Las porteñas y porteños se reunieron hoy a las 18 horas en la Plaza Victoria con el objetivo de
realizar una manifestación de protesta en contra de la “Ley Antiencapuchados”.
La convocatoria llamó a participar con capuchas y máscaras, y las y los
manifestantes, haciendo gala de su creatividad, concurrieron con las más
variadas y llamativas caracterizaciones. Grupos de adultos, niños, niñas,
muchachas y jóvenes se congregaron alegremente alrededor de la pileta central
de la plaza para luego iniciar una marcha hacia la Plaza del Pueblo.
Mojados y gaseados, los y las manifestantes continuaron
expresando con energía su voz rebelde, desplazándose a diferentes lugares del
plan de Valparaíso para seguir protestando en contra de esta irracional forma
de actuar que, pareciera, se ha ido “normalizando” en la policía. Como
culminación de esta jornada de represión un hecho muy particular llamó la
atención, ya que en la noche, una vez terminada las escaramuzas, Fuerzas
Especiales realizaron una especie de “desfile” en sus motos y vehículos por las
calles del Puerto, mientras desde los altoparlantes de sus patrullas se
escuchaba el himno institucional. Este
“gesto” puede ser interpretado o “leído” de diversas maneras, ya sea como una
provocación, como un canto victorioso después de una “batalla”, o simplemente
como una expresión de connotación fascista.
Captura de pantalla desde video
Mientras tanto, no muy lejos de allí, en el Congreso
Nacional, los parlamentarios de todos los colores seguían sesionando y aprobando
la agenda represiva impulsada por el gobierno de Sebastián Pilñera, demostrando
con su laboriosa y dedicada actitud que “el garrote y la zanahoria” derivado
del “Acuerdo por la Paz”, funciona maravillosamente y se complementa en forma
perfecta. Por un lado tenemos las migajas de la agenda social y por otro lado
el incremento de la represión mediante la aprobación de una batería de nuevas
leyes punitivas.
El gobierno de turno y la gran mayoría de los parlamentarios, día a día se van sacando su
propia “capucha” y nos muestran
desembozadamente el verdadero rostro de esta democracia post dictatorial que
han construido en conjunto, perfeccionando y profundizando el legado de la
dictadura cívico militar.
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 04 de diciembre 2019
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