar las poblaciones en función de la explotación maderera, y obvio que la consecuencia en la forma de vida en la montaña, ya sea las vivencias y las memorias de cómo cocinábamos antes, cómo se comía antes, cómo se vestía antes, cómo nos trasladábamos, como nos educábamos, cuál era la salud, pero principalmente cómo eran las condiciones laborales; luego vienen las luchas sindicales, organizaciones obreras, las Tomas de Fundo, conformación del Complejo Forestal y Maderero Panguipulli;  la etapa de la  dictadura, las experiencias de resistencia armada, y culminamos con relatos de la actualidad.

Nosotros realizamos un recorrido guiado por el Museo, donde dialogamos con nuestros visitantes y la idea es que puedan conocer los relatos actuales también. Principalmente llegar a generaciones que no vivieron la dictadura. Yo por ejemplo no viví la dictadura, pero si las consecuencias de la instalación de un Estado neoliberal.

 

Otra cosa que puedo mencionar del espacio es que parte como un Museo, pero después se fueron formando otras áreas. Por ejemplo la Biblioteca Comunitaria, un programa de actividades de extensión. En este momento recibimos un simbólico financiamiento que permite tener la casa abierta todo el año, con actividades todo el año para la comunidad.

(…)Creo que  el Complejo Forestal y Maderero de Panguipulli es una de las experiencias de Poder Popular más importantes a nivel nacional, es súper enriquecedora. Nosotras en la actualidad la reivindicamos, la mencionamos, la ponemos en valor obviamente, y también nos ha permitido poder conectarla con las experiencias de luchas actuales.

(…) Nuestros viejos lograron organizarse, con un sentir de guata y con una formación que le dieron compañeros y compañeras. Los compañeros del MIR que venían a hacer alfabetización se encontraron con nada romántico acá, con gente que vivía en condiciones de precarización gigantesca y que lograron poder organizarse, tomarse 22 fundos y crear una empresa estatal donde los mismos trabajadores tenían voz y voto en las decisiones de esa empresa.

Luego eso se desarmó, se privatizó y ahí viene la fisura que nos viene a tocar hoy en día a estas nuevas generaciones, que es la privatización y la expulsión de todos estos poblados que formaban parte de este territorio. La migración forzosa, que actualmente, por ejemplo, tiene comités de vivienda de 20 años sin poder tener terreno donde habitar, la privatización del agua, la construcción de centrales hidroeléctricas, la prohibición de los accesos a los espacios comunes.

Por ejemplo nosotros vivimos en un  lugar que es conocido por Huilo Huilo. Nuestros padres, que crecieron trabajando en la madera, tuvieron que reinventarse a fines de los noventa y principios de los dos mil, tienen que trabajar del turismo, que es lo que da pega hoy en día.

Venden el bosque, venden la naturaleza, hablan de una reserva biológica y los mismos pobladores y las pobladoras no tienen acceso a esos espacios. Son pueblos que están asfixiados, cuando antes podían recorrer libremente alrededor de cuatrocientas mil hectáreas.”

 ANGÉLICA:

“No fui siempre de Neltume, pero curiosamente nací en Neltume el año 65 y en ese entonces existía la expulsión del territorio. Mi familia fue expulsada del territorio cuando mi abuelo fue descubierto intentando formar el Sindicato de Trabajadores. Me crié en la localidad de Panguipulli, que queda a 54 kilómetros de Neltume.

Vengo a conocer Neltume, curiosamente, el año 81, en pleno invierno, cuando andaban buscando a los muchachos de la montaña, en esa fecha llegué a conocer Neltume. En el año 88 me vengo a vivir a la localidad.

Me integro a este trabajo de memoria, primero que todo porque en esa oportunidad tuve la oportunidad de conocer y de enterarme de cosas que hasta ese entonces no lograba asociar. Cuando vine en el año 81 nosotros estudiábamos con muchos chiquillos que viajaban hasta la localidad de Panguipulli, algunos estaban internos, otros tomaban pensión donde los familiares, porque Neltume no tenía acceso a la educación de enseñanza media. Cuando ese año vengo a Neltume me encuentro con una localidad copada por militares, y siendo una muchacha de 15 años no lograba entender qué era lo que estaba pasando, porque mis compañeros de curso que vivían acá no decían nada. En Panguipulli, estando a 54 kilómetros de distancia, no se sabía nada tampoco.

