ARPILLERISTAS Y
BORDADORAS EXPONEN SUS TRABAJOS EN
CENTRO CULTURAL DE QUILLOTA
El viernes 21 de septiembre, en el Centro Cultural Leopoldo
Silva Reynoard de la ciudad de Quillota, se realizó la ceremonia de
inauguración de la exposición “CON HILOS Y LANAS, PUNTADAS TRAS LA
MEMORIA”.
Los trabajos
realizados por ambas agrupaciones: “Compañeras Embarazadas Detenidas
Desaparecidas “, y “Sitios de Memoria de
Valparaíso”, fueron instalados en la Sala de Recepción y Zócalo de Exposiciones del Centro Cultural respectivamente. Esta
muestra permanecerá abierta al público hasta el próximo 5 de octubre, en
horarios de 9 a 18,30 horas.
La apertura del acto estuvo a cargo de Nicolás Sánchez,
cantautor quillotano, quien realizó una
hermosa y delicada interpretación musical de la canción de Illapu “Tres versos para una
historia”, que está dedicada a los Detenidos y Detenidas Desaparecidas.
Alrededor de un centenar de personas asistieron a esta
actividad, incluyendo a integrantes de
la Agrupación Cultural Antonio Llidó, del Capítulo Quillota de la Comisión
Chilena de Derechos Humanos, Concejales del Municipio de Quillota y directivos
del Centro Cultural Leopoldo Silva.
“Este edificio hoy ha abierto las puertas a la Memoria y la exposición
que hoy inauguramos viene a mostrar nuestra historia reciente, aún cuando
existan algunos sectores de la sociedad que tratan de negarla (…) Quienes
creemos en la libertad y pensamos que la cultura es un aporte necesario para
que la humanidad se manifieste, goce y viva, tenemos una responsabilidad enorme y necesitamos construir esta mirada, y
esta mirada se construye en la unidad y la acción(…) Las arpilleras y las
bordadoras a través de sus trabajos nos muestran el sueño de la justicia, el
sueño de la verdad, el deseo del nunca más. Son trabajos hermosos que trascienden
el dolor y es necesario que esta exposición
sea visitada en nuestra ciudad por el mayor número de personas posible.”
Los doce rostros de las compañeras embarazadas Detenidas
Desaparecidas, con sus miradas serenas, rodeaban el espacio en donde se
realizaba la ceremonia, como una metáfora de su presencia transformada en
energía desprendiéndose desde las telas bordadas.
Cecilia Martínez, Presidenta de la colectiva “Bordadoras por
la memoria de Valparaíso”, al hacer uso de la palabra expresó:
“(…) Nosotras bordamos para recordar una actividad que realizaban las
mujeres detenidas políticas, en los años 75,76, en los centros de detención
llamados de 3 y 4 Álamos... Para
el Colectivo bordar es una forma de expresar la resistencia al olvido y además
un saludo a todas y todos que a lo largo del país sufrimos esta herida en la
conciencia nacional.
Esta exposición que
presentamos hoy es nuestro tercer trabajo. Tomamos a nuestras compañeras
militantes de partidos políticos y de la Resistencia, que aún estando
embarazadas se comprometieron en la lucha contra la dictadura cívico-militar, y
cada una de ellas hace un aporte contra la violación de los derechos del pueblo
que eran avasallados.
También incorporamos a una
compañera Argentina para mostrar que esta represión se extendía por América
Latina, e incluimos asimismo a una compañera que fue ejecutada estando
embarazada.
Para
realizar los bosquejos de estos rostros contamos con la colaboración de un
muralista consecuente y noble, nuestro compañero Alfonso Ruiz Pajarito, quien
llevó al papel estos rostros y que nosotras, en largas jornadas de reflexión y
trabajo, llevamos a la tela (…) Conocimos la historia de cada mujer bordada,
sus vidas y sus sueños, y eso buscamos
reflejar sobre la tela para dejarlas en el corazón de cada persona que las
observe…”
Como relataba al principio de esta crónica, la exposición
reúne el trabajo de Memoria de dos
agrupaciones, y las arpilleras desplegadas sobre cordeles y atriles ubicadas en
el zócalo del centro cultural representan “fotografías sobre telas”
confeccionadas con figuras planas de género de distintos colores, mostrando
otras historias, otros testimonios, y su origen se remonta a la lucha
desarrollada por los familiares de los y las detenidas para denunciar lo que
sucedía en Chile en los distintos lugares de prisión política y tortura.
Dana Wordes, integrante del colectivo “Arpilleras, Sitios y
Memoria”, respecto al trabajo realizado por ellas, manifestó:
“La memoria de un país no puede ser solamente una colección de
anécdotas personales, que desaparecen cuando no tenemos descendientes para
contarlas. Para que nunca más haya una dictadura en Chile, la memoria debe ser
colectiva, capaz de ser trasmitida por personas sin experiencia directa de
aquellos hechos y tiempos.
