Es difícil aventurar una cifra exacta respecto a la cantidad
de mujeres que repletaron las calles de Valparaíso hoy domingo 8 de marzo, ya
que en distintos momentos de la jornada las manifestantes se desplazaron
paralelamente por diferentes calles del plan porteño, pero a mediodía el río
rebelde feminista se extendió desde la Plaza Sotomayor hasta las cercanías del
Congreso Nacional. Si a esto le sumamos la multitudinaria marcha que se
desplazó durante la tarde desde Viña del Mar a Valparaíso, podemos aseverar que
fueron más de cien mil las mujeres movilizadas.
La de hoy fue una
histórica jornada de conmemoración y lucha, en donde la fuerza y potencia de
las mujeres, de las más variadas edades, se manifestó con energía en contra de
los abusos, la discriminación, la desigualdad y la opresión. Consignas,
pancartas, lienzos, danzas e intervenciones callejeras, conformaron un arcoíris
de liberación formado por las demandas levantadas por el Movimiento Feminista
que lucha resueltamente por conquistar sus derechos.
Durante estos últimos años, en donde las mujeres han
irrumpido con su poderosa fuerza en la lucha por la conquista de sus derechos
conculcados durante siglos por un modelo de sociedad que mediante el poder del
Estado patriarcal y sus instituciones las oprime, discrimina y excluye en todos
los ámbitos del quehacer cotidiano, social, económico y cultural, el participar
de dichas movilizaciones y escuchar los planteamientos y fundamentos de la
lucha antipatriarcal, nos ha permitido, desde la vereda masculina, ser
protagonistas de una verdadera escuela de educación popular en esa temática, lo
que nos ha llevado – no desde la academia ni la lectura de textos, sino desde
la práctica y el ejemplo de lucha concreto – a ir comprendiendo que en la
búsqueda de la construcción de una sociedad de nuevo tipo, si no asumimos la
lucha anti patriarcal con la misma
fuerza de la lucha anticapitalista, y que además incorpore el concepto de buen
vivir con el respeto al respeto de la naturaleza y todos los seres vivos que en
ella habitamos, no será posible avanzar en un proceso de liberación realmente
revolucionario. El estar presentes en
las movilizaciones feministas tiene este innegable factor de aprendizaje, que
he querido resaltar en esta nota.
Hoy, durante esta multitudinaria marcha realizada acá en
Valparaíso, una vez más la represión fue la respuesta empleada por el gobierno
de derecha encabezado por Sebastián Piñera para intentar acallar las justas
demandas del Movimiento Feminista, desplegando, a través de las instituciones
regionales, un enorme aparato represivo de Fuerzas Especiales de Carabineros
para impedir que la marcha se acercara al edificio del Congreso Nacional,
usando en un primer momento un pequeñísimo contingente femenino por detrás de
las vallas papales dispuestas a la altura de calle Uruguay, solo como una
pantalla propagandística, ya que cuando llegó el grueso de la movilización
hasta dicho lugar, las Carabineras fueron desplazadas hacia atrás, siendo
reemplazadas por numerosos vehículos policiales, de las más variadas formas y
funciones, repletos de funcionarios hombres, quienes desataron una brutal
represión en contra de una marcha totalmente pacífica. En otros sectores del
plan de Valparaíso se sumaron a la
represión funcionarios policiales en motos y de a caballo.
Nadie sabe a ciencia cierta cuáles son los protocolos
reales, no los publicitados en los medios de comunicación, que emplea
Carabineros, pero lo que se puede regularmente ver es que no dudan en reprimir
a diestra y siniestra cuando desde alguna autoridad superior emana la orden de
actuar para disolver a las manifestantes.
Esta vez fue posible observar, además, a un gran número de
efectivos de Carabineros que portaban en sus manos botellas de gas pimienta
comprimido en aerosol, el que era lanzado desde la altura de la cintura, como
para evitar ser vistos, pero que propagaba por el aire su dañina toxicidad en
una radio mayor a los cien metros, provocando intensas reacciones de ardor,
dificultades para respirar y sensación de astillas de vidrio en los ojos, a
toda persona que se encontrara en las cercanías del lugar donde fue rociado.
Durante esta jornada de movilización y lucha fueron asimismo
detenidas numerosas mujeres que participaban de esta multitudinaria
manifestación, algunas de ellas fueron liberadas y otras permanecieron en
prisión para ser llevadas a control de detención el día lunes. Si observamos la
foto que acompaña este párrafo, la que registra el momento en que fue detenida
Mabel Zúñiga, dirigente de la ANEF e integrante de la Mesa de Unidad Social de
Valparaíso, podemos darnos cuenta de la exageración y el exceso del uso de la
fuerza empleado por las fuerzas policiales, ya que son nueve los Carabineros de Fuerzas Especiales que
participan de su detenerla e inmovilizarla.
Las calles siguen hablando con voz enérgica y no han parado
de hacerlo desde hace ya casi cinco meses. Esta histórica y multitudinaria
marcha de las mujeres - que se inició a las 11 de la mañana y se prolongó más
allá de las 21 horas - conmemorando el 8 de marzo con una extensa jornada de
lucha en la conquista por sus derechos,
es una muestra potente de que el camino de la rebelión popular iniciada
el 18 de octubre del año pasado sigue adelante, manteniendo la potencia de un
caudal que erosiona los cimientos del sistema neoliberal y patriarcal
imperante.
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 8 de marzo 2020
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