Cuando después de este viaje regreso a Panguipulli me entero por televisión lo que estaba pasando arriba en los cerros. Cuando logro integrarme al trabajo de Memoria, cuando se forma esta organización, con los chiquillos que ya te mencioné, Marcela y Mauricio, me vengo a enterar que en la familia de mi esposo había exiliados, que mi suegro había sido torturado, y estamos hablando del año 2004. Había un silencio tan grande que la gente hasta esa fecha todavía no hablaba absolutamente nada de lo que había ocurrido.

 La primera manifestación que se hace en el territorio es la instalación de un Monolito, que está a la entrada del pueblo, en la cual se reunió mucha gente. Fue como el inicio. Ese Monolito no fue instalado por la gente de Neltume. Fueron los mismos ex presos, ex sobrevivientes, que salieron y muchos de ellos pudieron volver al país, los que trajeron ese Monolito.

El temor de la gente toda vía dura en este territorio, porque aquí no hubo detenidos, aquí hubo una masacre, porque los trabajadores fueron perseguidos por este proyecto grandioso que instalaron y que se llamó Complejo Forestal y Maderero Panguipulli, porque eso fue lo que se persiguió.

Aquí no llegaron extraterrestres a darle vida a un proyecto, el proyecto nace en el territorio. Nace con los viejos de la montaña, con los viejos del aserradero, con los viejos que trabajaban en la fábrica. Ellos son los que dicen ¡ya basta de explotación! nos organizamos, y se organizaron, y lo hicieron tan bien que, aunque a muchos de ellos les costó la vida, después cuando el Complejo queda en manos de los militares acá en la zona se escribe un Informe en donde se reconoce, por parte del milico que quedó a cargo, que efectivamente el trabajo que se estaba desarrollando en el territorio era el adecuado, el funcionamiento era el correcto y que estaba entrando ganancias que podían hacer próspero este proyecto más adelante.

Pero lamentablemente esta zona cae en manos de Ponce Lerou y vino la tala indiscriminada de bosque nativo en la zona y la poca preocupación por reforestar, proyecto que ya cuando los viejos se hicieron cargo del Complejo, ellos ya o tenían en mente que había que reforestar lo que estaban botando en la montaña. Sin embargo esto no se hizo y finalmente, como lo menciona Lili, estos miedos y todo lo que pasó con la gente en la época de la dictadura, que fue tan grande y tan atroz en la zona, hace que las tierras que eran de los trabajadores caigan en manos de los privados nuevamente, y se instale un proyecto turístico en donde la gente se tiene que reinventar para poder trabajar y mucha gente que tenía, por ejemplo, su casa y un pedacito de tierra para la siembra, que producía en su huerto pequeñito, se vincula a este proyecto turístico con la construcción de cabañas y de alguna manera trata de equiparar la demanda turística que genera toda esta expectativa que crea esta empresa gigantesca que está acá en la zona.”

Respecto a la relación entre el Museo y el Comité memoria 81 somos dos Organizaciones que trabajamos en conjunto. Con ellos hemos ido solucionando los problemas y también entendiendo más la historia. Hemos ido siempre trabajando de la mano. Se empieza e generar este nexo con el Comité y las actividades del verano empiezan a crecer cada vez más. Y lo que hoy día podemos apreciar es producto de muchos años de trabajo realizados con mucho amor y con el objetivo de contar nosotros mismos nuestra propia historia.”

 LILI:

“El Museo funciona en un inmueble cedido en comodato por Bienes Nacionales, hay un comodato de 30 años, funciona desde el 2004 en esa infraestructura que fue una casa patronal y para el Complejo funcionó como oficina administrativa, como casa de huéspedes también. Es una construcción de dos pisos, en la parte de abajo funciona todo lo que es Museo, el Área Museología y Educación que le llamamos nosotros, donde está instalada la exposición permanente, que cuenta la historia del territorio desde sus inicios hasta la actualidad, donde está instalada la Sala de la Memoria y los Derechos Humanos, que ahí menciona los principales episodios de violaciones a los Derechos Humanos en el territorio, y experiencias de Resistencia.

En el segundo piso tiene una Biblioteca Comunitaria y salones para los Talleres de Extensión que realiza el Museo. Uno de los Talleres de Extensión más importantes, que nace desde el espacio y los gestiona Angélica, es el Taller de Personajes con Historia.

Huilo Huilo cuando instala todo este trabajo turístico llega con la instalación de un imaginario nórdico, entonces lo que vende es un bosque mágico lleno de seres, hadas y duendes, y comienzan a hacer talleres con escuelas, con mujeres del territorio y llega a un punto en que nos damos cuenta que los niños y las niñas se están haciendo la idea de que en el bosque hay seres mágicos y están perdiendo la identidad asociada al territorio.