Durante la dictadura, madres, abuelas, tías, suegras, hermanas y amigas
de chilenos y chilenas detenidas, desaparecidas y ejecutadas, convirtieron sus
modestas habilidades domésticas en un vehículo de denuncia que replicó por el
mundo. Sus arpilleras, paneles bordados con retazos de tela, delineaban la
injusticia y la lucha contra ella… con temas como la búsqueda de las y los
desaparecidos, las ollas comunes, las movilizaciones por el fin de la dictadura
cívico militar. En nuestro
taller proponemos rescatar esta memoria, honrar a nuestras compatriotas y
compañeras, y denunciar la segunda desaparición que es herencia de la
dictadura: la desaparición de los sitios de memoria (…) Entre las arpilleras de
esta exhibición mostramos una obra colectiva que está en proceso, que
representa el puerto de Valparaíso el 11 de septiembre de 1973. Hemos hecho una
variedad de arpilleras individuales y colectivas, plasmando las experiencias
vividas por las integrantes del taller y denotando los sitios de memoria de
Valparaíso. Aún en nuestras obras individuales nos hemos fortalecido con el
apoyo colectivo, ayudándonos mutuamente para desenredar el hilo de la memoria.”
Luego de las intervenciones de las representantes de las
Bordadoras y las Arpilleras, el numeroso público asistente pudo recorrer los
distintos espacios para poder así admirar más detenidamente los maravillosos
trabajos sobre telas, donde la memoria fue plasmada con una fuerza emotiva que
no pasa desapercibida al estar frente a cada una de estas creaciones.
Como cierre de esta jornada se realizó un pequeño
conversatorio, desde donde recogí las siguientes reflexiones:
Alicia (integrante del colectivo Arpilleras, Sitios y
Memoria):
“Nuestros trabajos están realizados desde el corazón, desde el ombligo,
desde el útero, desde nuestras entrañas. En esos géneros está plasmada la
Memoria, y está plasmada en forma sana, como una terapia. Nosotros jugamos con
los colores. Nuestros testimonios son tristes, dolorosos, pero en las
arpilleras colocamos colores, cielos, gaviotas, mar, sol, cerros, con alegría.
Nosotras estamos avocadas a trabajar los Sitios de Memoria de Valparaíso”
Una joven muchacha presente en esta actividad:
“Creo que es muy hermoso que traigan a la Memoria estos hechos que son
tan dolorosos, pero de una manera tan alegre, llena de colores. Es como vencer
a la muerte, con motivos llenos de vida. La manera colectiva en que ustedes
trabajan y en donde vuelcan sus testimonios personales, muestran que la Memoria
está presente en cada una de nosotras y es muy importante rescatarla para
vencer al olvido”
María Angélica (integrante del colectivo Bordadoras por la
Memoria):
“Es para mí muy emocionante estar compartiendo este momento tan cálido
con tanta gente y me pone muy contenta ver acá la presencia de jóvenes. Me gusta mucho el
hecho que las Bordadoras hayamos logrado esta exposición en forma conjunta con
las Arpilleristas. Pienso que esta
situación constituye un hito, ya que difícilmente se puede lograr unir dos
grupos de la calidad y de la potencia expresada en estos trabajos. Ambos grupos
representamos a sobrevivientes de una dictadura feroz, todas fuimos
comprometidas políticamente, luchadoras y combatientes decididas por la
libertad. Entonces, el estar juntas en esta exposición me provoca mucha
emoción.
Hacer Memoria es una cuestión difícil, porque
olvidar es muy fácil. Nuestra tarea es ahora luchar por mantener viva esa
Memoria, para precisamente impedir el olvido.
Ahora, hace un ratito atrás
mientras compartíamos un café con un par de compañeros, conversábamos respecto a la Memoria y tocamos
el tema de lo invisibilizada que estaba Gabriela Mistral, lo poco que se conocía
de su compromiso social y la extraordinaria mujer que era, más allá de su
calidad literaria. Una mujer comprometida con la educación, con los derechos de
la mujer, pero además conocí una faceta que ignoraba de Gabriela Mistral , ya
que una compañera contó que durante su estadía en Nicaragua en los años
ochenta, le llamó mucho la atención la gran cantidad de Escuelas Rurales que
llevaban el nombre de Gabriela Mistral y
al consultar por aquello se enteró que nuestra Gabriela había sido una gran
colaboradora de la lucha llevada adelante por el General Sandino en los años
treinta, aportando en forma solidaria concreta a la misma.
Nosotras de repente pensamos que tal vez todo este trabajo que estamos
realizando por el rescate de la Memoria cuando ya no estemos se va a perder, va
a pasar al olvido, pero haciendo un vínculo con la historia rescatada de Gabriela
Mistral, me hace sentido pensar que siempre habrá alguien que encontrará y
rescatará nuestros trabajos y nuestra historia. Nuestro trabajo debe significar también un
gran compromiso con la justicia, con la verdad, con la educación, con la
cultura popular, porque todo eso es Memoria.”
Esta exposición conjunta de Arpilleristas y Bordadoras, en
torno al rescate de la Memoria Histórica, muestra una forma concreta de
expresar la unidad en la acción.
Guillermo Correa Camiroaga, 22 de septiembre de 2018
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