Desde hace ya muchos años las “Cuentas Públicas” presidenciales han sido verdaderas cuentas privadas para la clase política, ya que temerosos del pueblo del que son sus representantes se parapetan en el edificio legislativo rodeándolo de rejas perimetrales, precisamente para aislarse de la plebe, como si se tratara de construir fosos que aíslen al castillo feudal representado en nuestra época por el Congreso Nacional. Todo esto, además, reforzado con un gran contingente de fuerzas policiales y vehículos represivos al por mayor, incluyendo los zorrillos y guanacos blancos de nueva generación.
Las porteñas y los porteños rebeldes se
autoconvocaron en la Plaza de la Resistencia a las 14 horas para marchar hacia
el Congreso Nacional y mostrar así el repudio y rechazo a un gobierno que da
sus últimos aleteos de moribundo , el que será recordado por la sistemática
represión ejercida en contra de los chilenos y chilenas por parte de los
agentes del Estado, especialmente a partir de la rebelión del 18 octubre del
2019, violando descaradamente los derechos humanos, cuyas secuelas de muerte,
prisión, abusos y mutilaciones oculares forman parte del nefasto legado con el
que será recordado este gobierno derechista encabezado por Sebastián Piñera.
Por otra parte, también será recordado por la indolencia con la que ha actuado este
gobierno ante las dificultades de la mayoría de los chilenos y chilenas
afectados social y sanitariamente por la pandemia del coronavirus, quienes han
tenido que hacer uso de sus propios recursos para enfrentar esta situación, ya
que las migajas de ayuda social aportadas por el gobierno han sido totalmente
insuficientes.
La demanda central levantada en esta
movilización fue exigir la libertad de todas y todos los presos políticos de la
revuelta, y los numerosos lienzos, pancartas y volantes lanzados al aire así lo
explicitaban.
Esta vez no hubo banderas mapuche, pero si
se pudo observar una bandera colombiana con la frase “Resiste Colombia”, como
un homenaje a la lucha que llevan adelante las hermanas colombianas y los
hermanos colombianos, ya que su lucha por la libertad y la justicia es la lucha
de toda Latinoamérica.
La movilización hacia el Congreso comenzó
poco antes de las 15 horas, recorriendo las calles céntricas de Valparaíso,
pero en las primeras cuadras de Avenida Pedro Montt se hizo presente un gran
contingente de Fuerzas Especiales de Carabineros. Así, mientras Piñera se hablaba a sí mismo y a
la clase política que lo acompañó al interior del Congreso Nacional respecto
del respeto a los Derechos Humanos, en las calles se reprimía enérgicamente una
marcha pacífica, lanzando agua y gases tóxicos en contra de las y los
manifestantes.
Una vez más, el Presidente y la clase
política, aislados y protegidos en su palacio legislativo, muy lejos de los
sectores populares que dicen representar, ponía en escena una nueva obra de
teatro llena de parafernalia y fantasía, denominada pomposamente Cuenta Pública
Presidencial.
Guillermo Corre Camiroaga, Valparaíso 01
junio 2021
Comentarios
Publicar un comentario