Lo que hace Angélica, que había participado de estos talleres de elaboración de muñecos, fue transformarlos, y en vez de hacer hadas y duendes crea un taller con mujeres del territorio donde se elaboran personajes con historia.

Lo que se hace en el taller del museo, “Taller de Personajes con Historia”, es crear los oficios que realizaban los trabajadores en la madera: el “totero”, el “corvinero”, el “hachero”, el “maderero”, y también los roles asociados a la vida en la montaña que desempeñaban mujeres, visibilizando el trabajo doméstico que realizan las mujeres en el territorio. Como la “lavandera”, que es un caso especial,  porque acá  agua nunca llegó por cañerías; hasta los ochenta funcionó un sistema de conductos de agua que eran construcciones como de dos metros de altura que canalizaban el agua a través de esas construcciones  de madera que tenían como cinco cuadras, y las mujeres iban a estos lugares donde caía el agua para ir a lavar, abastecerse; la “partera”, que atendía los partos;  y la “médica” que prestaba apoyo con las hierbas medicinales y sus sabidurías. Ese taller es súper importante para nosotras y está presente en la exposición permanente y ha tenido alcances súper importantes, hay un trabajo de género ahí que es inédito en el territorio.

Lo otro que realiza el Museo son trabajos de vinculación con los establecimientos educacionales, participa de un Red de Museos, de diferentes Sitios de Memoria, y con organizaciones territoriales que comparten el mismo proyecto político.”

 ANGÉLICA:

Con respecto a los muñecos, eso tiene que ver que llega una posibilidad de vincular a las mujeres a un desarrollo monetario, porque había muchas mujeres que estábamos en la casa y no trabajábamos con una remuneración. Producto de eso participé en los talleres que hace Huilo Huilo y empecé a tener problemas con la profesora que estaba a cago del taller cuando no conformes con invadir el territorio con hadas y duendes, ellos invaden las comunidades mapuche del lago Neltume, creando seres mágicos mapuche. Ahí tuve una fuerte discusión con la profesora, le dije que eso no era un juego, que los mapuche eran una cultura, eran un pueblo, y no se podían elaborar personajes mágicos con respecto a esa cultura. Por esa razón decidí retirarme y me fui al Museo a hacer este trabajo de rescate de historia. Lo más importante de esto es que la gente local valoró mucho este taller. Hicimos una exposición y fue maravilloso ver como la gente llegaba a esta exposición, no se quería ir, y sentían que esto sí los representaba.”

LILI:

En el año 2019 se firmó la Declaratoria de Monumento Nacional, que estuvo gestionando el Museo desde el año 2016, que declara los inmuebles monumentos históricos, son alrededor de 14 inmuebles pertenecientes a lo que fue el Complejo Forestal y Maderero Panguipulli. Se declara Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico.

Tenemos declarado como patrimonio la Fábrica, el Aserradero, el Museo mismo, el Vapor Enco, otros sitios más, y también el Campamento 83 (8 de Marzo).

Gracias a esa Declaratoria y a la gestión propiamente tal del Museo, hoy en día el Vapor Enco, que es uno de los más importantes acá en el territorio, que cruzaba el lago Panguipulli y conectaba los diferentes fundos, está siendo restaurado por el Municipio.”

 “El Museo, a lo largo de su trayectoria ha acogido iniciativas de socios y socias de la comunidad, y también de socios honorarios que les llamamos. El Museo está compuesto por una Asamblea  que dirige de alguna manera las acciones del espacio, y también por un Comité Memoria, donde está el Rolo, ex trabajadores del Complejo, sobrevivientes de la guerrilla, y ellos proponen y el Museo acoge, esta idea de hacer lo que un principio se le llamaba la romería, pero que nosotros le cambiamos el nombre con el paso del tiempo a “Encuentro Anual de Memoria”, donde se sube a lo que fue el  Campamento. La experiencia es guiada por los sobrevivientes, ellos la relatan y dirigen todo allá arriba.

(…) Lo que me llama la atención es que a lo largo de la trayectoria del Museo se ha ido generando una conjugación bien bonita, que es tener a los viejos contándonos sus memorias de esta experiencia, pero además a personas invitadas e invitados de los diferentes territorios de este lugar, para contarnos de conflictos de la actualidad. Entonces, en un mismo espacio están dialogando personas que fueron parte de esta historia y sujetas y sujetos que están llevando luchas súper importantes actualmente. Por ejemplo organizaciones que están luchando contra la construcción de una hidroeléctrica; Corporaciones que están reivindicando los fundos de los cuales fueron expulsados cuando se comenzó a privatizar todo esto; voceras, voceros de lo que pasó para el 19 de Octubre acá. Los espacios empiezan a dialogar y eso es muy valioso.

