Conmoción ha causado la muerte del integrante del Cabildo
Abierto Quintero-Puchuncavi Alejandro Castro, no sólo a nivel local, sino a lo
largo de todo el país. Aún cuando ha sido catalogada como un suicido por la PDI
y el Servicio Médico Legal, las manifestaciones de incredulidad son muchas,
porque se recuerda que de igual forma fue definida la muerte de la luchadora
ambientalista Macarena Valdés y en un peritaje particular posterior, realizado
por el Médico Forense Luis Ravanal, se determinó la intervención de terceros en
dicho fallecimiento.
Ayer viernes 5 de octubre, mientras algunos centenares de
militantes y simpatizantes de la ex Nueva Mayoría y Concertación celebraban los treinta años del
NO en la plaza Victoria, cerca de un millar de manifestantes se congregaron en
la Plaza Aníbal Pinto para realizar un acto en homenaje de Alejandro Castro,
exigiendo además una exhaustiva investigación para aclarar en forma contundente
la muerte de este combativo luchador por la defensa de la vida, más allá de la
tesis oficial de suicidio entregada por las autoridades. En este lugar se
congregaron organizaciones sociales y movimientos políticos que declaran que “DESPUÉS
DE TREINTA AÑOS DEL DENOMINADO TRIUNFO
DEL NO, NO HAY NADA QUE CELEBRAR”.
Con lienzos, pancartas y banderas fueron congregándose
cientos de manifestantes, los cuales comenzaron a encender velas en los
escalones de la pileta de plaza Aníbal Pinto, como un silencioso y luminoso
homenaje al luchador social Alejandro Castro.
Durante este acto hicieron uso de la palabra un par de
integrantes del Cabildo Abierto Quintero Puchuncavi , el primero de los cuales
manifestó:
“Es te es un momento muy doloroso para nosotros, pero es también un
momento para el reconocimiento de un compañero que ha sido un luchador
incansable no solo en el Cabildo Quintero-Puchuncavi, sino también como
fundador del Sindicato S24. Queremos expresar a través de nuestras palabras
hacia el compañero Alejandro que nosotros no lo olvidaremos y el mejor homenaje
que podemos dar a nuestro compañero caído es la victoria. Nosotros como Cabildo Quintero-Puchuncavi,
como pobladores de la zona, como pobladores afectados durante años por esta
contaminación, como pobladores que sufrimos, padecimos el efecto del
extractivismo, el efecto de las industrias contaminantes y la forma en cómo se
han aliado con el capital y con el Estado, seguiremos movilizados por nuestro
Petitorio en defensa de la vida y el medioambiente. Hacemos un llamado a todos los territorios que
también son considerados como zonas de sacrificio, a las distintas zonas
afectadas por la termoeléctricas, por los proyectos hidroeléctricos, por las
distintas formas de acumulación del capital que solamente daña la vida, a
organizarse, a ponerse en contacto.
Este es un momento de organización, de reflexión, pero sobre todo de
lucha.
Nosotros vamos a seguir movilizados y llamamos a cada una de las
poblaciones a participar en esto. Tenemos que levantar la lucha a nivel
nacional, para lograr así el sueño que tanto anhelaba nuestro compañero Ale.”
Las consignas se sucedían unas tras otras y la multitud
coreaba, entre otras:
“¡ALEJANDRO, ALEJANDRO, TU LUCHA NO FUE EN VANO, POR TODO EL TERRITORIO
SE ALZAN TUS HERMANOS!”
En seguida intervino otra compañera integrante del Cabildo
Abierto Quintero-Puchuncavi, para expresar:
“En Quintero la gente se está muriendo de cáncer. Hace seis semanas nos
tiraron una bomba química, una nube que nadie, misteriosamente, sabe de dónde
viene. Las empresas se han echado la culpa unas a otras. El Intendente, la Gobernadora y los
Seremis están hace seis semanas instalados en Puchuncavi y todavía no tenemos
una respuesta concreta. En
estas seis semanas ya llevamos 1300 personas intoxicadas.
Yo soy Profesora, trabajo en un colegio y veo como los niños se sienten
mal y caen de rodillas al suelo con las pupilas dilatadas. Los comedores de los
colegios, con las colchonetas de deportes
se transformaron en enfermerías, los furgones escolares en Quintero se
cambiaron por ambulancias, por carros de bombas, por Carabineros que trasladan
a gente intoxicada. Eso
es lo que está pasando en Quintero y Puchuncavi y todavía no tenemos
responsables. Pero nosotros los estamos buscando y los vamos
a encontrar. No se trata solo de este episodio
de la nube tóxica, la contaminación viene de muchos años. Nosotros vamos a
seguir en pie de lucha, vamos a seguir en la calle no solo para encontrar a los
culpables de este episodio, sino de los episodios que vienen pasando desde hace
más de 50 años, recordando a los “hombres de verde” de ENAMI, recordando la
gente que muere de cáncer, la gente que tiene problemas respiratorios todo el
año. Ahora, en
nombre del Alejo, que marchó con nosotros durante años, en memoria de él vamos
a seguir marchando y luchando con más fuerza. Apagaron una voz, pero nosotros
vamos a gritar más fuerte aún por él, por la voz que apagaron. Nosotros pensamos que aquí hubo terceras
personas en la muerte del Alejo y vamos a seguir indagando hasta el final para saber
que le pasó realmente.”
Después de esas dos intervenciones, pidió la palabra el
comunicador que realizó la última entrevista a Alejandro Castro, el pasado día
miércoles 3 de octubre, quién relató: “Soy la persona que le hizo la última cuña a
Alejandro, el día miércoles antes de la marcha, aquí, en este mismo lugar, al
costado de ese café. Fuera de cámara Alejandro me dijo que lo agregara a
facebook, como amigo, nos despedimos ese día y me dijo “el domingo te espero
allá, en la marcha”. Por esto yo digo que suicidio no fue.”
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