(…) Pero también en este territorio, por ejemplo el año 2007 llega ENDESA, ahora ENEL, e intenta construir una central hidroeléctrica, que es el segundo proyecto más grande después de Hidroaysén, y las comunidades mapuche, que era donde se les iba a inundar un Sitio Ceremonial, estuvieron peleando casi solas por 10 años acá en este territorio, y en los años posteriores se fueron sumando organizaciones no mapuche, como la Coordinadora en Defensa del Río Fuy, por ejemplo.

Se logra bajar este proyecto de central y la estrategia que empiezan a tener los empresarios extractivistas es no hacer una gran central, sino mini proyectos hidroeléctricos que no pasan por el Servicio de Evaluación Ambiental, no necesitan Mesas Compensatorias para las comunidades y que va invisibilizando los espacios de resistencia de las comunidades, y bajo este contexto ocurre el asesinato de Macarena Valdés acá en el territorio, en la comunidad de Tránguil.

 Silenciosamente comienzan a instalarse gigantescos proyectos inmobiliarios a la orilla de las playas. Actualmente nosotros estamos sofocados, no hay accesos, está todo cerrado. Entonces, para el 19 de Octubre en el territorio, un día después de lo que ocurre en Santiago, la gente se comienza a convocar en reclamo de esto.

Lo que pasó acá en Puerto Fuy el 19 Octubre 2019 es que se comenzaron a sacar los cercos que prohibían el acceso a las playas, porterías de acceso a ríos de grandes ricachones que tienen casas de veraneo y lo que a mí me pareció muy importante -claro el Museo prestó el apoyo del espacio para que la gente se pudiera organizar, para que los jóvenes se pudieran organizar- y se logró hacer confluir el reclamo, el anhelo de construir algo nuevo, con la memoria de los viejos. Eso fue sumamente importante y el Museo cumplió un rol súper importante, y solamente con prestar un espacio.

Esto es sumamente simbólico, en la sala donde está albergada toda la historia del territorio hubo una Asamblea de jóvenes que comenzaron a escribir, a tratar de armar un proyecto de futuro, que tiene que ver ya no con una empresa como fue el Complejo en los años 70, sino que bajo las necesidades de este contexto actual, que tiene que ver con la expulsión de grandes empresas extractivistas, con la construcción de proyectos de Buen Vivir con identidad asociada al territorio, bajo las necesidades actuales, sin la explotación del hombre mujer por el hombre mujer. Eso fue más o menos lo que pasó acá en el territorio.”

 ANGÉLICA:

“Para nosotros es muy importante que el trabajo que hacemos desde el Centro Cultural sea conocido. De hecho tenemos muchísimos amigos de Valparaíso que vienen todos los años al Encuentro de Memoria que hacemos acá en Neltume, dicen que tiene algo especial que no se da en todos los lugares. La convivencia, la manera como se organiza el encuentro, la gente se siente en familia, no se conocen pero logramos unificar jóvenes, adultos, gente del territorio, gente de afuera y se convive de una manera muy bonita los tres días que dura la actividad.

Para nosotros, como organización, el trabajo que realizamos en el territorio lo hacemos con harta dedicación, con mucho esfuerzo, hemos tenido algunas frustraciones también, pero lo único que podemos decir es que la perseverancia es lo más importante para poder levantar estos sitios. Nosotros superamos, como te contaba al comienzo, el recibir una casa que se nos entrega sin ningún tipo de servicio básico y sin dinero, pero fueron más las ganas de poder trasmitir la historia a las nuevas generaciones que las necesidades que teníamos.

Eso hizo que nos quedáramos en el espacio y estemos hasta el día de hoy resguardando esta historia, y trasmitiendo la historia de nuestros antepasados, de nuestros madereros de la zona.”

LILI:

“Para nosotras es súper importante poder difundir el trabajo que llevamos a cabo como organización y las experiencias de lucha del territorio. Los invitamos a seguir la página que tiene el espacio https://www.museoneltume.cl/, y también https://es-la.facebook.com/ccmuseoymemorianeltume/ , para estar informados de las actividades que realizamos, las fechas conmemorativas que vamos señalando ahí y los diferentes proyectos de divulgación y de promoción de puesta en valor de la historia y la memoria de este territorio.

Estamos intentando adecuarnos a esta nueva realidad virtual, que es lamentable, pero hay que desarrollar estrategias para mantenernos juntos.”








Transcripción y fotografías: Guillermo Correa Camiroaga

 

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